Arte efimero del 15-M en la Plaza del Pilar


Por Lolita Piedrahita
Fotografías: D.S.

   El levantamiento de la acampada de la Plaza del Pilar ha dejado al descubierto unas cuantas obras que se realizaron durante la concentración.

   «Los indignados de la Plaza del Pilar de Zaragoza levantan el campamento instalado desde hace más de un mes frente a las puertas del Ayuntamiento de la ciudad. Los responsables del censo calculan que alrededor de 1500 personas habrán pernoctado alguna noche en el campamento desde el 17 de mayo. El número máximo de tiendas ha llegado a las 340 y la cifra de los que se han mantenido de forma estable en la acampada se estima en 150. El 19-J es la recogida de las cerca de 200 tiendas de campaña actuales, el desmantelamiento de 12 comisiones, la eliminación de cuatro puntos limpios, de decenas de carteles con propuestas y de programaciones semanales. Es un traslado al Paraguas, la sede que aglutinará sus acciones futuras en torno a lo que los propios organizadores han denominado “El Proyecto Troya”.



     Se mudan a los barrios. Desde el último foro ciudadano en el barrio de las delicias, el movimiento está presente en 6 de los 15 distritos de la ciudad. Han mantenido asambleas con trabajadores de empresas privadas y plataformas de contratas municipales. Se han manifestado codo con codo con empresas como FCC, encargada del mantenimiento de los espacios verdes de la ciudad y con la empresa de transporte urbano TUZSA; han mantenido charlas con trabajadores de los hospitales Miguel Servet y Rollo Villanova y organizado coloquios con entidades como la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España. Han unido sus fuerzas a colectivos que apoyan una movilidad sostenible, como Recicleta y colaborado junto a asociaciones medioambientales, como Ecologistas en Acción. Decenas de entidades educativas, vecinales y sociales se han volcado con el movimiento a través de ponencias, coloquios y reuniones.



     Ahora buscan coordinar todas sus acciones de una forma más eficaz. Conocer y documentarse sobre aquellos que les tienden la mano, no siempre con un objetivo del todo sincero. Se desvincularán así de cualquier posible protesta agresiva ya que muchos de los que han participado en el 15-M de Zaragoza condenan los actos tildados como “desagradables” que han protagonizado, puntualmente, algunas personas en la capital aragonesa. Acciones como las que tuvieron lugar durante la visita del Jurado de la capitalidad europea de 2016 o los abucheos a los concejales el pasado 10 de junio, día de la sesión de constitución del Ayuntamiento. Su protesta – han defendido siempre- es pacífica y constructiva. Sus herramientas dicen que son sus manos y su voz. Nunca sus puños. Y así se ha demostrado, ya que la relación con la policía ha sido buena. Con Troya, quieren alejar todo lo que pueda contaminar al movimiento y empujarlo un paso atrás. Quieren trabajar con cohesión y organización. Más de lo que han demostrado hasta ahora, dadas las limitaciones impuestas por las infraestructuras.

     De esa subestructura social, de esa construcción, quedarán varios puntos de información en la Plaza del Pilar ya que no pretenden abandonarla de forma definitiva. Algo emocional y algo simbólico. También en su sentido pragmático. Seguirán las asambleas, eso sí, con una menor periodicidad. Otra figura del 15-M ya instalada es el caballo de Troya que mira a las puertas del consistorio. Una estructura a tamaño real que, según sus creadores, recuerda que pretenden seguir vigilantes y de que quieren una clase política limpia. En el terreno más práctico, la comisión de comunicación comienza a organizarse en torno a un equipo de investigación para destapar asuntos como el de “los chubasqueros de la Expo”.

   En Zaragoza, el movimiento ha estado fuerte. Han gozado de un gran poder de convocatoria y la ciudadanía ha acudido en masa a las asambleas vespertinas sobre todo durante las primeras semanas. Los últimos días, el campamento ha estado marcado por la búsqueda de socios, de nuevos lugares y gentes a los que trasladar su mensaje, de una sede donde establecerse y funcionar a largo plazo. Muchos indignados están hoy más emocionados que nunca. Recogen las tiendas en las que han vivido durante este último mes, su ropa, utensilios de cocina, alimentos, bebidas, mobiliario, papeleras. La Plaza del Pilar parece arrasada. Falta algo. Están satisfechos de lo que han conseguido hasta ahora y hacen hincapié en que el levantamiento es un paso más. Así, hoy se marchan al Paraguas, donde –dicen- aguantarán “todo el chaparrón” mientras trabajan en una democracia más participativa, social y justa».

Fuente: http://juntoshacemosmas.wordpress.com/2011/06/21/el-15m-se-hace-fuerte/

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