Aplicación experimental de un nuevo sistema en la plantación de bellotas en el ISSIPU


Por José Antonio Conejo

     En el Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) se lleva plantando bellotas de carrasca desde hace ya mucho años. En un principio y por mor de un incendio accidental al quemar unos ribazos, se plantaron plantones de invernadero.

    El resultado fue bastante deplorable pues los planteros estaban acostumbrados  a ser regados por aspersión en el mismo. Naturalmente, una vez colocados en la finca es muy difícil atender a su riego si no se tiene una instalación adecuada tal cual es el caso que nos ocupa en la Finca de “Las Hazas” situada en Hinojosa del Campo (Soria).

   Se han probado otros sistemas, plantando las bellotas en alveolos en las propias instalaciones del Instituto pero al colocarlas en el campo, el problema del agua volvía a repetirse con lo que el índice de supervivencia era muy escaso.

    Posteriormente la finca sufrió una plaga de topillos que diezmaron todas las plantas jóvenes. Y para evitar la actividad ratonera se probó a plantar las bellotas envueltas en los conocidos como “full pots”: https://www.elpollourbano.es/silvicultura/2023/07/replantando-robles-de-alveolo-en-las-hazas-mediante-full-pots/

    El resultado mejoró pero con unos índices muy pequeños. En este interín se decubrió también, la presencia de comadrejas y aunque se plantaron cepos ratoneros, no hubo resultado alguno. Tampoco sirvió el inyectar humo del “tubo de escape” de un generador de gasolina en las cabeceras entradas de sus habitáculos.

  Posteriormente se volvieron a plantar las bellotas por el método tradicional: haciendo un pocete con una azadilla de dos cuernos, metiendo tres bellotas y tapando el agujero. Posteriormente se marcaba el lugar con un testigo pintado de verde:

https://www.elpollourbano.es/silvicultura/2020/03/intensiva-plantacion-de-bellotas-en-la-finca-las-hazas/

   En la última plantación realizada por este sistema, se comprobó que, al día siguiente, todos los pocetes habían sido arañados y las bellotas comidas.

     Y, finalmente y tras algunas deducciones acerca del comportamiento de los ratones del campo se decidió, utilizar un sistema de apertura de los hoyos que produjera el mínimo ruido. Utilizar  los testigos que ya estaban colocados en toda la finca (puesto que, previamiente, se habían marcado con testigos azules las “marras” (fallo de plantación), habidas en toda la finca.

   Y así se plantaron 150 “pocetes” con tres bellotas en cada uno utilizando un “barrón” de 12 kg que, al estar la tierra con un excelente tempero nos dejaba (sin ruido), un hoyuelo de 7 cm de profundidad. Después se procedía a taparlo con tierra próxima y se cerraba con el tacón de la bota produciéndose una suerte de tapa natural. Y finalmente se pintaba el testigo de amarillo.

   Cuatro días después de plantadas, las “tapas” estaban intactas. Es decir, los ratones no habían acudido a comerse las bellotas. ¡De momento! Lo cual, sin duda, se nos muestra como un avance incuestionable en la nueva  técnica  de plantación de bellotas.

 

 Más info:

¿Cuáles son las 4 etapas de la germinación?

Imbibición. En un suelo adecuadamente provisto de agua existe un gradiente muy pronunciado. …

Síntesis y Activación de los Sistemas Enzimáticos. En esta fase ocurren dos fenómenos fundamentales para la germinación. …

Degradación de las sustancias de reserva. …

Elongación de las células del embrión y emergencia de la radícula.

 

Los sentidos de la rata

  El sistema sensorial de una rata es muy diferente del nuestro, así que la forma en que una rata percibe el mundo será radicalmente diferente a como lo percibimos nosotros.

    En el campo de la visión, la vista del ser humano es mucho mejor que la de las ratas. Los humanos vemos tres colores (azul, verde y rojo) con una alta saturación del color, mientras que las ratas perciben colores azules, verdes y ultravioletas. Nuestra visión es muy aguda, podemos ver grandes distancias y tenemos una buena percepción de la profundidad. La visión de una rata es bastante borrosa y su percepción de la profundidad es escasa.

