Por Fernando Gracia Guia.
No me ha defraudado la película de David Trueba sobre Eugenio, ni mucho menos. Es más, cada vez que pienso en ella me doy cuenta de su perfección.
Más que un biopic al uso, que abarque toda la vida del personaje, el medido guion que el pequeño de los Trueba firma junto a Albert Espinosa, se centra en los años de relación con su primera esposa, la cantante Conchita Alcaide.
No es exactamente una comedia, aunque lógicamente no falten los chistes. Es más bien una historia triste, como lo era en cierta forma el artista, un caso difícil de explicar pero absolutamente cierto, como podemos certificar los que tenemos edad suficiente como para haberle visto en multitud de ocasiones.
La ambientación me ha parecido muy acertada, con lo complicado que es lograrlo, cuando cualquiera podemos darnos cuenta de posibles fallos, ya que se trata del pasado reciente.
Si bien se mira, se está narrando un fragmento de nuestra historia reciente -magnífica la secuencia del rodaje del un,dos tres-.
El filme es sobre todo una historia de amor, excelentemente servida por dos excelentes actores como Carolina Yuste -esta muchacha lo hace todo bien- y David Verdaguer -recordadle en Verano del 93, entre otras-. Parece ser que este año la competencia en los goyas va a ser tremenda. Doy por hecho que estos estarán nominados.
Como seguramente lo estará la película.
En resumen, me ha parecido un filme más que notable, narrado de forma clásica, sin estridencias, bien medido y mucho más inteligente de lo que puede parecer a simple vista.
