Por Dionisio Sánchez &+
Director del Pollo Urbano
elpollo@elpollourbano.net
Queridos amigos, compañeros y camaradas:
Acabo de terminar de leer el “Homo deus”de Yuval Noah Harari, y todavía estoy en estado de “shock” angustiante al conocer sus estimaciones sobre el fenómeno social conocido como “datismo”.
Según una primera apreciación, el datismo es un término que se refiere al uso excesivo (o no) de datos y cifras en la argumentación, a menudo de manera fría y deshumanizada, sin considerar el contexto o las implicaciones sociales y humanas de esos datos. Es, pues, una tendencia a recurrir a la información numérica o estadística para respaldar una postura o tomar decisiones, pero de forma aislada, sin tener en cuenta otras variables cualitativas importantes.
El datismo también se ha utilizado para describir una ideología o enfoque que pone un énfasis desmedido en los datos y en la tecnología para tomar decisiones, a veces en detrimento de aspectos éticos, emocionales o sociales. En este sentido, puede implicar una visión reduccionista del mundo, donde las personas, las emociones y los factores humanos se ven como secundarios frente a los números y algoritmos.
En resumen, el datismo es el uso (y a veces abuso) de los datos para justificar decisiones o posturas sin considerar su impacto más amplio o humano.
El concepto de datismo como una «nueva religión» se refiere a una perspectiva filosófica y cultural que coloca a los datos, la información y la tecnología en el centro de la toma de decisiones y la comprensión del mundo, de una manera casi dogmática. Este enfoque sugiere que, al igual que en las religiones tradicionales las creencias se basan en principios trascendentales, el datismo ve a los datos como la fuente última de verdad y conocimiento. En este sentido, se podría interpretar como una «religión» porque promueve una creencia casi incuestionable en la eficacia y el poder de los datos y los algoritmos para comprender y gestionar la realidad.
El datismo, en este sentido, tiene algunas características clave:
Adoración de los datos: Al igual que una religión puede venerar a un dios o a ciertos principios, el datismo considera que los datos son una fuente suprema de conocimiento, más allá de las interpretaciones humanas. La creencia es que con suficientes datos y el uso adecuado de algoritmos, se puede resolver cualquier problema y predecir el futuro.
Deshumanización de las decisiones: Similar a cómo las religiones pueden buscar una verdad universal por encima de las perspectivas individuales, el datismo tiende a minimizar las particularidades humanas, éticas y emocionales. Las decisiones basadas en datos tienden a ser objetivas, pero pueden carecer de la empatía o el contexto necesario para comprender problemas complejos en su totalidad.
Predicción y control: El datismo, como religión moderna, se centraría en el poder de los algoritmos y los sistemas de inteligencia artificial para predecir comportamientos humanos, identificar patrones y tomar decisiones de manera autónoma. La idea es que, a través del análisis de grandes volúmenes de datos, se puede comprender y controlar el futuro, de manera similar a cómo una religión podría ofrecer «respuestas» o «guías» para la vida.
Fe en la tecnología: Al igual que muchas religiones tienen líderes o figuras mesiánicas, en el datismo la fe está depositada en los avances tecnológicos, las inteligencias artificiales y los sistemas que procesan grandes cantidades de datos. Se tiene una creencia casi ciega en que la tecnología resolverá los problemas de la humanidad y proporcionará las respuestas correctas.
Y mientras, los pobres ciudadanos estamos colaborando de una eficacísima manera a que los macro controladores de datos nos los vayan chupando y, lo que es peor, “gratis et amore”.
Es más, no olvidemos que los “datos” son el nuevo oro negro de la humanidad . Y ahora, una pregunta inocente al filo de lo escrito: ¿Alguien en su sano juicio pensaba en que Trump le iba a pegar a Makala Harris semejante paliza electoral? Pues Elon Musk , sí. ¿Y que tiene Elon Musk aparte de dólares, cohetes espaciales y vehículos eléctricos para controlar junto con su colega Chris Wright ,ministro petrolero, el mercado de la automoción? Pues ni más ni menos que una de las mayores empresas de control de datos llamada X, antes Twiter , con 540 millones de usuarios. ¿No les da qué pensar? Pues amigos, casi nada lo del ojo y lo llevaba en la mano.
A caballo, ¡Yihíiiii! Salud!