Camino 28 / Quique Gómez


Por Quique Gómez

Puente la Reina (Jaca) (10/02/2017)

Prólogo

    Como siempre, contra viento y marea. Para nosotros no es necesario que se nos confabule la Naturalez, nuestras vidas ya son bastante complicadas.

    Somos solo tres, pero por las dificultades de coordinación que tenemos parece que fuéramos un batallón, para que ésta aventura tire para adelante.

   El martes pasado me entero de que mi tío Alfredo está muy grave en el hospital , el miércoles llamo a mi prima para ver como está y pasar a visitarle y me dice que ya ha muerto.

    Ese día me fui a trabajar con los clientes del día que aprovecho para ir sin coche durante toda la mañana; vuelvo a mediodía para comer y hacer la maleta pues voy a la convención de Logintegral en Madrid y así ya estar listo para hacer el fin de semana la tan deseada nueva etapa del Camino aragonés, también lo dejamos ya hecho con las cosas de Amalia.

    Salimos para el tanatorio. Después pitando a la estación. Una vez en Atocha un taxi y al hotel. Tras dejar la maleta acudo a un asador en Arturo Soria donde nos esperan Ximo y los canarios. Una vez allí me llama Carmen(nuestra Carmen)y me dice que había acudido a verme sorpresivamente y que está en el hotel. Agradable momento. Me acerco a buscarlas(está muy cerca) , despuyés cena «blanda»para ella(le acaban de poner los brackets de abajo), un regalito de Marrakech y despedida despistada en busca de la línea exacta para su destino en la capital( a la cuarta fue la vencida).

   La llegada definitiva al hotel entró en lo que se llama definición exacta de una «relajante copa». Bar a media luz, cómodo sillón, Havana 3 con Coca Cola y pronto…a dormir.

     Al día siguiente 12 horas de interminable convención, tras la cual, una merecida cena común en un asador famoso de Fuencarral, despedida emotiva de un directivo y una actuación mágica bastante memorable. Luego ya nos permiten dar con nuestras fatigadas mentes y agotados cuerpos en nuestras habitaciones del hotel.

    El viernes se completa la convención con su tanda final, comida rápida. Madrid está lluvioso así que el atasco hacia la estación del AVE está asegurado. Llegada, embarque con cierto retraso. El viaje fue corto pero intenso, con una buena muestra de personal pijo madrileño y adustos catalanes.

   Me despido de Pepe y Amalia me recoge en la Estación de Delicias y , vía Puerto de Santa Bárbara, llegamos a Puente la Reina ( Jaca). Viaje rápido, neuronas aceleradas.

    Vicente también estaba de congreso de su editorial con su empresa , haciéndolo en el «otro» Puente la Reina(Navarra). Nos convocó éste día para aprovechar la cercanía montándose tal cambalache y acudir con su propio vehículo(rechazando opciones más comunitarias).

  Día de «cumbayá» mediante, por fin , todos juntos y preparados con auténtica alegría por el reencuentro. Huevos con material diverso acompañándolos y a dormir, tras la obligatoria copichuela en el único local abierto del pueblo.

  Después al Hostal Anaya, discreto y escaso de equipamiento, lo que cabía esperar por estos lares y con estas circunstancias., eso sí, necesitaba ya de una reforma con cierta urgencia, por lo menos veinte años atrás.

   Tras una noche de ronquidos, mañana nos lanzamos a la conquista de la tercera etapa del Camino en tierras de Aragón, saliendo del bonito pueblo de ARRÉS.

   Amalia decide unirse al grupo mueve coches y salimos a las 7:22 en vez de a y cuarto, como teníamos previsto, ya vamos mal. Al menos dejamos todo recogido.

   Aun de noche salimos directamente no a Ruesta sino a Artieda por nuestra sospecha de que la climatología nos va a jugar alguna mala pasada.

Las comunicaciones entre pueblos no demasiado lejanos se hacen lentas y tortuosas por estas carreteras montañosas, la llegada a Artieda es mucho más costosa de lo esperado. Llegamos al pueblo…marcha atrás, con alguna complicación más de la esperada para dejar el coche de Vicente, bajada y , por fin , vuelta a Puente la Reina a desayunar,

    Acudimos al mesón en el trabamos conocimiento del lugar por primera vez ayer a nuestra llegada.

  El tráfico de viernes y sábado es el típico de un fin de semana para esquiadores .

   Intenso café con leche, tostada » de pan»(otra chanza del camarero del «orujo transparente»), de que iba a ser si no.

Arrés- Artieda (11/02/2017)

   Bocadillos y bota, agua y galletas, ponemos gasoil a nuestro viejo C5 y, por fin, con el día muy avanzado nos dirigimos al punto de partida: ARRÉS.

  El bonito pueblo medieval nos acoge con una única plaza de aparcamiento en su muy escasa placita.

  El tiempo no es muy frio y tampoco parece que amenace lluvia.

  Nos ponemos en camino…vaya «monazo» que teníamos.

  No sellar de nuevo ni en Puente la Reina ni en Arrés fue solo el presagio del secano de tinta que iban a sufrir nuestras credenciales.

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