Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano
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El portavoz de Izquierda Unida, Sr. Alonso, debe estar pasando por una mala época no sabemos si será porque ha descubierto el placer de disfrutar de una copa de brandy en su sillón orejero con vistas al agobiante Pirineo (cosa que lo distancia a marchas forzadas de sus lejanos regustos obreristas por el calimocho) o que, tal vez, anida el amor en su pecho y ya sabemos que el amor –sobre todo, a ciertas edades- acostumbra a nublar la vista de lo cotidiano perdido entre medias negras de encaje y corpiños rojos y se pierde el norte de la objetividad.
Si no ocurre algo de esta índole, no se entiende su actitud colérica cuando el concejal Azcón (en la oposición municipal) le nombró, fuera de antena, la bicha de sus suculentas dietas en la corporación.
Viviendo como vivimos rodeados diariamente con la aparición de bicocas políticas aderezadas de ceros, el colérico concejal no supo quitarle importancia a un milloncejo de las antiguas pesetas que se embolsa por hacer su trabajo de Zaragoza cultural a Zaragoza deporte pasando por Mercazaragoza y se empecinó en alardear de que sus dietas eran solo de 1.182 € . ¡Qué falta de cintura y de savoir faire político!
Por 4.900 euros de nada, el rabioso concejal ha puesto perros y manos hábiles de mucha gente que se siente zaherida por su soberbia obrera y revolucionaria a buscar papeles y, ¡mira por donde!, le han pillado en renuncio ¡Por 4.900 miserables euros!
Pero claro, amigos, el dinero es para los pobres como la heroína.
Hace muchos años, cuando era jefe de Izquiera Unida Antonio de las Casas se luchaba por dos cosas: la llave de la caja del PC y que los sueldos de los dirigentes (por entonces casi todos ya maestros o funcionarios) fueran como mínimo equiparables a sus sueldos anteriores. Sobre la llave de la caja del PC nunca se consiguió porque tan solo había que esperar a que el pobre Lorientoff acabara cepillándose Progea, fuente de euros y alegrías de aquella izquierda transformadora. Si se consiguió, a fuerza de lucha, lo de los sueldos. Es decir, el arrebatado concejal, en buena ley, debería cobrar unos 26.000 más los correspondientes trienios a 43,63 € /mes más los sexenios a que hubiere lugar si el furibundo militante hubiera cumplido 100 horas de cursos de formación homologadas por la consejería de educación y que le reportarían un pellizco de60,29 €/mes (siempre hablando de criterios de hace unos años que, esperemos, gracias a las mareas, estén ahora en otros límites económicos).
Así las cosas, ¿quién tiene deseos de volver a la tiza para dejar paso a los jóvenes cachorros del marxismo leninismo que aúllan por acariciar esas dietas, siquiera como sueldo anual, antes que irse a pelear por las primaveras árabes?
Hay cosas en nuestra sociedad que son elementales. Uno del PP puede ser corrupto porque le avala su característica política: la derecha es corrupta por naturaleza. Uno del PSOE puede ser corrupto o ereriano, porque le avalan 50 años de lucha hasta domeñar la dictadura franquista que era la única corrupta. La democracia hace que ahora también los socialistas puedan ser corruptos sin pudor. Pero uno de Izquierda Unida no debe, ¡no puede ser corrupto! La IU es el paradigma de la honradez, de la firme creencia obrera en la integridad del dirigente. Si esto se va al garete, desaparecerá la izquierda progresista y revolucionaria.
Y, amigos, a esto no hay derecho. La izquierda unida tiene derecho, como los demás partidos nacionales, a ser corrupta. Bien es verdad que un poco, no mucho, porque entonces casi es preferible dejar a los grandes a sus anchas y ahorrarnos una formación política.
El emberrenchinado portavoz tenía que haberle dicho al concejal Azcón y a todos los zaragozanos: “¡Naturalmente que me llevo 7.000 € de dietas! ¿¡Con que se creen ustedes que se pagan las revoluciones!? ¿Con hostias? No, camaradas. Los dirigentes tenemos que tener “cash” para disfrutar de un brandy en un sillón orejero….¡ y ya vale con darle 12.000€ al partido!…¡Vaya robo!”
Y seguro, que a todo el mundo le hubiera importado un huevo el trasiego de siete mil euros, sobre todo porque nadie nos creemos que sean los únicos ¿A que es gracioso, verdad? Amigos, compañeros y camaradas ¡A caballo! ¡Yihiiiii! ¡Salud!