«Ordenando el tiempo» de Monika Gryjier en el ECAD


Por Egenio Mateo
Fotos: E.M., Fáfa y Sofía

     A los valientes que se acercaron a la inauguración de Mónika Grygier, hay que reconocerles valor y aprecio porque la noche estaba francamente desapacible- no olvidar que Zaragoza es patria de nieblas y cencelladas-por eso, nuestra gratitud y reconocimiento.

 

      La artista lucía radiante, vestida por diseñadores polacos, con ese aspecto de mujer valiente y tierna a la vez. Los asistentes, nuestros amigos, fueron menores que en otras ocasiones, pero la noche de ayer disponía de una galería de eventos demasiado numerosa que nos obliga a competir por el espectador, como en un share televisivo. Estamos pensando en variar el día elegido, que suele ser los jueves, para las convocatorias del E.C.A.D.

    No obstante, dejando de lado los inconvenientes, entre los invitados la opinión general era la calidad y la capacidad creativa de Monika. El detalle de que las obras expuestas habían sido secuenciadas ex profeso para nuestra galería fue reconocido públicamente, considerando a la autora como de casa. Pudimos compartir unas copas de excelente cava con los artistas Carlos Celma, Paco L.Francés, Marigé, Mariela G.Vives, Arrudi, Paco Rallo, Carmen Inchausta, José de las Muelas, Julia Reig, Juan L. Borra, Débora Quelle, Jaime Asiain, la escultora oscense Bruna. Empresarios como Angel Jordana, Luis Yagüe, Manuel Facius, Carlos Maurel, Pepe Benedí, Jose A. Porcel;los profesores de la Unizar, Manuel Medrano y Marian Diaz, el poeta y profesor Mariano Ibeas, Sofia Sierra de A.S.P.A., el comunicador Gabriel Villuendas y otros. A todos, muchas gracias en nombre de Monika Grygier y del nuestro. Las obras podrán verse hasta el 8 de enero.Ordenando el tiempo

   «Aunque parezca mentira (sabemos que Mónika Grygier ordena el tiempo en sus pinturas) han pasado tres años desde su primera exposición en el E.C.A.D. Para los comunes mortales el tiempo es algo que misteriosamente se nos escapa de las manos. Como realidad infalible nuestro destino en lo universal es efímero pero las obras que la especie humana ha conseguido crear, nos pervivirán pese al tiempo, pese a todo. Mónika es una artista honesta a partir del momento en que deja de la lado las concesiones que supongan intromisión en sus ideas y disipa en el lienzo todas las dudas que la búsqueda le provoca, transcendiendo limites hasta conseguir apresar en el desorden aparente, la secuencia que marcan minutos y segundos.


 
    Nos mostró, en sus cuadros, las ciudades como la ven los pájaros. Descendió hasta los perfiles de tejados presentidos. Surgieron las planimetrias de mágica arquitectura. Las horas detuvieron instantes que en su pincel evocaron a los maestros rusos del constructivismo; pero en su mente eslava la determinación por el trabajo no le permite al tiempo detener su curso, para, en frenética estampida, perseguir los sueños, comunes para todos por lo demás, de atrapar ese instante que media en un latido y ese momento del minuto de silencio. Su evolución camina a la introspección del íntimo retiro, desde donde se pueden ver los rayos luminosos del devenir de un reloj a quien nadie da cuerda.

   No soy capaz de predecir su futuro creativo. Sin embargo soy capaz de reconocer la calidad que atesora. Dejemos que ordene los segundos. El tiempo, filosofía conductora, será proclive a permitir que la pintora lo descubra.

   Traemos las veinte obras que desde hoy y hasta el ocho de enero, se exponen en el Espacio Cultural Adolfo Dominguez. La secuencia de imágenes es la que la artista ha querido aplicar ordenando el tiempo. El corte pasado/presente se inicia a partir de una tabla de planchar con vida propia. La deconstrucción se reinventa en los símbolos de un marca pasos que avala los lentos movimientos de esa ambigua sensación de viaje inacabado que es el tiempo».

ORDENANDO EL TIEMPO de Mónika Grygier.
Hasta el 8 de Enero

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