Últimos eventos del año cinematográfico

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Por Don Quiterio

      En un mundo cada vez más globalizado, lo particular adquiere un valor esencial, y el cine es una de las formas de expresión que sirve para reivindicar la identidad comunitaria.

     La fiesta del cine realizado en Aragón llega con toda su plenitud en los últimos meses del 2013, con un amplio catálogo de festivales y muestras en los que tienen cabida las pequeñas producciones, en un verdadero caleidoscopio de miradas, de unos cineastas entusiastas, capaces de lo mejor y lo peor, pero –siempre- hecho con el cariño que se le concede al séptimo arte. Y es que el cine aragonés vive en permanente estado de buena esperanza, y estos certámenes lo celebran con unos homenajes extensos, e intensos, a tantos y tantos nombres que han compartido su vocación en imágenes con el público. Las muestras giran sus miradas hacia esas personas con nombres y apellidos que han puesto su ilusión, esfuerzo, entusiasmo, intelecto, tesón y sensibilidad al servicio de este oficio, creando centenares de historias con el único fin –un suponer- de deleitar al espectador.

     El festival de cine de Daroca tuvo un protagonista principal en la figura de José Antonio Labordeta, al que se rindió homenaje con la proyección del documental ‘Labordeta, con la voz a cuestas’ (2012), dirigido por José Miguel Iranzo y Joaquín Carbonell, y el corto ‘Carambú’ (1990), realizado por José Antonio Vizárraga, una suerte de fábula moral de alto contenido alegórico y conceptual. En la gala de clausura también se rindió homenaje al director de cine Jorge Grau, representado por el actor José Lifante, con la presencia de la actriz María José Moreno, homenajeada en la pasada edición del festival. La clausura del festival, que fue conducida por Luis Larrodera, comenzó y finalizó con la actuación de la coral Ángel Mingote. En el transcurso de la gala, se presentaron los cortos grabados durante la pasada edición en los talleres de cine del instituto de enseñanza de secundaria del lugar y del centro penitenciario, con Paula Ortiz, Jorge Asín o Rubén Pérez Barrena. Se premiaron los cortos ‘El bosque’, de Aída Ramazánova; ‘Los ojos de Dante’, de Gonzalo Gurrea; ‘Supermadre’, de los alumnos de la escuela de cine ‘Un perro andaluz’; ‘La mala jugada’, de Jeremie Donivar; ‘Lobo negro’, de Pablo Moreno; y ‘Pasos’, de Juan Manuel Mestre.

     En el centro cívico Teodoro Sánchez Punter de Zaragoza tuvo lugar la cuarta edición del certamen de cortos con efectos especiales Segundo de Chomón, organizado por la asociación cultural Bente d’Abiento, cuyo nombre rinde tributo a este turolense pionero del cine mudo y técnico de trucajes en películas como ‘Cabiria’ (1914), de Giovanni Pastrone, o ‘Napoleón’ (1927), de Abel Gance. La procedencia y temática de los trabajos fueron muy variadas y de alto nivel artístico, pues muchos de ellos han recibido premios en diferentes festivales de España o de otros países. También en este centro cívico tuvo lugar la tercera muestra de cine fantástico de terror, que acogió el día de su presentación un libro de Víctor Matellano sobre la figura Colin Arthur, que ha trabajo en películas como ‘2001, una odisea del espacio’, ‘Furia de titanes’, ‘Conan, el bárbaro’ o ‘Las minas del rey Salomón’, y narra los detalles sobre su carrera y sus secretos profesionales de criaturas y maquillajes. También se disfrutó de la exposición dedicada a Guillermo del Toro, así como de dos talleres ejecutados por Marta Aschenbecher y Víctor Boggiano, respectivamente.

