Teatro en tiempos de pandemia / María Gómez


Por María Gómez y Patiño

     El largo período de pandemia en el que todavía estamos inmersos ha sido utilizado de una forma bien diferente.

    Algunos lo han utilizado para crear o producir piezas de arte, bien literatura: ficción, poesía o ensayo; música, cine, pintura y teatro. Tal es el caso del grupo de teatro, dirigido por Luis Casáus quien, desde su Teatro de Robres, ha presentado este fin de semana en Zaragoza una obra basada en hechos reales, titulada: Cucaracha. Sangre, amor y muerte en los Monegros, inspirada en la novela: Cucaracha el bandolero y narra las aventuras de este bandido y sus acólitos. Este hecho no tendría tanta importancia si no fuera porque se trata de un grupo que no es profesional y que proyecta un Corral de Comedias en Robres.

    La descripción del Aragón profundo del siglo XIX es espeluznante. Un tiempo en el que las desigualdades sociales eran tan fuertes que provocó la aparición del bandolerismo, como un fenómeno universal, no solo en la ficción, como Robin Hood en el Reino Unido o en la realidad, como Cósimo Giordano, o Pino Greco en Italia. La pieza teatral está muy bien desdramatizada por los toques de humor que el protagonista principal (Roberto Nistal) interpreta de una forma brillante en un cuasi monólogo, aderezado por una música en escenario interpretada por José Bellosta y Antolín Santolaria

    Curiosamente, mientras que en toda España es conocido el bandolero José María El Tempranillo, Mariano Gavín, El Cucaracha es casi un desconocido en Aragón y más aún en el territorio nacional. Mientras el andaluz actuaba a sus anchas en Sierra Morena, el aragonés lo hacía en la Sierra de Alcubierre, y en diferentes pueblos de la Comarca de Los Monegros.

    Las mujeres también están presentes en la obra: Jobita, que habla desde una imagen proyectada en el background del escenario y es la mujer del protagonista, quien cuenta a su vez, que también había mujeres bandoleras como Margarita Cisneros, de Tamarite o Espinela en Caspe. En Italia también fue famosa Pluma de Filomena. Aunque en menor medida y por razones obvias, la presencia femenina en la sierra era menos frecuente. Si la vida de los bandoleros varones era difícil, al vivir a salto de mata, para las mujeres lo era aún más. Pero su existencia nos permite pensar que la idea positiva de justicia social también estaba presente en la mujer, igual que los delitos personales o pasionales.

    La leyenda, la historia y la literatura se funden de una manera inextricable y el romanticismo canta las gestas de los bandidos: «Robar a los ricos para dárselo a los pobres» era el eslogan más repetido y aceptado socialmente.

   En todo caso, tanto si la base es una leyenda o la historia, podría decirse que si Teruel es la ciudad del amor; o Caspe es la ciudad del Compromiso; Alcañiz la ciudad del motor, Robres podría convertirse en la Villa del Teatro, cuando se materialice el proyecto de Corral de Comedias proyecto presentado y aprobado por el Ayuntamiento de Robres y que fue ideado y puesto en marcha por este mismo grupo.

Publicado en: https://www.elperiodicodearagon.com/opinion

 

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