Románico de Huesca: de Montearagón a Casbas

Coordina Chusé Aragüés

     Desde las cumbres del Pirineo hasta el valle del Ebro, la provincia de Huesca guarda uno de los conjuntos más importantes de arte románico del mundo, y en todas las comarcas encontramos…

…interesantes castillos y templos, como muestra este recorrido hacia el este de la ciudad de Huesca. Tres antiguos monasterios, cada uno con su peculiar historia, jalonan esta ruta, con monumentos que recorren la historia de este estilo, desde sus orígenes a la transición al gótico.

   Próximo a la capital, una pista asfaltada lleva desde Quicena al castillo de Monteargón, mandado construir por Sancho Ramírez en 1086 para preparar la conquista de Huesca y luego sede de un poderoso abadiado que llegó a poseer 77 poblaciones.

   Del inicial conjunto militar se conserva la cripta, la torre del homenaje (campanario) y la torre albarrana, unida a la muralla. En el siglo XII, este recinto se englobó en otro mayor, con torres en los ángulos. Se conservan también elementos de distintas reformas entre los siglos XV y XVIII.

   Hacia la sierra de Guara, varios pueblos que fueron posesión del abadiado conservan restos románicos; destaca la ermita de San Miguel, en Barluenga, sencillo edificio al exterior pero con  una rica decoración pictórica interior, con una techumbre mudéjar y magníficas imágenes, ya en estilo gótico, del Juicio Final en su cabecera. Próximas están las iglesias de Chibluco y San Julián de Banzo y la torre de vigilancia de Santa Eulalia la Mayor.

   San Julián de Banzo es además punto de partida para una excursión a pie (unas 5 horas ida y vuelta) hasta el antiguo santuario rupestre de San Martín de la Valdonsera, originario del siglo XI, aunque el lugar está ligado a la fertilidad desde tiempos remotos.

   Volviendo a la carretera nacional hacia Barbastro, un desvío lleva a Ibieca y, por pista señalizada, a la iglesia de San Miguel de Foces, resto de un monasterio abandonado ya en el siglo XV. La portada, con cuatro arquivoltas de decoración geométrica y vegetal, sirvió después como modelo para la puerta del Palau, uno de los elementos más antiguos de la catedral de Valencia, aunque su principal tesoro artístico son las pinturas que en el interior decoran los sepulcros de la familia Foces,

  Retornando de nuevo a la carretera a Barbastro, se pasa por Angüés, desde donde la A-1228 lleva hasta Casbas de Huesca, donde se halla el monasterio de Nuestra Señora de la Gloria, el mejor ejemplo de monasterio cisterciense femenino de todo Aragón, habitado entre 1174 y 2003.

   Según el modelo del cister se ubica dentro de un recinto amurallado al que se accede por la torre del Homenaje. El estilo románico está representado principalmente en la portada de su iglesia, mientras que el claustro es ya una obra gótica, como las dependencias que se organizan a su alrededor, como los dormitorios o la sala capitular.

Texto extraído de Guía del Románico I Alto Aragón, Prames, 2011

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