Por Guillermo Fatás
Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza
Asesor editorial de Heraldo de Aragón
Vean tres cosas de internet. La Gran Muralla china puede verse desde el espacio. ¿Verdadero o falso? El carajo de la vela es una plataforma en lo alto del mástil de un navío. ¿Verdadero o falso? La bandera de EE.UU. procede de la “senyera”, utilizada por la “Marina Militar catalana”. ¿Falso o falso?
Internet está poblada de una cantidad extraordinaria de maravillas y, a la vez, de un número ingente de basuras de toda clase, ingeniosas, groseras, veraces, mendaces, inocuas, peligrosas, trascendentes o banales. Hay innumerables fábulas e invenciones que se propagan de modo que los entendidos llaman “viral”, porque remeda la forma de multiplicarse de algunos virus conocidos por su capacidad invasora.
La red es un caldo de cultivo perfecto para el bulo. El bulo no es un rumor, sino una noticia falsa y pensada para que se propale con un fin non sancto. Quizá derive del caló “bul”, que significa inmundicia, cosa inservible y que produce asco. En internet lo llaman “”hoax”. Para rizar el rizo, hay “hoax” que no lo son, pero funcionan como engañabobos. Mi favorito es la alerta sobre el monóxido dihidrógeno, sustancia letal si se inhala de seguido, causa de quemaduras y congelaciones , portadora de la lluvia ácida y un sinfín de horrores más. Usualmente se llama agua o H20.
Volvamos a la Gran Muralla. Los más creen que puede verse desde el espacio e incluso desde la Luna, que dista 350.000 km. Pero el astronauta chino Yang Liwie volvió de su viaje, en octubre de 2003, y dijo que no había podido verla. El gobierno chino no censuró la información (les aseguro que no es un bulo). El 11 de mayo de 2004, la Agencia Espacial Europea probó con una foto que la muralla sí se percibía a simple vista, desde una órbita entre 160 y 320 km de altura. El orgullo nacionalista chino quedó restaurado. Pero, solo ocho días más tarde, la Agencia aclaró que había confundido la Gran Muralla con un río, que es lo que en realidad se veía en su foto.
Ver la Gran Muralla desde la Luna requiere una agudeza visual miles de veces mayor que la normal y, aun en el límite de la atmósfera, a solo 80 km, habría que cuadruplicar la capacidad del ojo humano. Lo importante para la visibilidad de la muralla no son, obviamente, sus siete mil y pico kilómetros de largo, sino su anchura, que es de unos seis metros. Como la del pilar es de sesenta y siete, la basílica es más visible que la muralla y no digamos las pirámides de Egipto. Sin embargo, la creencia general no cambia.
Estos días florecen otras dos tonterías que acaso pasarán por buenas. La primera la he recibido ya tres veces. Explica, con ejemplos convincentes, que el carajo y el “carajo de la vela” aluden a la plataforma de madera montada en un mástil de barco para otear el horizonte o ayudar en algunas maniobras. Podía enviarse allí a un marinero para cumplir su castigo. Sitio, pues, desagradable y peligroso, de donde viene lo de mandar a alguien al carajo. Pues es que no. Esa parte del navío se llama cofa y el carajo no es sino otro nombre del pene, muy acreditado por los siglos y la literatura. El “carajo de la vela” era expresión del fingido rústico Arzalluz, quizá confundido porque existe una vela llamada caraja. Estar “a la vela” significa estar preparado. En español se insulta al tonto vinculándolo a partes pudendas del cuerpo (tonto del culo y demás), por lo que ser un carajo significa ser un estúpido y un carajo a la vela (no “de la vela”) es un tonto al cubo, voluntarioso y dispuesto a la necedad.
La segunda memez explica, en siete etapas, que la bandera actual de EE.UU. proce “de la Marina Militar catalana”, cuya “senyera de Catalunya” originó en 1600 el pabellón de la “British East India Company”, del que tomó al fin su enseña la nación norteamericana. Un prodigio de fabulación. Si se aburren, busquen esta perla , y otras más, en la web del grupúsculo radical “Catalunya Acció”.
Y no se dejen engañar por los carajos a la vela que pululan a sus anchas en internet. Como es lógico solo dicen carajadas.