     La muestra internacional de cine realizado por mujeres celebró su decimosexta edición con una programación dividida en documentales, un panorama de actualidad, largometrajes, cortometrajes y vídeos del minuto, cuyo único punto en común es que detrás de la cámara, durante el rodaje, había una mujer. Se vieron películas de Estados Unidos, Argentina, España, Bélgica, Alemania, Francia, Burkina Faso, Chile, Canadá, México o Líbano. La presencia aragonesa vino representada por un grupo de recientes producciones: ‘Chan Chan’, de Pilar Palomero, ‘Cosetas d’adentro’, de Lola Gracia Sendra, ‘Videocarta con amiga y feministas indignadas’, de Irene Bailo, y las colectivas ‘Una transición en femenino’, sobre un grupo de mujeres que lucharon por la transición a la democracia, y ‘Científicas que dejan huella”, un documental del grupo Genciana que muestra el diálogo de nueve científicas españolas de prestigio

     El realizador Manuel Arija, que también recibió una mención especial al mejor montaje por ‘Pequeños electrodomésticos’, ganó el primer premio de la segunda edición del festival de cine zaragozano ‘La mirada tabú’ con su corto ‘No kissing’. El segundo premio fue para ‘Un lugar mejor’, de Marisa Crespo y Moisés Romero. También merecieron distintos premios las obras ‘Las casitas’, ‘Hotel Amenities’, ‘Abuelito, ¿te acuerdas?’, ‘Sájara’ y ‘No hair no paranoia’, dirigidas, respectivamente, por Ignacio Nacho, Julia Guillén-Creagh, José Manuel Urquiza, Juan Antonio Martínez y Curro Rodrïguez. Al mismo tiempo, se presentó el libro ‘Rocío erótico’, una publicación que reúne microrrelatos y dibujos de sesenta y cuatro creadores sobre lo censurado, lo prohibido o lo políticamente incorrecto, y que en estas páginas de ‘El pollo urbano’, en su sección de letras, damos cumplida información crítica.

     La muestra de realizadores oscenses celebró su vigésima edición y con ese motivo organizó una programación especial, en la que, además de incluir cuatro días de proyecciones locales, se brindó un homenaje a Eugenio Monesma, uno de los realizadores más representativos de la provincia altoaragonesa. Se vieron trabajos de Orencio Boix, Marta Javierre, Ramón Día, Ángel Orós, Jesús Bosque, María José Hasta, Marisé Samitier, Marcos Núñez, Leticia Martí, Juan Carlos Solominos o Jorge Claver. También se puedo ver el trabajo de Yolanda Liesa y Francisco Palacios de una hora de duración, ‘Liberación o muerte, tres curas aragoneses en la guerrilla colombiana’.

     Ainzón celebró la décima edición de su festival Animainzón. La cita se abrió con la proyección de tres cortos aragoneses realizados por Esteban López Juderías, Germán Roda y Rubén Pérez Barrera. Se ofreció una selección de trabajos de la muestra itinerante del festival de animación Cutout Fest de Querétano. Se proyectaron también los largometrajes ‘El apóstol’ y ‘Aviones: una carrera de altos vuelos’, y se celebraron diversos talleres de animación. Y con motivo del treinta aniversario de la muerte de Luis Buñuel, el equipo de profesores de Criet de Alcorisa planificó una serie de sesiones relacionadas con el mundo cinematográfico. Los alumnos se convirtieron durante una semana en directores de cine y los chicos conocieron también a profesionales de la gran pantalla, como Laura Sipán, Paula Ortiz o Guillermo Chapa.

     La comedia mexicana ‘El viaje de la Nonna’, de Sebastián Silva, abrió el ciclo ‘Amantes de cine’, organizado por la fundación ‘Amantes de Teruel’, un evento dedicado este año a México por haber sido el lugar que acogió al calandino Luis Buñuel en su exilio y celebrarse este año los treinta años de su fallecimiento. Se proyectaron unos filmes de toque surrealista en recuerdo del genial director aragonés: ‘Te presento a Laura’, de Fez Noriega, la animación ‘Gaturro’, de Gustavo Cova, ‘Después de Lucía’, de Michel Franco, ‘Pastorela’, de Emilio Portes, ‘El infierno’, de Luis Estrada, y varios cortometrajes de Nacho Rubio, con coloquio con este actor, director y guionista turolense. Además de proyecciones, este ciclo ofreció talleres y charlas, y la sección de joyas olvidadas rescató la figura de Charley Bowers, uno de los cómicos de la etapa silente, que también dirigió películas con muñecos y dibujos animados, constituyendo uno de los personajes del cine más enigmáticos del cine norteamericano. De hecho, se codeó con Chaplin, Keaton o Harold Lloyd, pero hizo lo que ninguno de ellos, aplicar la técnica de la animación fotograma a fotograma -la llamada ‘stop motion’- a sus películas, de manera que los objetos aparecían o desaparecían, al estilo del turolense Segundo de Chomón, que fue otro de los ejes temáticos junto al tema de los amores imposibles.

