Todos hemos oído hablar de Bali. Es el destino más conocido de Indonesia.Desde hace años todas las agencias de viajes tiene este destino turístico para ofrecer. Una de las razones de que continúe siéndolo es lo que la diferencia del resto de Indonesia, su religión. Su hinduismo mezclado con budismo y animismo, hacen que Bali tenga una espiritualidad peculiar.
Marta Notivol (Texto y fotos)
Corresponsal del Pollo Urbano en la Polinesia Francesa
El turismo que nosotros deseamos se adapta mucho más a estas creencias que a la religión musulmana del resto de Indonesia. No por ello mantienen menos rituales. De hecho debe su nombre a los 20.000 templos que hay en la isla con 5.700 Km² y 3 millones y medio de habitantes. Este dato de todas formas, en mi opinión, se refiere únicamente a grande templos, porque es habitual que muchas familias tengan su propio templo, y todos los municipios también. Hacen ofrendas a sus dioses dos veces al día, en sus casas, sus negocios, las casas de los extranjeros y los negocios de los extranjeros. Aunque sencillas, son constantes. Una pequeña cestita de flores, un café, alguna fruta, agua y una barrita de incienso encendida…, colocadas con cuidado, con un pequeño elemento en el atuendo (un cinturón y un sarong) y agua perfumada espolvoreada con cierto aire de meditación que colocan todos los días en lugares determinados de la casa o en la entrada para protección de la misma y de todos los miembros de la familia. Si el propietario no lo hace, normalmente porque es extranjero, cualquier empleado del negocio o vecino vendrá a hacerlo.
Sin embargo tantos años de turismo que aportan bastantes ingresos con visados de entrada y salida, no han hecho de la isla un lugar especialmente próspero. Por un lado se han desarrollado multitud de hoteles de gran nivel, situados en lugares de ensueño y a un precio excepcional. El nivel de vida es otro gran atractivo. Se puede disfrutar de lugares, restaurantes, playas , masajes….etc por poco dinero. 15.000 rupias, moneda indonesia, corresponden a un euro, de manera que nos resultaba algo complicado manejar millones y confundíamos billetes de 10000 con 100000.
Por otro lado, la mayoría de la población se dedica al comercio y al turismo (excepto en el norte y este de la isla), además del cultivo del arroz y la pesca. Esto hace que se desarrollen multitud de comercios en serie, y que cualquier familia posea varios negocios simultáneos, restaurante, cambio de moneda, alquiler de coche y conductor. Las zonas turísticas resultan excesivamente espesas y los turistas somos máquinas de dinero. Como los balineses son muy agradables, este exceso no resulta incómodo, pero si antinatural.
Otro aspecto curioso de su cultura es la identidad. Conforme vas conociendo a personas te das cuenta que casi todas utilizan los mismos nombres, tanto para hombres como para mujeres. Pronto averiguamos que se trataba del orden de nacimiento en la familia, pero como solo hay 4 nombres ( Sané, Tané, Wayan y Ketut) al tener un quinto hijo comienzan otra vez con el primero. Es fácil sacar la conclusión de que la familia es un núcleo importante de organización económico y social. Poseen otro nombre, que descubrí buscando amigos en facebook, que imagino les ayudará a diferenciarse a nivel burocrático.
La pertenecía a un grupo social, familiar o territorial es muy importante para ellos. Esto se ve reflejado también en la actividad escolar que desarrollaban todos los colegios durante el mes de agosto. La escuela es importante. La mayoría de los niños asisten a ella con uniformes y en motocicleta si es necesario. Pueden ir tres niños en una scooter perfectamente peinados, vestidos y con gran responsabilidad para ir al colegio. Los horarios no son muy largos, mañanas o tardes, o dos horas para los más pequeños al punto de la mañana.
Pude asistir a una escuela de infantil, donde me mostraron con gran orgullo su destreza en marchas (tipo militar) de los más pequeños. Dedican, en todo los niveles, largas horas de entrenamiento a estas marchas que muestran en las calles. Siempre marchas en grupos y por parejas, de cada aula. Unos 16 a 20 niños o niñas por separado, con un/una director/a que va diciendo en voz fuerte el ritmo de marcha y algunas frases que son respondidas por el grupo con gran entusiasmo. Existen competiciones de todas las escuelas y trofeos el día de la nación. Las hacen en las carreteras o calles de la ciudad o pueblo y asisten multitud de padres a verles.
A pesar del colorido y la animación de estas manifestaciones culturales, no puedo por menos que pensar en los objetivos educativos de esta actividad y en lo realmente aprenden: coordinación, disciplina y sentimiento de grupo. No veo mucho más.
Llaman especialmente la atención las ceremonias. Hay con frecuencia. Consisten en entregar ofrendas de forma muy decorativa y trabajada, bajo la tutela de directores espirituales. Posteriormente estas ofrendas se distribuyen para su consumo y no siempre son guardadas en los templos por los sacerdotes. Otras veces, se desarrollan simplemente en templos familiares. Recuerdan a sus ancestros y solicitan la protección para todos de los malos espíritus.
Existen ceremonias de cremación colectivas para todos aquellos que no tienen la posibilidad de hacer cremaciones individuales al fallecer el familiar dado su alto coste. Así, los municipios organizan dichas ceremonias cada cierto tiempo y los familiares son exhumados de sus lugares de reposo en espera de la ceremonia.
