Internacional: Barreras contra la Convivencia


Por Agustín Gavín

      Levantar muros de diferentes materiales para impermeabilizar fronteras ha sido una constante histórica que estigmatiza la incompetencia del ser humano al no poder, no saber o no querer resolver las consecuencias de las guerras o de suavizar las corrientes migratorias. Ello lleva a prolongar los conflictos en el tiempo separando personas y voluntades, destruyendo su identidad como grupo con el paso generacional y lo que es todavía peor, dejar rescoldos encendidos de odio…


Agustín Gavin

Corresponsal Internacional del Pollo Urbano y Presidente de www.arapaz.org   

…entre vecinos con el alto riesgo de que el problema vuelva a renacer.

    En los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial con la Alemania de Hitler casi derrotada, en las conferencias de Yalta y Potsdam, Roosevelt, Churchill y Stalin en Yalta, sustituido Roosevelt por Truman en Potsdam se iban a repartir los vencedores su órbita de influencia.

    El muro más conocido y que determinó el final del siglo pasado en Europa fue el de Berlín, consecuencia en un principio de un botín de guerra territorial de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Rápidamente se convirtió en elemento clave y de propaganda diplomática agresiva utilizando el rearme nuclear internacional para partir el mundo en dos en lo que se llamó Guerra Fría. Un mundo con dos lados antagónicos, la Unión Soviética y sus países satélite comunistas por un lado y el resto del primer mundo autoproclamado mundo libre por otro y todo porque la URSS había llegado militarmente antes a Berlín y le había dado la puntilla al nazismo.

   Cuando en 1989 cayó el muro, se llevó por delante también a la propia URSS y la guerra fría, no tardando mucho en aparecer nuevas guerras. El nacionalismo convertido en ideología dominante, en los entonces llamados países del Telón de Acero sustituyó al estalinismo y sólo una década después hizo explotar a la antigua Yugoslavia y llevó al poder a sectores reaccionarios que siguen hasta ahora como Polonia, Hungría etc., volviendo a dejar el mapa político de Europa como un calco del que hubo entre las dos guerras mundiales con sus nacionalidades restauradas.

   Según Elizabeth Vallet de la Universidad de Quebec y experta en geopolítica en el mundo globalizado hay 74 muros, barreras de contención, alambradas etc. En el siglo pasado había 12 muros el resto son de este siglo y hay varios en fase de preparación a través de empresas especializadas con las técnicas más modernas.

    Los motivos para levantarlos van desde conflictos bélicos, interétnicos y religiosos que suelen aparearse, hasta económicos como es el caso de las corrientes migratorias. Ejemplos son el muro de Gaza construido por Israel con objetivos expansionistas de su permanente proceso colonialista y de control de Palestina. Este Muro no sirvió para evitar la masacre del siete de octubre del pasado año. Hamas un movimiento de liberación nacional para un sector importante de la población palestina con métodos rudimentarios como ala deltas y vehículos todo terreno, materializó un asesinato en masa de inocentes y provocó la apertura de las puertas del infierno en palabras del ministro de Defensa israelí, convirtiendo una venganza en un genocidio.

   Otro muro es el construido por Arabia Saudí, con más de 1000 kilómetros, en sus fronteras con su patio trasero Yemen, territorio muy importante para la cuenta de resultados saudí en la exportación de crudo. Los 3200 kilómetros de muro entre Pakistán y la India por el contencioso de Cachemira que dicen se ve desde el espacio por su luminosidad. Las relaciones entre esos dos países estos días está en ebullición con el agravante que los dos poseen armamento nuclear de última generación. O el muro que levantó el régimen totalitario polaco con Bielorrusia o el de Turquía con Irán para acceder a su ansiada entrada en la CCE, en la OTAN ya está desde 1952.

   Vivimos de cerca el cierre con alambradas de espino y militares de la frontera entre Macedonia del Norte y Grecia en Idomeni evitando que refugiados y emigrantes se pudieran incorporar a la ruta balcánica con destino a países del norte de Europa sobre todo Alemania, esa vía hacia la prosperidad que nacía después de haber dejado el Mediterráneo miles de personas desde las costas tunecinas en los barcos de las mafias. Muchos murieron ahogados antes de llegar a Grecia, Malta o Italia y otros en los helados caminos y carreteras griegas, búlgaras, húngaras austriacas etc. en eses duro invierno del 2016.

     El muro que afecta directamente a nuestro país porque está en una antigua colonia, en el Sahara Occidental. Un muro construido por Marruecos para separar su territorio por el conquistado por la República Árabe Saharaui Democrática después de las guerras de los ochenta. Un Muro de adobe y cemento con fosos y sembrado de minas anticarro y antipersona. Son cuatro muros seguidos de casi tres mil kilómetros que tienen por objetivo evitar que el pueblo saharaui pueda volver al territorio ocupado por Marruecos en la Marcha Verde de 1975 cuando 400.000 civiles y 20.000 militares alentados desde la cúpula de la monarquía entonces Hasan II, invadieron la colonia española ante el vacío de poder y el entreguismo del gobierno de aquella época con un Franco agonizante.

     Entre Marruecos y España, concretamente entre Nador y la ciudad autónoma de Melilla, otro muro controlado por Marruecos trata de evitar la entrada de migración ilegal llegada del África subsahariana, que se hacina en el famoso monte Gurugu donde desesperados y hacinados entre matorrales esperan saltar a territorio europeo a través de España, a pesar de las cuchillas colocadas en el muro, las famosas concertinas. Una situación que regula la administración marroquí y sus fuerzas del orden en lo que parece un sistema de presión política o chantaje por parte de la monarquía alauita en sus ambiciones territoriales en el Sahara Occidental y en sus caladeros de pesca.

    El muro levantado entre Méjico y EEUU merece un estudio aparte. En estos momentos además va a ser un epicentro electoral. De hecho, Biden y Trump van a coincidir estos días allí en la precampaña electoral.

   Las barreras van a ir en aumento cuando amainen los conflictos casi olvidados en África, cuando acabe la guerra de Ucrania, de hecho, ya había barreras en la región de Donest, está complicándose la situación en Moldavia entre los prooccidentales rumanos y los prorrusos de la autoproclamada República de Transnitria cerca del Mar Negro y seguramente más lugares que se nos olvidan.

    Mientras tanto los organismos internacionales Naciones Unidas o los tribunales de litigios Internacionales y penales están secuestrados por la media docena de países que controlan el planeta.

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