Napoleón

Fernando Gracia Guía

     Como todo el mundo está opiniando sobre el reciente Napoleón de Ridley Scott, voy a aportar mi granito de arena.

   No pensaba hacerlo, porque solo acostumbro a escribir aquí sobre lo que me impacta o lo que pienso que hay que apoyar porque tiende a pasar desapercibido, lo que no es el caso en esta ocasión.

   De entrada, me sorprende la cantidad de expertos que salen por ahí. Estamos hablando de cine con base histórica, no un tratado de historia ni un documental. Así que era evidente que licencias iba a haber.

   Tampoco me han parecido tantas. Simplemente el guion opta por unos pocos aspectos de la vida del personaje, amén de una selección de sus hechos bélicos. Que se centre en su relación con Josefina me parece bien. Lo que cuenta y cómo lo cuenta lo tomo simplemente como una opinión, así como la forma de presentar las batallas: cine de toda la vida.

    ¿Acaso las muchas veces que ha aparecido el personaje en la pantalla se acercaba sin objección alguna a la posible realidad?

    Claro que una producción anglosajona no iba a regalar los oídos de los franceses. ¿Alguien recuerda el Cid que nos espetaron hace décadas?

    ¿Alguien recuerda la «pinta» de españoles que tenían los personajes de Por quién doblan las campanas? Y así hasta….

    ¿Y Gladiator, donde el protagonista se presentaba desde el norte de Africa a bien arriba de Hispania, como el que va de Madrid a Alpedrete? Y se llevó un montón de oscars, y hasta hay quien opina por ahí que es la mejor película de romanos de la historia. Habrán visto esos Espartaco, solo por citar otra?

   Y dicho todo esto, algo muy sencillo: no me aburrí, pensaba que sería peor, me pareció un buen producto CINEMATOGRÁFICO, y poco más.

   Para saber mucho más sobre aquella época hay un montón de libros. Y en muchos detalles ni los autores se ponen de acuerdo, porque como dijo alguien «no existe la Historia, sino los historiadores». Servidor, donde más aprendió fue en «La cinta roja», de Carmen Posadas -una novela- y «La revolución francesa contada para escépticos», de Eslava Galán -un ensayo, más o menos-.

   Y en el aspecto físico, me parece que dieron mejor el tipo Charles Boyer, Rod Steiger, Pierre Mondy e incluso Christian Claver -sí, el de las comedietas familiares, pero que mira por donde se da un aire-.

    Y otra cosa: esta polémica seguro que le vendrá bien a la taquilla.

    Ya se sabe: ladran, luego cabalgamos.

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