La gran estafa / María Dubón


Por María Dubón
https://mariadubon.wordpress.com/

    Tres millones de horas extra sin pagar se hacen cada semana en nuestro país. La degradación laboral llega a cotas de desastre. Cada hora extra sin remunerar es un robo de la empresa al trabajador, respaldado por el Estado con su indiferencia.

    Es, además, una estafa consentida a la Hacienda Pública. También es una práctica perversa, porque regalarle cada día al empresario un tiempo, resulta ya algo habitual. Tanto que nadie habla de horas extra, pues no se pagan. Son un obsequio.

   Personas jóvenes y de mediana edad se lamentan de que, a este paso, nunca podrán planear un futuro. Se ha renunciado a la familia, al tiempo libre, al descanso y a las aficiones. Los niveles de ansiedad y estrés se disparan. Los peques salen de la escuela y sin unos abuelos-niñera, están solos en casa. No es posible atender a los mayores o a los enfermos, que quedan al cuidado de trabajadores más precarios aún. La natalidad española desciende año a año. El trabajo ha invadido nuestra vida y la está aniquilando. Lo peor de todo es que no se vislumbran soluciones para tanto despropósito, porque en lugar de tomar medidas para favorecer la vida profesional y personal, que las familias puedan pasar más tiempo juntas, se hacen propuestas como la de abrir los colegios durante el verano para «colocar» a los pequeños en algún sitio o que se trabajen 25 horas al día, todos los días del año, ahora que la conectividad lo permite.

   Con la crisis se nos ha inculcado que cumplir el horario laboral es de vagos e improductivos. Así que hay que hacer méritos para mantener el empleo, siendo becario a perpetuidad, si la empresa lo requiere o falso autónomo; aceptar un horario flexible, que es lo mismo que no tener horario… Ya no hay límites, ni ética, ni nada. La ley de la selva se impone.

Artículos relacionados :