Austria: Tabernas austriacas: Miles Smiles


Por Hugo Ester

 

    Comenzamos la guía de Tabernas Austriacas para Músicos y Cerveceros tomándonos una jarra de birra en la pequeña taberna de Herr Cristoph, un entusiasta del jazz que desde hace más de 7 años lleva dando de beber cerveza a los vieneses, claro está con su correspondiente sobredosis de jazz y solamente jazz.


Por Hugo Ester Laín
Corresponsal del Pollo Urbano en Austria

TABERNAS AUSTRIACAS PARA MÚSICOS Y CERVECEROS

«MILES SMILES»

   Comenzamos la guía de Tabernas Austriacas para Músicos y Cerveceros tomándonos una jarra de birra en la pequeña taberna de Herr Cristoph, un entusiasta del jazz que desde hace más de 7 años lleva dando de beber cerveza a los vieneses, claro está con su correspondiente sobredosis de jazz y solamente jazz.

   Este lugar es como el interior de un saxofón, donde las notas fluyen como las nubes para después estrellarse contra el suelo en forma de lluvia ácida. Toma su nombre de la sonrisa del famoso trompetista Miles Davis y es el escondite donde los músicos de jazz de Viena hablan sobre sostenidos y bemoles sin ningún tipo de limitaciones, exactamente igual que como hacen con sus instrumentos.

   En la entrada la pared esta recubierta con toda la programación actual sobre música y cultura de la ciudad, lo cual es perfecto para informarse sobre conciertos y eventos culturales sin tener que sumergirte en dichosos folletos y programas interminables. Con tan sólo un golpe de vista se pueden ver varios acontecimientos apetecibles para cualquier inquieto de la vida.

La taberna Miles Smiles es pequeña y su aura es tranquila y cálida, perfecta para quedar con algún amigo y charlar, ir sólo a escribir un artículo para El Pollo Urbano, o simplemente beber unas cuantas cervezas en honor a Miles Davis, que buenamente se merece un tributo como este. Rara vez se encuentra gente extranjera, a pesar de su perfecta ubicación cerca del centro de la capital austriaca, en la larga calle de Lange Gasse, número 51, cerca del Rathaus (Ayuntamiento), lo cual es inmejorable para sumergirse en la lengua de Goethe en interminables conversaciones con gente de todas las edades siempre interesante y con muchas cosas que contar.

   Los precios no son excesivamente altos, la jarra de cerveza ronda los 3 euros con 50 y la copa de vino, que bien podrá ser un Rioja o un Cabernet, ronda los 2 euros con 50. Además, uno de sus puntos fuertes son sus fabulosos sándwiches, preparados en el acto y muy sabrosos, y sus sopas calientes hechas para disimular el frío invierno de la ciudad.

   Las velas crean un entorno perfecto para disfrutar de la música, y con un cigarro en una mano y una jarra en la otra, puesto que fumar esta permitido y beber es obligatorio, podrán disfrutar de la elegancia inmoral del lugar mientras van contando las notas que crean la canción y el ritmo de la música les invita a dejar crecer la ciudad en su interior.

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