Por Antonio Tausiet
El escritor español Fernando Arrabal (Melilla, 1932) vive en París desde 1955. Practica una literatura vanguardista y provocativa que él mismo define como impulsada por el “rigor matemático de la confusión”.
Y añade: “Si algo no es confuso, no puedo creer en ello”. Es un autor reconocido y multipremiado, aunque en España suele considerársele un simple bufón; a ello contribuyó una delirante aparición suya en televisión de 1989, y también su actitud pública, siempre tendente al humorismo y al juego. Sus intervenciones (en presentaciones, conferencias y entrevistas) se caracterizan por una divertida mezcla de erudición, reflexión y exaltación.
Fue cofundador del Movimiento o Grupo Pánico en 1962 en París, junto a Alejandro Jodorowsky y Roland Topor. El nombre se inspira en el dios Pan, cuyos atributos son el terror, el humor y la simultaneidad. El movimiento, heredero del surrealismo y en parte opuesto a él por su defensa de la razón, establece relaciones con la ciencia, la filosofía, la inteligencia, el ajedrez, la memoria, el azar y la confusión. Jodorowsky es un artista y charlatán chileno, de ascendencia ucraniana. Ha dirigido diez películas experimentales. Topor fue un dibujante y escritor francés de ascendencia polaca, especializado en humor negro.
Es miembro del Colegio de Patafísica, fundado en 1948 en París como “Sociedad de Investigaciones Eruditas e Inútiles”. La patafísica es un movimiento cultural vinculado al surrealismo, que adopta una ciencia paródica que estudia las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones. El concepto de patafísica fue creado por Alfred Jarry en su novela Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico (escrita en 1898 y publicada en 1911). Fueron sus miembros artistas como Boris Vian, Marcel Duchamp, Joan Miró, Raymond Queneau, Jean Genet, Jacques Prévert, Umberto Eco, Eugène Ionesco, Jacques Carelman, Man Ray, Max Ernst, los Hermanos Marx o Camilo José Cela.
Arrabal ha publicado novelas, obras de teatro, poesía y ensayo. También es pintor y escultor. Además, ha dirigido siete largometrajes experimentales, de los que los tres primeros se inscriben en el Movimiento Pánico, y por extensión en el surrealismo. Esta es su filmografía comentada.
1971 Viva la muerte ****
Coproducción francotunecina que adapta la novela autobiográfica de Arrabal Baal Babilonia (1959). El cambio de título responde a la frase de un lema hecho famoso por el militar franquista José Millán-Astray, junto con “Muera la inteligencia”. El tema principal de su banda sonora, Ekkoleg (Juego de eco, Grethe Agatz), es una canción infantil danesa muy pegadiza. Se muestran dibujos de Roland Topor, inspirados en El Bosco, en los créditos iniciales y a lo largo de la película. Un niño sufre la ausencia de su padre antifranquista encarcelado; su madre, franquista, está interpretada por Núria Espert. Su entorno opresivo es la España de la guerra civil y la posguerra: integrismo católico, represión sexual, luto, militarismo y terror familiar y social. Se evoca la muerte de Lorca. Sus visiones, viradas a distintos colores, ponen el contrapunto blasfemo, rebelde y creativo a tanto horror. Al final, el niño enferma de tuberculosis y prosigue la búsqueda de su padre ausente. Magnífico panfleto.
1973 Iré como un caballo loco ***
Película francesa, alegato contra la vida moderna. Aden, un hombre atractivo y epiléptico, huye al desierto, tras la muerte de su odiada y deseada madre dominante. Experimenta visiones y sueños extremos de sexo, violencia y religión. La policía emprende su búsqueda. Encuentra a Marvel, un enano ancestral en cuya cueva convive, y que resulta tener poderes mágicos sobre la naturaleza. Van juntos con una cabra a París, donde se instalan. Marvel tiene visiones metafóricas negativas sobre el mundo civilizado (Babilonia). Aden comete un asesinato y luego visita su casa materna. Tras un par de incidentes en un circo y una iglesia, Marvel se casa con una transexual. Aden es herido por la policía y curado por Marvel. Ambos se aman. Aden muere, Marvel se lo come y se transforma en Aden. Interesante festín excrementicio y alegórico.
1975 El árbol de Guernica ****
Coproducción francoitaliana sobre la guerra civil española, rodada en Matera (Italia). Intercala imágenes documentales y escenas alegóricas de sexo, religión y política, muchas con actores enanos. Arrabal ya había escrito en 1959 una obra de teatro titulada Guernica. Vandale, una mujer solitaria, contempla durante la Segunda República el carnaval de su pueblo, Villa Ramiro (trasunto de Ciudad Rodrigo en Baal Babilonia). Cuando está a punto de ser víctima de una violación grupal, lanza serpientes contra sus atacantes. El cacique local tiene un hijo surrealista llamado Goya. Triunfa el golpe de Estado y tanto Vandale como Goya huyen hacia Francia y se encuentran en Guernica, que es bombardeada, aunque el árbol sobrevive. Goya va a Madrid y Vandale vuelve a Villa Ramiro, asediada por los fascistas, donde encabeza la resistencia, con el apoyo aéreo de Goya. Franco gana, pero la pareja escapa, simbolizando la esperanza. Notable ejercicio de documentación y recreación histórica.
