Hosanna en el cielo, y a ver qué pasa en la República Dominicada en 2024 / Manuel Sogas


Por Manuel Sogas Cotano
Corresponsal del Pollo Urbano en República Dominicana 

      Cuando estas líneas (escritas a finales de diciembre) vean la luz en enero de 2024, la República Dominicana tendrá la Buena Nueva de haber empezado…

….a caminar, por fin, hacia el mundo querido por Dios, si bien es verdad que fue el mismo Jesucristo, encargado de redimirlo del pecado, el que según el Evangelista Juan dijo: “mi reino no es de este mundo”, es decir, que los asuntos mundanos eran de la exclusiva competencia del ser humano, lo que coincidía, como no podía ser de otro modo, con el texto bíblico que aparece en el Génesis, 1, 28 como mandato imperativo de Jehová  a los seres humanos: “Fructificad y multiplicaos: llenad la tierra y sometedla”.

     Estas citas del Viejo y Nuevo Testamentos respecto de que el Reino de Dios no es de este mundo quedan ratificadas en la práctica, sin necesidad de acudir a la fe cristina como instrumento explicativo,  por la propia crucifixión de Cristo, pues este es crucificado no por la condena de Pilatos, que lo considera inocente, y por tanto no dicta sentencia de muerte en la cruz, sino por decisión libremente expresada por el pueblo palestino  que opta por la libertad de Barrabás, líder independentista palestino que lucha con las armas en la mano contra el imperio romano para conseguir la  liberación e independencia de Palestina, en lugar de Cristo que, sí prometía un reino, pero que no era de este mundo, es decir, el pueblo quiere en primer lugar la liberación  del mundo en el que vive, lo que no implica necesariamente, según la fe, que no se pudiera ser libre también en el reino del más allá prometido por Cristo. Pero primero, la liberación en este mundo, en el que se vive, y después, cuando llegue el momento, según la fe, en el otro.

     Los Evangelistas San Marcos (12, 17) y San Mateo (22, 21) reiteran lo ya expresado en las citas anteriores respecto del mundo y del reino de Dios, cuando dicen: “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, o lo que viene a ser lo mismo: la economía, la política y la ideología y las relaciones entre todas las personas que de las primeras se deriva son de este mundo, “del César”, y lo que resta de Dios, según la fe.

      La Buena Nueva al principio referida no es sabida en el momento de la redacción de estas líneas, pero a buen seguro que se habrá empezado a conocer a partir del primero de enero, según anunció (a finales de diciembre)  el Ministerio La Batalla de la Fe, entidad que organiza la tradicional Concentración Evangélica Nacional, evento que reúne la más grande representación de evangélicos del país (las confesiones cristinas no católicas en la República Dominicana constituyen aproximadamente un tercio de su población, esto es, unos 3,7 millones de personas) desde hace 60 años cada primero de enero en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, encuentro de confraternidad, considerado ya como “la tradición por excelencia del pueblo cristiano dominicano”, que será transmitido por televisión, radio y plataformas digitales.

     En la presentación pública del acto ante los medios de comunicación nacionales, el Pastor Ezequiel Molina Rosario, presidente de la Batalla de la Fe, “enfatizó que para el primero de enero, día de Año Nuevo, Dios traerá un mensaje poderoso que impactará la vida de la Iglesia y la nación dominicana, bajo el lema “Alerta Final”.

    Se desprende claramente que en este anuncio realizado por el Pastor Ezequiel Molina Rosario, presta más atención a lo que hay que dar al “César” que lo debido a Dios, al afirmar, respecto a la ley del aborto que se estudia y tramita en los órganos políticos dominicanos correspondientes: “estamos pendientes porque eso  es ya constitucional –o sea, que no es cosa de Dios-. Queremos que en ese sentido se preserve lo que ya está en nuestra actual Constitución”. Su hijo, el también Pastor, Molina Sánchez, no deja lugar a dudas que es más partidario del “Cesar” que de Dios al afirmar que: los votantes con valores y principios cristianos estarán alerta para expresarse en la urnas en las próximas elecciones de 2024. Si algún congresista es partidario de lo contrario.

     Podría parecer oportuno señalar aquí que el segundo de los Diez Mandamientos dice: “No tomarás el nombre de dios en vano”.

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