«Por amor al Arte». Ilustradores en la Biblioteca María Moliner


Por María Sarmiento

     Ilustradores “Por amor al arte”. Viernes 27 de mayo hasta el 27 de junio. Será en la Biblioteca María Moliner (plaza San Agustín, junto al Centro de Historia de Zaragoza).

    La iniciativa surge del colectivo Tertulias Gráficas, un grupo de ilustradores que desde hace poco más de medio año convocamos sesiones abiertas al público, para tratar temas de todo tipo alusivos a la profesión.



    Aquí va, a modo de manifiesto, la reivindicación de la exposición:

POR AMOR AL ARTE

   Así es como mucha gente cree que trabajan los ilustradores. Siempre se ha dicho que para vivir había que trabajar. Era algo bastante lógico que a cambio de realizar un trabajo, el profesional que lo desempeñaba obtenía un beneficio que le aseguraba su sustento y el de los suyos. Sin embargo, algo tan evidente como lo que acabamos de citar parece no cumplirse en todos los casos o mejor dicho, parece no tenerlo claro todo el mundo.



     Hace ya algún tiempo que proliferan, tanto desde ámbitos privados como institucionales, fantásticas propuestas que, con pretextos más o menos humanitarios o pseudo-divulgativos, proponen a discreción, a ilustradores y diseñadores gráficos, la participación en exposiciones o publicaciones colectivas. Siempre hay un gran motivo por el que merece la pena participar, y por supuesto es una gran oportunidad para el invitado de dar a conocer su trabajo participando en una noble causa.



   Todo es excepcional salvo por una cosa, como toda iniciativa altruista que se precie, se exige que la participación sea desinteresada, o lo que es lo mismo, por amor al arte. Lógicamente el pobre ilustrador, como ser sensible y concienciado que es, accede a participar entendiendo que el fruto de su trabajo aunque no revierta directamente sobre él, por lo menos servirá para aplacar cualquiera de las innumerables desgracias que azotan a este mundo miserable.



     Sin embargo a esta noble y generosa sensación, le sucede otra de cabreo e indignación, cuando a medida que pasa el tiempo el profesional ilustrador descubre, que el resto de los profesionales que participan en el evento tales como el profesional comisario de la exposición, el profesional montador, el profesional impresor del catálogo/del libro publicado, o el profesional de mantenimiento y de limpieza, todos ellos, sí han cobrado por su trabajo. Al final y por si fuera poco escarnio, el ninguneo culmina cuando en los créditos de la publicación o del catálogo, luce flamante el logotipo de una empresa privada, un banco o una institución.

Los ilustradores e ilustradoras profesionales, queremos mostrar nuestro total desacuerdo y rechazo con cualquier tipo de iniciativa, que no considere al ilustrador como un profesional más que vive de su trabajo y por supuesto, aunque algunos no lo entiendan, cobre por ello.

Tertulias Gráficas

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