Por Titina Putina
En ocasiones, por no tener la debida atención se producen pequeños accidentes que deben ser resueltos a la mayor brevedad para evitar males mayores.
En esta ocasión y mientras se estaba pasando el cultivador para preparar la tierra, en un despiste la parte trasera del mismo le pegó un fuerte golpe a un joven almendró que quedó medio desgarrado.
Rápidamente el conductor del tractor procedió a enroscar todo el árbol con cinta de precinto y construyó un soporte para devolver al tronco su primera posición vertical.
Al cabo de un tiempo, el almendro brotó y se pudo “desprecintar” la herida que había sufrido. ¡Buen trabajo, amigo!