     La fascinación por lo monstruoso, muertos vivientes, vampiros, la brutalidad de la guerra, la iconografía gótica o el espanto de la realidad fueron los protagonistas de la decimocuarta edición del festival Periferias celebrado en Huesca. Más de medio centenar de obras teatrales, danza, perfomances, presentaciones literarias, exposiciones, conciertos y, por supuesto, proyecciones de cine conformaron el encuentro de este universo cultural, multidisciplinar y temático, “el único festival de España que reúne estas características”, según su director, Luis Lles, y que son, además, “lo que explica su supervivencia”. Una de las joyas de este certamen fue la proyección del documental ‘The act of killing’, de Joshua Openheimer y Christine Cynn (Dinamarca, 2012), una historia que relata el golpe de estado que hubo en Indonesia en la década de 1960, donde vemos a los militares, los torturadores y asesinos que salieron vencedores y que hoy siguen en el poder.

     También en el municipio zaragozano de Orés se celebró la tercera edición del concurso de cortometrajes de terror, organizados por la asociación Charata y con proyecciones en el ayuntamiento de la localidad. Por su parte, la muestra Movilízate eligió treinta cortos finalistas de un total de ciento cincuenta trabajos audiovisuales recibidos de todos los países iberoamericanos, iniciativa organizada por el ayuntamiento zaragozano, la asociacion de televisiones educativas iberoamericanas y la agencia española de cooperación internacional para el desarrollo, en el marco del quinto congreso iberoamericano de cultura. Y el ciclo de proyecciones ‘La montaña y sus protagonistas’, cuyo objetivo es transmitir y fomentar la afición por la montaña y sus deportes de la manos de los montañeros de Aragón, comenzó con el documental ‘Medicina de montaña más allá del fin del mundo’, de María Antonia Nerín y Clara Morandeira, que cuenta cómo Aragón se ha situado durante años a la vanguardia del rescate y la medicina de montaña gracias a José Ramón Morandeira. La alpinista aragonesa Marta Alejandre presentó ‘Los 213 tresmiles del Pirineo’, Miguel Vidal proyectó ‘Homenaje a Jesús Ibarzo’ (con la primera escalada al Mallo Pisón de Riglos por la vía Carnavalada), el alpinista Jon Ander Beristain hizo lo propio con ‘High over Todra’ (los grandes recorridos acrobáticos de un equipo internacional de especialista en las Gargantas del Todra en Marruecos) y, finalmente, el también escalador Adolfo Madinabeitia presentó el documental ‘Madinawei’.

     La semana del cine de Fuentes de Ebro, uno de los festivales con mayor repercusión en Aragón, homenajeó a la actriz Ana Labordeta y al fotógrafo y cineasta Pedro Avellaned. Como imagen de su mayoría de edad, este festival ha elegido un diseño de Alberto Ladrón Cólera, utilizando aquellos dos rombos de antaño que calificaban las películas y advertían de un contenido no apto para menores. El ciclo ‘Conocer a…’ ofreció tres de los cortometrajes más destacados que han pasado por su sección oficial: ‘La visita’, de Pilar Gutiérrez, que se adentra en la lacra del alzhéimer (primer premio en la edición de 2005), ‘Fotos de familia’, de Paula Ortiz (la de las ventanas que ahora ultima la preproducción lorquiana), y ‘Tengo un secreto’, de Carlos Val, premiado en 2008, la historia de una niña que esconde un secreto y solo quiere contárselo al mismísimo dios. En esta decimoctava edición se programaron los largometrajes ‘Lo imposible’, de Juan Antonio Bayona, ‘Caníbal’, de Manuel Martín Cuenca, y ‘La gran familia española’, de Daniel Sánchez Arévalo. Los cortos a concurso fueron los siguientes: ‘’Ahora, no’, de Ballesteros y Campbell (el gran triunfador, con cinco galardones), ‘El miedo’, de Escolano y Queralt, ‘El pez’, de José Manuel Herraiz (premio del público), ‘En el nombre del miedo’, de Miguel Casanova (mejor actor secundario), ‘Entre cartones’, de José Luis Gil, ‘La peste’, de Víctor Forniés (mejor director y fotografía), ‘Marcelino, no te vayas’, de Román Magrazo (mejor ópera prima), ‘Por qué escribo’, de Urresti y Calavia (mejor actor y mejores efectos especiales), ‘S.O.S.’, de Hugo Ruiz (premio del público), ‘Squash’, de Javier Cirujeda, y los documentales ‘Alas rojas’, de Miguel Lobera, ‘Adiós, padresitos’, de Javier Macipe, ‘Los dominios del Temple en la corona de Aragón’, de Roberto Torrado (premio al mejor documental), o ‘Mil 688’, de David Martín. En la gala de clausura se obsequió con el premio de los valores humanos al documental ‘La plataforma’, dirigida por Jon Herranz, en torno a los desahucios y sus consecuencias.

