Improvisación / Andrés Sierra

Por Andrés Sierra                                                                                                                                                                                            
      Un par de amigos, payasos, en alguna conversación hablamos del tema de la improvisación.

     Por supuesto que ensayaban, sobre todo, cuando había un “bolo” próximo. Ahora ya no actúan.

    Claramente me explicaron que a veces tenían que improvisar, pero el guión base estaba ahí. La cuestión de improvisar estaba supeditada a algún fallo en la actuación. Es obvio que el público (sobre todo infantil) no se enteraban de la improvisación, y al final todo salía perfecto y todo el mundo aplaudiendo.

    Me tomo la libertad –hablando de bolos- que algunas actuaciones de música he tenido. Debo decir que tocando el piano.

    En una de mis actuaciones estaba presente un amigo, bastante socarrón. Cuando acabé le pregunté qué le había parecido mi música. Me dijo: “como no tienes partitura, no sé donde te has equivocado, pero seguro que no lo has hecho del todo bien”.

      Le contesté que tenía razón, en algún momento de mi interpretación me confundí, así que tuve que improvisar, pero claro, le dije a mi amigo: “Es cierto, mas tú no puedes saber en qué momento”.

    Tengo que matizar que mi creación musical es difícil ponerle etiqueta, anda entre el jazz la música minimalista, tal vez blues…

   ¿Improviso? Sí.

     A veces la improvisación no se mantiene en cuestiones estructuradas de base. Coincide –en el azar de la vida- con las circunstancias que van acaeciendo. Hay que funcionar sobre la marcha, más o menos.

    Por ejemplo un viaje establecido de antemano. Llega el día del viaje, y en algún momento se empieza a torcer; hay que improvisar necesariamente para asegurar el buen desarrollo del viaje. Hay que improvisar también para no llegar a la desesperación.

    Vi una película y en una escena de dos personajes, caminando se encuentran frente a una bifurcación.  Uno decide tomar un camino porque sabe donde va, sin embargo el otro prefiere el camino distinto al de su amigo. “Si vas por ahí, no sabes lo que vas a encontrar”, pero él sigue con su decisión amén de toda la incógnita.

   Ciertamente se podría decir que más bien se trata de supervivencia…; en definitiva improvisar.

    Hay en el teatro, sea cual sea la obra, un guión establecido, todos actores saben su papel pero a veces surge un error por parte de un actor y los demás actores sabiendo el error lo arropan improvisando y al final todo sale bien y también con aplausos como con los payasos de antes.

    En el fondo –diciéndolo metafóricamente- estamos en la vida, más o menos, como quien dice improvisando.

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