Lo interesante de esas ceremonias es la forma en que, con el trabajo colectivo, construyen los altares para las ofrendas, la cremación o el sacerdote con troncos de palmera, hojas y otros elementos vegetales. Los banderines de colores dan el toque final al conjunto ondeando al viento, de la playa o de la montaña. Todo ello se realiza con una gran minuciosidad, orden y solemnidad.
Después de varios días, acuden poco a poco y sin prisas todo el mundo, con cierta felicidad y ataviados con sus sarongs (pareo) y en la cabeza el udeng para los hombres y sarong, kebaya(blusa) y senteng (cinto) para las mujeres.
Es característico ciertos granos de arroz pegados en la frente, entre las cejas. Todos lo llevan para asistir de forma correcta y completa.
Los balineses siguen dos sistemas de calendario: el calendario occidental y calendario Saka. En este calendario, un mes tiene 35 días, un año 420 días. Así pues, la fecha del nuevo año varía año a año con respecto a la fecha del calendario occidental.
En el calendario Saka el Año Nuevo cae el día después de la luna nueva. En el primer día de este año se celebra el día del silencio «Nyepi» como un día de tranquilidad donde no se puede encender fuego, ni tomar ningún transporte, ni trabajar, ni oír o tocar música, ni usar luz.
Y por último, las danzas, que forman parte de rituales y expresan tanto la vida cotidiana como representan el bien y el mal, con su eterno enfrentamiento. Lo cierto es que son de una gran armonía y expresión. Los gestos de los ojos y los movimientos de la cabeza y manos hipnotizan durante un tiempo. Forman parte de ceremonias y festivales.
También forman parte de las ceremonias las luchas de gallos con apuestas, pero aunque oímos hablar, en la actualidad están prohibidas. Se siguen realizando, pero nosotros no pudimos acceder a ellas. La cría y venta de gallos de pelea, es todavía de gran importancia. Eso sí que se ve con frecuencia y además de la fuerza, tienen un colorido en su plumaje que no parecen los mismos gallos de los corral que nosotros conocemos.
Bali merece también ciertos recorridos turísticos, no por ello poco interesantes. Nosotros seleccionamos tres templos.
Pura Besakih, lo vistamos por su proximidad a nuestro Amed y por ser el que tiene más importancia religiosa de la isla. Situado a la falda del volcán es su lado suroeste, goza de una vista al mar desde los torreones hinduistas muy bonita, aunque su frecuente nubosidad no siempre o permite verlo. De hecho nada más llegar los comerciantes de los chiringuitos situados a la entrada y a lo largo de toda la calle de acceso, te ofrecen paraguas para la visita, la cual es obligado hacerla con sarong.
El Templo tiene grandes dimensiones y siete niveles. Así como multitud de espacios diferentes de culto y para distintas grupos sociales (sacerdotes). Nuestra visita coincidió con ceremonia, no muy extraño allí, pues realizan ceremonias con cierta asiduidad, lo que le dio una gran vistosidad y nos hizo poder observar las costumbres de las ceremonias de Bali: Trajes, juegos, músicas, comidas, ofrendas…
Pura Tanah Lot fue otro de los seleccionados. Este es imposible de omitir y el más visitado por su belleza y su emplazamiento dentro del mar. Su leyenda le acompaña con serpientes sagradas que lo custodian bajo la roca y una fuente sagrada de agua dulce dónde purifican a todos los que lo deseen. Su visita es diferente con marea alta o baja y de mañana o de atardecer. Nosotros optamos por este último y la marea coincidió que era baja, facilitando la visita. Los recorridos por el acantilado nos ofrecen distintas vistas del templo y de otros templos situados a lo largo del camino. Es extraordinario.
La ciudad más agradable de visitar es UBUD. Toda ella es un museo. Su antigua artesanía ha evolucionado y es un centro comercial de alto nivel y con hermosas tiendas y calles. Su bosque de los Monos, es también curioso. Se puede ver en plena ciudad una sima con gran vegetación, agua y monos que acostumbrados a los turistas son el deleite de todos. Sin embargo hay que ser cauteloso, son macacos y a veces gastan malas pulgas, así como les gusta quitarte objetos que luego no se sabe dónde van a parar.
Muchos son los pueblos que puedes visitar. Aquellos que están más distantes de las carreteras y guardan su vida de forma más autóctona, se han organizado para obtener ciertos ingresos para el municipio de una forma poco sangrante. Dejas un donativo a voluntad y firmas en el libro de visitas. Después te dejas llevar por un guía, que en algunos casos hablan en varios idiomas, como en Tenganan, verdadero pueblo con costumbres balinesas anteriores a la influencia de la India. Sin embargo en otras ocasiones no alcanzas a intercambiar ideas y te hacen recorrer rápidamente un pueblo con poco interés.
Ujung Seraya es el Palacio del agua inspira calma y es de gran belleza. El último Rajá de la región Karangasem lo construyó y vivió en él. Un terremoto en 1979 destruyó parte de él, pero guarda todavía una gran parte.
En todo caso Bali es para disfrutarlo. Se trata de elegir algunos destinos a visitar, pero no muchos, para que nos quede tiempo de hacer otras actividades y dejar que el tiempo pase delante de nosotros con la tranquilidad que merece.