     La séptima edición de la muestra Proyectaragón rindió un homenaje al productor Eduardo Ducay, polifacético zaragozano que desarrolla una amplia labor en distintos campos de la industria, principalmente la producción, impulsando algunos de los títulos más representativos de la cinematografía española de la segunda mitad del siglo veinte, en proyectos firmados por José María Forqué (‘Tengo 17 años’, ‘La muerte viaja demasiado’, ‘Dame un poco de amooor’), Julio Diamante (‘Tiempo de amor’), Luis Buñuel (‘Tristana’), Francisco Regueiro (‘Padre nuestro’), José Luis Cuerda (‘El bosque animado’, ‘La viuda del capitán Estrada’) o Fernando Méndez-Leite (‘La Regenta’). Se han programado más de ochenta obras de noventa autores que se han producido en la comunidad durante el último año, entre cortos y largometrajes y en sus diversos formatos (documental, ficción, animación, artístico, videoclip). Vicky Calavia, la responsable, seleccionó obras de Emilio Casanova, Pilar Palomero, Víctor Forniés, Lorena Hernández, Cristóbal Vila, Conchi del Río, José Manuel Herráiz, Rubén Pérez Barrena, Gaizka Urresti, Orencio Boix, Javier Espada, Mariano Salvador, Miguel Lobera, Jorge Aparicio o Pablo Aragüés, entre otros muchos.

     Una letra ‘z’ dibujada con fragmentos de negativo bañados en luz roja es la imagen que ha identificado la decimoctava edición del festival de cine de Zaragoza, obra de los zaragozanos Raúl Romo y Mónica Martín. La intensidad del color rojo está ligada a las butacas y a las cortinas de las salas y refleja el poder de seducción del séptimo arte. Este festival que dirige José Luis Anchelergues homenajeó a José Coronado, Gracia Querejeta, Amaia Salamanca y a la BBO, compañía española con una trayectoria de unos cuarenta años a sus espaldas, creadora de ficciones infantiles como ‘Willy Fog’ o ‘David, el gnomo’.

    Asimismo, se proyectaron películas extranjeras dentro del programa ‘Cine europeo en ruta’, dirigidas por la sueca Gabriela Pichler (‘Eat, sleep, die’), el rumano Florin Serban (‘Si quiero silbar, silbo’) o el italiano Daniele Vicari (‘Díaz, no limpies la sangre’). Dentro de los actos paralelos a las proyecciones del festival, se inauguró una exposición sobre la animación en el cine español, un repaso por los distintos tipos de dibujos animados y la historia de este género en España. También se presentó la nueva productora aragonesa Temple audiovisuales, responsable de trabajos como ‘Ventajas de viajar en tren’, de Carlos Martín, ‘Os meninos do rio’, de Javier Macipe, o un spot publicitario de la localidad zaragozana de Murillo de Gallego dirigido por Pepe Tricas. Los premios fueron a parar a ‘Democracia’, de Borja Cobeaga; ‘3-1=0’, de Juan Galiñanes; ‘Te escucho’, de Jorge Blas; ‘Juliana’, de Jana Herreros; ‘Creamen’, de Esther Casas; ‘El ruido del mundo’, de Coke Riobóo; ‘Ring the belle’, de Juanma Bajo Ulloa; ‘Contigo siempre’, de Nuria García; ‘El cosmonauta’, de Nicolás Alcalá; ‘¿Cuántos cocodrilos caben en una mesa?’, de Paula Blesa; ‘Y tú, ¿cómo lo ves?’, de Mar Rodríguez; ‘Enredadas’, de Ricardo Huerga; y ‘Por qué escribo’, de Gaizka Urresti (y Vicky Calavia).

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