La reconversión de una segadora ( y VI)


Por Luis Gareta.

   Esta vieja segadora reconvertida para realizar las tareas correspondientes en las fincas del Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) en Hinojosa del Campo (Soria)…

…estaba suponiendo un auténtico reto para el Departamento de I+D+I ya que después de las numerosas transformaciones, no acababa de dar su adecuado rendimiento, sobre todo porque no superaba adecuadamente la estabilidad del conductor cuando el terreno presentaba mínimos bacheados.

    Luego de varias reuniones de los técnicos se llegó a una poderosa conclusión: la segadora tenía que ser estable por sí misma siendo también estable el habitáculo del conductor.

    El diseño inicial del bastidor se cambió totalmente y se optó por la construcción de un “remolque” con las dos ruedas de bicicleta con sus ejes fijados a una estructura situada en los en los laterales  del “remolque”

    El asiento del conductor  permanece soldado al eje de la “plataforma” y facilitando el posicionamiento de los pies del conductor. Este eje culmina en un ingenioso sistema de amarre.

   Solucionada la estabilidad del remolque, se resolvió instalar en el extremo trasero de la estructura de la segadora la abrazadera  de una rueda telescópica y giratoria “jockey” de 48 mm., (más delgada de  la que se usó anteriormente). Se atornilló esta pieza al cuadradillo trasero de dicha estructura con lo que conseguíamos dos efecto:  en primer lugar y mediante el giro de su manivela subíamos o bajábamos el peine de la segadora sin influir en la estabilidad del conductor, (como sucedía con el sistema anterior) y en segundo lugar se comportaba como un vástago al que se sujetaba el dispositivo final de la lanza del “remolque”.

    Con todo preparado y en pleno verano,  el personal y los técnicos del Instituto se dirigieron, de nuevo, a la finca  de pruebas  denominada “La Hazas”  y situada en el llamado “Camino ancho” del pueblo.

   Y allí, efectivamente, se demostró que los esfuerzos de los técnicos del ISSIPU no habían sido en vano: la segadora funcionaba perfectamente y con una estabilidad a prueba de baches. A partir de ahora ya era posible segar adecuadamente las fincas de carrascas que necesitaran de esta labor. ¡Enhorabuena a todo el personal del Instituto!

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Capítulo III
Capítulo II
Capítulo I

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