Argentina: Muertes misteriosas

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Por Gloria Cohen

   Resulta muy difícil escribir sobre muertes dudosas ocurridas recientemente y que la justicia no ha podido dilucidar hasta el momento. Por lo que, estas líneas solo tienen como objetivo comunicar y no realizar elucubraciones sobre lo que pudo haber ocurrido.

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Por Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina

  La muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida el 18 de enero en su apartamento del exclusivo barrio porteño de Puerto Madero, ha desatado una conmoción política que trascendió las fronteras.

    Hasta el momento no ha podido determinarse si se trató de un suicidio, de un suicidio inducido o de un asesinato y se carece de pruebas fehacientes para corroborar cualquiera de estas hipótesis, dado que fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza sin detectar vestigios de pólvora en sus manos, ni tampoco huellas identificables de otras personas.

    Es que el fiscal Nisman iba a presentar al día siguiente los detalles de una denuncia contra la mismísima Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y otros funcionarios gubernamentales, ante una Comisión conformada en el Congreso de la Nación en enero, mes de receso judicial y legislativo en el que sólo se tratan cuestiones de suma gravedad.

   Para comprender los contenidos de la presentación que iba a realizar el fiscal hay que remontarse a otro luctuoso hecho ocurrido hace más de 20 años en Buenos Aires, más precisamente el 18 de julio de 1994: la voladura del edificio de la AMIA –Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas-, atentado en el que murieron 85 personas y hubo otras 300 heridas.

    Se trató de un hecho tremendo, que tuvo un antecedente dos años antes: el atentado a la Embajada de Israel en Buenos Aires, con 29 muertos y 242 heridos, el 17 de marzo de 1992.

    Las investigaciones realizadas sobre ambos atentados no llegaron al castigo de ningún culpable. Las referentes al atentado a la AMIA fueron conducidas por el fiscal Nisman, que acusó formalmente al gobierno de Irán de planificar el atentado y al Hezbollah de ejecutarlo (aunque existen otras teorías que sería complicado detallar).

    Sin embargo, aunque en el año 2007 el entonces Presidente Néstor Kirchner denunció al gobierno de Irán ante las Naciones Unidas por su falta de colaboración para el esclarecimiento del atentado de la AMIA, en el año 2013 la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó un Memorándum de Entendimiento Argentina- Irán, que obtuvo el rechazo de la comunidad judía- argentina.

   Y ahora volvemos al 2015, a la denuncia efectuada por el fiscal Nisman el día 14 de enero contra la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner por «decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de fabricar la inocencia de Irán», involucrando también al canciller Héctor Timerman, al diputado Andrés Larroque y al piquetero Luis D’Elía, y pidiendo la indagatoria de todos ellos. La presentación en la que explicarían los motivos en los cuales basaba su denuncia no llegó a realizarse debido a que el fiscal murió en la víspera.

    Como señalé al comienzo de esta nota, no intento realizar conjeturas sobre lo ocurrido, pues la justicia argentina no ha podido esclarecer nada al respecto hasta el momento, sino sólo explicar a nuestros lectores los antecedentes de un caso que ha trascendido nuestras fronteras.

     Otra muerte misteriosa fue la de Lola Chomnalez una joven argentina de sólo 15 años ocurrida en una playa de Uruguay es decir, más allá de nuestras fronteras, muerte que tuvo en vilo a ambos países justo al finalizar el año 2014.

    De características muy diferentes a la del fiscal Nisman, las investigaciones se orientaron más hacia intrigas familiares o hacia gente del lugar en ocasión de robo. Aquí sí quedó claro que se trató de un homicidio pero, aunque la justicia uruguaya trabajó duro para el esclarecimiento del caso no se pudo todavía determinar ningún culpable.

    Muertes misteriosas, una ocurrida a plena luz del sol en una playa donde nadie vio nada, la otra en la soledad de un apartamento de lujo que debería haber estado completamente vigilado, no sólo por la categoría del edificio en cuestión sino también porque el fiscal contaba con custodia especial debido a su cargo.

    Muertes misteriosas en las que, como en muchos otros casos quizás sin tanta trascendencia mediática, resulta sumamente difícil y a veces imposible determinar cómo fueron los últimos momentos de vida de una persona.

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