1982 El emperador del Perú **
Coproducción francocanadiense. Una pareja canadiense acomodada acoge temporalmente a Hoang, un niño camboyano que se suma a las vacaciones de sus dos sobrinos: la mayor, algo repipi, y el pequeño, con un pato de mascota y muy imaginativo, cuyas visiones se intercalan en la trama. En una excursión, conocen a un viejo maquinista ferroviario (Mickey Rooney) que se hace llamar emperador del Perú, al que visitan en el bosque a diario. Pero el ayuntamiento lo quiere ingresar en un geriátrico. Antes, ayuda a los tres niños a poner en marcha una vieja locomotora, con la que quieren ir a Camboya para que Hoang se case con su madre. Fábula infantil, exenta de las provocaciones extremas de películas anteriores. Bastante sosa, pesada y mala.
1983 El cementerio de automóviles ***
Telefilme francés de estética ciberpunk, basado en una obra de teatro homónima de Arrabal de 1957, versión distópica del Evangelio. Comienza con una cita del Apocalipsis referida a la caída de Babilonia. Tras un desastre nuclear, el roquero Emanou (Alain Bashung, cuya música oímos de fondo) vive con sus seguidores en un cementerio de automóviles. La policía le busca por anarquista y para evitar que dé un concierto. El vil gerente del cementerio (trasunto de Pilatos) es el proxeneta de la puta de Babilonia (Juliet Berto). Se suceden imágenes cercanas al surrealismo y a El Bosco, mientras Emanou emula a Cristo: multiplica unas hamburguesas, reproduce sus discursos, camina sobre el agua, resiste a las tentaciones del diablo, resucita a Lázaro; protagoniza la escena en Belén, la última cena… Al final, se celebra el concierto y Emanou es detenido y crucificado. Filme religioso entretenido e interesante.
1992 ¡Adiós, Babilonia! ***
Telefilme francés con el subtítulo Libertad color de mujer, protagonizado por Lelia Fischer. Su hilo argumental son los encuentros en Nueva York (Babilonia, de nuevo) de una joven asesina con sus víctimas. Nuevo alegato contra la vida moderna, tras el de Iré como un caballo loco. Mediante el recurso de una voz en off leyendo prosa poética, se intercalan tomas de la protagonista por las calles con fragmentos y músicas de obras anteriores, además de otros ritmos étnicos. Ella es un trasunto del propio Arrabal, con su orfandad insumisa, una idea imprecisa de la realidad incardinada en la infancia, el amor como alegoría del tiempo y un misticismo grotesco e iconoclasta. La poesía que, tomada al pie de la letra, lleva al crimen. Obra menor, casi amateur.
1998 Jorge Luis Borges. Una vida de poesía ***
Documental italiano que muestra a Borges hablando en público al final de su vida en Tokio, Ginebra y Milán. Sus intervenciones están mezcladas con imágenes grabadas por Arrabal, tanto de sus películas anteriores como algunas nuevas, añadiendo además tomas de sus cuadros y de otras pinturas. Un puzle que intenta acentuar la sabiduría y erudición del escritor argentino, con sus reflexiones respecto a la creación individual, los sueños, la poesía o el mito. Este audiovisual es heredero del libro homónimo de 1986, que contiene las respuestas de Borges a las cuestiones planteadas en su viaje a Milán de 1985 por parte de varios interlocutores, entre ellos Arrabal. Existe también un libro de 1998 con el guion. Se abre y cierra con la canción infantil que inunda su filmografía desde el principio. Una película cuyo único y apreciable valor son las palabras de Borges.
La historia del arte hace referencia al cine surrealista glosando los filmes fundadores del movimiento, dirigidos por René Clair, Germaine Dulac y Man Ray, pero sobre todo los de Luis Buñuel, que comenzó su singladura cinematográfica junto a Salvador Dalí. Muchos añaden que el único realizador surrealista fue Buñuel. Si bien es cierto que fue el más importante, los largometrajes de Fernando Arrabal pueden inscribirse también en esta corriente. Y no sólo los tres primeros: el de 1983 cierra una clara tetralogía surrealista muy reivindicable. Respecto a las otras tres películas, las de 1982, 1992 y 1998, quedan como curiosidades; la primera, un poco inspirado cuento infantil, y las dos últimas, meros pastiches de rumiante.
Fernando Arrabal es, quizás, el último vanguardista vivo, heredero de una estirpe genial que marcó el siglo XX.
El blog del autor: http://tausiet.blogspot.com/