Qué bien se vive en España / Miguel Clavero


Por Miguel Clavero

      El gran Manuel García Maya desde detrás de la barra de su bar el Bonanza, de Zaragoza, que era  el aula magna donde generosamente repartía su sabiduría junto con ricas viandas…

…y bebedizos que nos alegraban el alma decía, Qué bien  se vive en España, voz en grito, con esa ironía que presagiaba inminentes desastres y nos hacían caminar hacia un abismo. Porque  aunque lo dijera en aquellos años de aparente bienestar económico, en el fondo estaba previniéndonos de una situación absolutamente  anormal.

 Allá por el 2008, cuando lo de la Expo zaragozana, y todo eso, la gente tenía dinero para gastar —o al menos eso parecía—, la sensación era de abundancia y satisfacción.  Todo el mundo visitaba la Expo, y nosotros, siempre que había alguna actuación interesante mis amigos y yo íbamos al recinto para escuchar a los músicos invitados para después visitar al Manolo del Bonanza a partir de las ocho de la tarde que era cuando habría el bar .  Ahí estaba Manolo  armado hasta los dientes con la filosofía que le guiaba y era  referente a lo largo de toda su trayectoria vital disparándonos con versos y citas que recitaba de memoria, para “fastidiarnos” la fiesta.  

      Manolo, con su ironía, manifestaba así toda la perplejidad que le suponía el mundo tal como estaba concebido y, en particular, toda aquella situación, aquel insostenible e ilusorio verano, donde hasta el más tonto se creía feliz, soberbio y autosuficiente.  Decía, que los pobres y los obreros lo íbamos a pagar muy caro.  Y maldita sea! que sus predicciones se cumplieron.

 Todavía no se hablaba de crisis económica a nivel mundial pero fue a partir de ese año cuando los principales bancos americanos empezaron a , colapsar; nos hablaban por la tele de una burbuja que había explotado, la bolsa cayó en picado y así arrastró en su desgracia a las economías reales del resto de países, sumiéndonos en una recesión sin precedentes desde la II Guerra Mundial.

    En España, por aquello de a perro flaco todo son pulgas, sufrimos especialmente las consecuencias: cierre de pequeñas y medianas empresas, engrosando alarmantemente las cifras del paro; recortes presupuestarios donde según los gobernantes de turno hacía falta meter la ‘tijera’ en educación, servicios sociales, sanidad, investigación, etc…; pérdida de derechos básicos de la ciudadanía precarizándose las condiciones de vida, seguridad y dignidad, antesala de lo que vendría después:  auge de partidos políticos de extrema derecha dispuestos a entrar en las instituciones.  Y para colmo a ese desolador panorama había que añadir toda la corrupción política que, desde los diferentes partidos políticos y desde altas instancias gubernamentales, se produjo con el visto bueno de autoridades y personas ‘de bien’ que vieron la posibilidad de enriquecerse a costa de los padecimientos de la mayoría de los españoles. 

—Hala Manolo! Con lo contentos que veníamos de la Expo de ver a Aurora Beltrán de Tahúres Zurdos y a la Patty Smith, ahora nos sueltas este ‘rollo’.  Que sí, que nos hemos comido el pollo y que ahora tendremos que cagar las plumas.   Bueno, vale, pero  disfrutemos un poco de estos días de vino y rosas.  Un platico de jamón y unos ‘floreros’  Manolo…!

    Al poco ya nos dejaste ‘huérfanos’, Manolo.  Parecía que ya ‘barruntabas’ lo que nos vendría después con la pandemia y todo eso…  No quisiste ver la segunda parte de este ‘drama’ que ahora los que todavía permanecemos en este mundo nos está tocando vivir.  Porque a la incompetencia de políticos de diverso pelaje, se suma ahora otra crisis económica —sin haber superado la pasada— que todavía no se ha manifestado en toda su crudeza, (a pesar de los estragos acaecidos ya en una débil economía española que carece de tejido productivo) pero que los augurios de los  economistas más destacados ya están diciendo de todo menos que somos guapos. Augurios avalados por los análisis macro económicos más  relevantes.

    Manolo, no necesitaba ningún Master ni ser un ‘lumbreras’ en ingeniería financiera para intuir (ya lo dijo Cervantes: La experiencia es la madre de la ciencia) lo que se nos venía encima: una Legislación Laboral absolutamente demencial que, ni siquiera está coalición progresista y de izquierdas que ahora gobiernan no han tenido ‘huevos’ de modificar, condenando así el futuro de los trabajadores de este país, que, a este paso, Kunta Kinte va a tener más derechos laborales que nosotros; una oposición, la del PP, que lejos de ser una alternativa válida utiliza una estrategia rastrera de vincular a ETA a cualquiera que se oponga a sus políticas de  saqueo, recortes, privatizaciones y corrupción y  que no les está dando los resultados electorales esperados  —Pablo Casado aún no se ha enterado que no es forma de ganar la confianza de los españoles—, anclados en la bronca perpetua y sin ningún proyecto ilusionante; un  rey, huido de España, que es la vergüenza a nivel mundial y  para colmo, ahora viene un rapero con escasas luces creativas y monta el ‘poyo’ en  nombre de la libertad de expresión. 

   Ojalá veamos aquella bandera republicana —pues ya hemos visto lo que la monarquía ha hecho por este país—.  Esa misma con la que te cubrimos en tu tumba, con el orgullo de haber hecho lo que debías:  dejar un importante legado con tus obras y en nuestros corazones—, y verla ondear en una nueva España donde poder  respirar con optimismo, dando una tregua a nuestros egoísmos y a nuestra mala baba ancestral.  Pero mucho me temo que seguimos anclados en la desesperanza, en un futuro incierto que, de momento, nadie está dispuesto a cambiar.

     Pon otra ronda Manolo! y que pague el rey.  ¡Ay, Andrés!, qué jodido está este mes…

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