Argentina: Tren Sarmiento, otra tragedia en Once


Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina 

     Dolor, indignación, impotencia y mucha bronca… son algunas de las palabras que explican los sentimientos luego de la tragedia del 22 de febrero en la terminal de trenes de Once, por el choque de un tren contra la punta de riel de la estación.

 

    El resultado fue de 51 muertos y 703 heridos.

     Las pericias darán la explicación oficial sobre las causas del accidente, pero por el momento algunos datos son:

– La línea Sarmiento funciona con trenes de entre 50 y 60 años de antigüedad y no hay certeza que los mismos tengan un mantenimiento adecuado. Si bien hay unidades más modernas de dos pisos, casi no se las ve; el tren accidentado fue construido en 1962

– Se trata de los ferrocarriles construidos por los ingleses, que fueron estatizados por Perón a fines de la década del 40 y privatizados por Menem en los 90; en la actualidad, la concesionaria privada que los gestiona recibe subsidios millonarios por parte del Estado argentino para evitar la suba en el precio de los boletos

– Los trenes viajan abarrotados de gente, en condiciones infrahumanas, por eso se observaban las imágenes de personas aplastadas una sobre la otra, pugnando por no asfixiarse entre sí

– La gente que viaja en la línea Sarmiento se desplaza hacia los vagones delanteros cuando los trenes están llegando a la Estación Terminal de Once, por eso hubo más víctimas en los primeros vagones. Según usuarios consultados, esta costumbre se debe al apuro por salir para tomar otros medios de transporte (trenes subterráneos o autobuses); hace muchos años, no era necesario agolparse adelante porque estaba abierta otra puerta sobre la calle Bartolomé Mitre que descomprimía la salida, que luego se clausuró para reducir el personal empleado en el control de polizones

– El cuerpo de Lucas Menghini Rey – el muerto número 51 – un joven de 20 años fue encontrado 55 horas después de la tragedia. Lucas viajaba en un compartimiento no habilitado en el cuarto vagón y su cuerpo quedó aplastado por la incrustación de éste contra el tercero. Dicen que viajaba en un lugar prohibido y, esto es cierto, pero con trenes abarrotados cada uno viaja donde puede encontrar algún pequeño resquicio

– Con anterioridad a la tragedia, pasajeros de la línea Sarmiento habían protagonizado graves incidentes en más de una oportunidad, como el incendio de vagones en protesta por las continuas demoras y el pésimo servicio

– Y, con posterioridad a la tragedia, hubo nuevos problemas en el Sarmiento: chispazos, fogonazos, demoras y cancelaciones

    Pero retornando a la calle Bartolomé Mitre, a escasos 150 metros de donde ocurrió el gravísimo accidente ferroviario esta calle estaba interrumpida por el recuerdo de una tragedia anterior: el incendio de la discoteca República de Cromagnon ocurrida en la noche del 30 de diciembre del 2004, donde murieron 194 personas.

    Desde aquella fatídica noche, la calle Bartolomé Mitre permaneció cerrada, erigiéndose un santuario que recuerda a quienes perdieron la vida en aquella tragedia. Pero, esta calle cerrada dificultó el acceso de las ambulancias que llegaban para socorrer a las víctimas del accidente ferroviario, que debían desviarse 7 cuadras en medio del caos de un tránsito endemoniado, por lo que se decidió su reapertura con un trazado paralelo a la calle original para respetar el santuario de las víctimas de Cromagnon.

   Tragedias superpuestas… otra más en el barrio de Once, tan cerca de la anterior. Ambas de muy distinta naturaleza, pero ambas evitables si hubieran funcionado los controles correspondientes.

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