Segundo Premio ‘¡Qué tiene Nueva York que no tenga el Sacromonte!’


Por Rafael Gabás

     Los Planetas es un grupo de rock indie formado en 1993 en Granada y que tras sus dos primeros discos Super 8 y Pop deciden dar un salto hacia adelante en el tercero (Una semana en el motor de un autobús) y grabarlo en Nueva York en el invierno de 1997-98.

       Ese es el momento que recoge la película, los meses anteriores a la grabación de este tormentoso álbum.

      Segundo Premio no es ni mucho menos un film acerca de la trayectoria de Los Planetas, no es un biopic al más puro estilo mainstream, afortunadamente. Los directores han querido centrarse en los turbulentos momentos anteriores a la grabación de su tercer álbum, analizar los entresijos e interioridades de uno de los grupos más creativos de nuestro país, las relaciones entre sus componentes, las dificultades artísticas, los procesos creativos, la lucha de sus miembros por desmarcarse de la forma de hacer tradicional, las tensiones entre lo rompedor y lo comercial, entre la tradición y lo underground y la relación de amor y destrucción del cantante y guitarrista.

    En Segundo premio no vamos a ver la típica hagiografía de una banda (ya tenemos muchas y algunas muy flojas) o un mero biopic promocional, va mucho más allá, nos habla de relaciones humanas, de las subjetividades que pugnan por aflorar de cada uno de los miembros del grupo, de la innovación artística frente al peso del pasado, de la complejidad de todos los procesos creativos, evitando caer en pomposidades  y rimbombancias, evitando el endiosamiento o la divinización y con un tono equilibrado y poco convencional.

     En la película, porque es una película y en absoluto un documental, eso que quede claro, no encontramos un único punto de vista, hay varios, incluso el de la exbajista May Oliver; Jota, Eric, May, Florent, Paco, etc. nos muestran su relación con el alcohol y las drogas, su proceso de autodestrucción, la complejidad del amor y de las relaciones,  los ensayos, las discográficas (otro tema del que se habla y podría comentarse mucho…), etc. Lacuesta y Rodríguez van a la raíz y han sabido captar la esencia de Los Planetas.

     Nuestros directores consiguen reproducir el ambiente de Granada en los 90, casi siempre con tonos oscuros, vintage e incluso experimentales, muy en la línea de la música del grupo; Manejan con solvencia esos pequeños espacios cerrados y claustrofóbicos por los que se mueve el film, que en algunos momentos parece de Jonás Trueba quien iba a dirigirlo en un principio. En su viaje a Nueva York hay un punto psicodélico que nos recuerda a Lou Reed y la Velvet Underground. En conjunto asistimos a un excelente trabajo de luces y color gracias a la magnífica fotografía de Takuro Takeuchi; hay a la vez un homenaje a uno de los grandes poetas en lengua castellana (Lorca) y a uno de los mejores libros de poesía jamás escritos: Poeta en Nueva York.

    El título de la película alude al segundo premio del grupo en el concurso Rockdelux en 1993, por entonces quizá el más prestigioso en España y que luego sería además el título de una canción. El film tiene un innegable sello personal, trasmite honestidad y veracidad y gustará especialmente a los seguidores del grupo y rockeros indies en general, menos al resto, cierto. Es además un homenaje a Granada porque como comenta el guitarrista en un momento dado del film: !Qué tiene Nueva York que no tenga el Sacromonte …¡

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