    Sin embargo los otros sentidos de las ratas son mucho más sensibles que los nuestros.

    Una rata percibe su entorno inmediato con sus bigotes, a través de su sentido del tacto. Las ratas mueven los bigotes docenas de veces por segundo, rozando contra el suelo, los objetos, las paredes, otras ratas… De esta manera, la rata obtiene una imagen muy detallada de esta exploración táctil. Los bigotes de las ratas son más sensibles que nuestros dedos.

    Las ratas viven en un rico y complejo mundo de olores. Nosotros no podemos imaginar que el mundo es así ya que nuestro sentido del olfato es muy pobre. Sin embargo, cada superficie, cada objeto, cada bocanada de aire, contiene diferentes olores e informaciones para las ratas.

   El oído de la rata es más sensible que el nuestro, recogiendo sonidos mucho más suaves de lo que nosotros podemos y detectando frecuencias mucho más altas, en el rango de los ultrasonidos.

Fuente: https://rinconderatas.wordpress.com/descripcion-de-la-especie/anatomia-de-la-rata/los-sentidos-de-la-rata/

    Ratas y ratones poseen un sentido del olfato potencialmente capaz de diferenciar cientos de miles de olores y una tendencia generalizada a orinar sobre superficies de su entorno. En la orina de los roedores hay proteínas especificamente excretadas, que pueden ser percibidas por el agudisimo sentido del olfato de sus congéneres e interpretadas como mensajes de identidad, alerta o estrés.

   Allí donde no llega el muy limitado sentido de la vista de los roedores lo suple con creces su sentido del olfato. Alex Wade, técnico, consultor y divulgador del mundo del control de plagas nos lo explica en el último número de la revista Pest.

    Algunos estudios concluyen que el sentido de la vista en una rata se calificaria con un limitado 20 sobre 600, por lo que dificilmente podria sobrevivir si tuviera que confiar unicamente en lo que ve. Esta deficiencia visual la suple un sofisticado sentido del olfato, que es lo que principalmente le permite orientarse, reconocer a sus congéneres y tomar decisiones, como hacia dónde ir o qué comer.

    Por una parte, son capaces de crear «imágenes mentales», basadas en su capacidad para identificar potencialmente cientos de miles de olores específicos, que les permite, por ejemplo, distinguir la diferencia entre aromas naturales y sintéticos o saber de qué se ha alimentado un congénere sólo con oler su aliento.

    Y por otra, ratas y ratones son capaces de detectar todo un rango de sustancias químicas, volátiles y no volátiles, péptidos y pequeñas proteínas. Esta capacidad se ha relacionado con el hábito que tienen los roedores de orinar de forma frecuente sobre superficies de su entorno. No orinan a libre albedrio, sino en espacios comunes a su grupo social y con el objetivo de señalizar algo.

Los olores en la orina

    En la orina de ratas y ratones hay proteinas específicamente excretadas, cada una con una estructura única y una cantidad de feromonas asociadas. La funcionalidad de esta combinación de feromonas dentro de las proteínas es permitir que las feromonas, generalmente muy volátiles, permanezcan en el ambiente mucho más tiempo del que estarian libres en la atmósfera.

    De este modo, los mensajes específicos transmitidos entre individuos mediante las señales químicas y las feromonas permanecen durante periodos más largos de tiempo. Esto es importante, entre otras cosas, para la supervivencia del grupo.

   Por ejemplo, si un ratón ingiere algo que le sienta mal, a medida que crece su malestar empieza a excretar proteinas y feromonas, que transmiten su malestar al grupo. Al oler el aliento del ratón intoxicado, los demás miembros del grupo identifican que es lo que ha comido y evitan comerlo ellos mismos. Si el alimento en cuestión es un cebo rodenticida, rápidamente puede desarrollarse aversión a este producto entre los integrantes del grupo de roedores.  

Fuente: https://www.pestmagazine.co.uk/