Para lograr una vida más feliz … / Pilar Barranco


Por Pilar Barranco
http://eldestinomellevaati.blogspot.com

A menudo se sorprenden los conocidos y casi más los amigos que saben de mi trabajo, ligado a personas en exclusión y que se desarrolla en clubes de alterne, en la calle, etc. y suelen incidir con la misma pregunta: «¿y no te deprimes?». Pues no. Cada día soy consciente de que mi trabajo con excluidos me hace mejor, más fuerte y más feliz.

 

Pero si es cierto que he seguido a rajatabla las indicaciones de profesionales que trabajan en la intervención social. Y les aseguro que a mi me sirve para ser una persona más fuerte y también más feliz.

Los principios parten de la Psicología Cognitiva y del PNL y yo los resumo de un modo tan simple que me ha valido ya el encargo de un librito. Les cuento las tres normals esenciales – a mi humilde entender- para lograr una vida más feliz.Como buque insignia contra las preocupaciones está Dale Carneggie, bastante obsoleto en las formas pero no en el fondo. Más cercanos a nuestro tiempo y nuestras necesidades mi buen ex compañero de tertuliasen Aragón TV, Bernabé Tierno, que me ha obsequiado con excelentes consejos y con sus libros,que les recomiendo. Y mi alegría al leer el libro de Rafael Santandreu, ya que hay muchos puntos en común con el trabajo interior que vengo realizando desde hace dos años. Imagino que he trabajado con las psicología cognitiva y él con Nardone, que es uno de mis referentes.

Ahí tienen los puntos que a mi me sirven para avanzar.

No tomarse las cosas a la tremenda. Es decir, o sentir emociones negativas exageradas, como ya dijo en su día Epicteto. Se puede lograr con la práctica y en el plazo de tres meses se invierte la costumbre o «programación» de pensar de un modo positivo. Todo se puede evitar y es nuestra actitud la que hará que seamos felices. Exige entrenamiento, es decir, esfuerzo, pero merece la pena porque nos hacemos fuertes. Que el compañero trepa de al lado nos hace la puñeta en el trabajo, pues se puede lograr, con cierto entrenamiento, ni verlo. Y si se le ve, hasta que nos de pena. El psicólogo Rafael Santacreu El arte de no amargarse la vida se pone en el límite y les ruego que sigan leyendo, porque así verán que la superación de cualquier problema es posible: se trata de un hombre que se queda viudo. Tiene dos opciones: desesperarse y ser desgraciado, deprimirse, arrastrar a la familia… o entender lo que ha ocurrido y optar por un duelo del que salir reforzado intentando disfrutar de la vida. No crean que es el caso más duro, sino que se parte de Stephen Hawking o Cristopher Reeves para mostrar que tenemos una vida y que nos corresponde a nosotros cómo vivirla.

Evitar a las personas que son tóxicas para nosotros. No nos podemos dejar atrapar por las neuras de los demás. Si ayudar, aconsejar y lo que haga falta, pero sin dejarnos atrapar por los mismos fantasmas y ahí termina nuestra capacidad para ayudar. Pronto sabremos cuando comencemos a caminar quienes son las personas tóxicas: las que nos crean más dolor que felicidad. Quienes nos hacen daño. provocan que desconfiemos de los demás y de nosotros mismos. Quienes hablan mal de todos y de todo… La gente que nos hiere. No se trata de dejar de hablarles, si no pocdemos evitarlas,sino de que en nuestro diálogo interno haya una especie de blindaje para que ellas no nos afecten.

Necesitamos muy poco para estar bien. Todas las necesidades que nos creamos no dejan de ser superfluas. Quejarse sirve de muy poco y la autocompasión sólo conduce a la destrucción. Reeves, antes de morir, contó una experiencia que me ha marcado de por vida. Fue conejillo de Indias de un experimiento con células madre y aunque no consiguió lo que se pretendía él fue inmensamente feliz en su invalidez había podido sentir el tacto de sus hijos y de su esposa ensu piel. Me quejo pero.. ¿comparado con quién?

Cada día es una oportunidad para borrar la pizarra. Para perdonar, para ser perdonado. Para amar, para ser amado. Para volver a ponerse en pie, o de rodillas, para abrir los ojos o la mente. Aprendemos, disfrutamos, reimos o lloramos. Cada día es un nuevo dìa para reinventarse. ¿Nos importa tanto la opinión de lo demás? Que nos importe lo justo.

Y la parte final, que es la más dura, a la que yo no he conseguido llegar, aunque llegaré quiera o no: seamos conscientes de que nuestra existencia es efímera. Que sólo nos llevamos de esta existencia aquello que hemos dado en vida. Frente a un hecho devastador para la mayoría de nosotros los españoles, que culturalmente vivimos un engaño llamado «evitar pensar que no somos eternos» está la realidad de la muerte. Cualquier cuestión comparada con la muerte nos va a parecer absurda.

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