Cocina evolutiva a precio inmutable


Por Rafael Esteban

En cualquier ciudad de la geografía de este mundo es muy fácil encontrar sitios para comer bien por 80 euros.

En Zaragoza es difícil encontrar restaurantes que por 80 € comas mal, otra cosa es que la relación calidad precio no se corresponda. Lo que ya no resulta tan fácil es comer bien por 25 € y casi imposible comer muy bien y abundante por 25 € y que te sorprendan favorablemente. Pues ya tenemos el sitio. CAFETERIA BOULEVARD, Paseo de Los Olvidados, Nº 45 tel. 976 93 80 82. Es fácil aparcar en su proximidad y está al lado en la línea del tranvía.


El pasado día 3 de Enero  Pilar Arellano, (la querida Jefa), Nuria y Raúl Lacoma, (los inefables cocineros) y los super- camareros Alejandro Arellano y Celeste Hernández, (Jeancely), todos de la Cafetería Boulevard, nos hicieron disfrutar, a los familiares y amigos que asistimos, con la cena presentación de la Cocina Evolutiva de innovación por la que la dirección ha apostado.


El menú degustación está a disposición de los clientes todos los días, en horario de 8.30 a 23.30, fines de semana hasta cierre, reservando por teléfono al 976 938 082, y consiste en: Canelón de Pedro Ximénez relleno de mouse de boletus y foie con helado de queso de cabra e higo deshidratado, Todos sabores que me recordaron al bosque y al campo que de niño frecuenté, por el emplatado que se ve en las fotografías, se adivinarán las acertadas texturas de las que disfrutamos.


Seguimos con un huevo de gallina de corral cocinado a baja temperatura sobre bechamel trufada con migas de tomate y lentejas de jamón. Sorprendente.


Con los tallarines de sepia con arroz rojo de verduritas y gelatina de limón, pudimos darnos cuenta de lo laboriosa que es este tipo de cocina consiguiendo que todos los sabores se diferencien fácilmente, y todos en armonía.


La carrillera es una debilidad mía, y si es ibérica más, y ya con borrajas en texturas al vino tinto “Care roble”. Para morirse.

Y acabamos con un coulant de chocolate con sopa de naranja y aire de menta. Fantastico.


Como la compañía fue muy buena, y el menú tan rico no recuerdo bien los vinos que bebimos aunque sí que estuvieron bien elegidos, lo pasamos muy bien.


Solo hubo una sugerencia, la de que el menú es copioso y para la mayoría de comensales resultó demasiado abundante, no requiere reducir ningún plato, sino quizás aligerar algo los platos o reducir el postre, o las dos cosas.


Merece la pena reservar el menú por teléfono.

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