Por José Luis Llera Gil
Tuve ocasión, hace bastantes años, de asistir a un encuentro profesional de expertos en TV celebrado en Barcelona, y que tenía como lema ¿TELEVISIONES PUBLICAS O PRIVADAS? Intervinieron como Ponentes expertos españoles y extranjeros que, conjuntamente con los asistentes de varios países, adoptaron la acertada conclusión de que la mejor TV es la que más ven los telespectadores.
Para esto último las cadenas han de programar espacios de todo tipo, incluyendo con gran profusión las tertulias, con intervención de periodistas y profesionales de distintas tendencias políticas, con la pretensión de complacer a Partidos políticos, público en general y las propias TV.
El resultado “ empujar “ hacia el éxito a aquellos políticos de interés tanto para ciertas fuerzas políticas como para la propia TV y para un mayor número de telespectadores.
El resultado, bastante seguro, se aprecia en las urnas para satisfacción inicial de los votantes. Después con los pactos ya es otra cosa.
Tenemos ejemplos recientes en España y por supuesto en el extranjero, del éxito obtenido mediante sus reiteradas apariciones en los medios televisivos de políticos que sin ninguna trayectoria anterior y, por estos apoyos y veladas promesas, alcanzan la meta deseada.
Para muchos de nosotros, con cierta experiencia política y de vivencias, se nos hace imposible asistir a estas tertulias, cuanto en algunos casos asiste un imputado o un investigado, con total libertad y “cara dura”.
Resulta que ahora nuestros políticos, por si acaso les toca a ellos, quieren quitar la indicación de imputado y utilizar la de investigado, que es casi lo mismo.
Imputado es la persona contra quien se dirige un proceso penal e investigado es utilizado para aclarar la conducta de ciertas personas sospechosas de actuar ilegalmente.
Bueno, entre unas cosas y otras, lamentamos que unas elecciones, parcial o totalmente, las gane un Partido sin mérito anterior alguno, más que por sus aciertos por los errores del otro y por el desmesurado apoyo de la “caja tonta”.
Ejemplos hay en España.
