Recolectando «Lengua de vaca»

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Por Eugenio Mateo

      Que la naturaleza es caprichosa lo prueba lo acontecido en la mañana del sábado cuando me acerqué a un pinar cercano de mi casa en el que suelo recoger las deliciosas «Negrillas», Thicholoma Terreum y Portentosum.

     La masiva recolección que se lleva a cabo en esta temporada hizo que mi búsqueda exigiera mayor intrincamiento en el bosquecillo, que está siendo colonizado por zarzales y enebros. Al final la cosecha me permitiría la preparación de la exquisita crema de negrillas.

HYDNUM ALBIDUM. LENGUA DE VACA

      Por esta misma zona, cerca del barranco que se precipita hacia un cauce, hace unos años recolecté unos preciosos Hydnum Albidum pero, a pesar de mi insistencia anual, jamás los volví a encontrar. Curioso, repasé el sotobosque cubierto de pinaza; a unos metros, entre arbustos, un brillo blanquecino me atrajo en el mismo momento que fui consciente del hallazgo. Al acercarme, casi reptando, la magia del bosque me permitió la visión de un setal de apretados hydnum que se prolongaba en otro más y luego en otro. El olvido de la cámara me obligó a tirar de móvil para inmortalizar el momento pero el maldito cacharro tenía la batería baja y no dejaba hacer fotos. ¡Vaya por Dios, y yo con estos pelos! -creo que le dije a una ardilla-

     No está bien mostrar las setas en montonera, ya lo sé, pero a veces cometo la imprudencia de compartir mis cosas y estas fotos no son más que un homenaje a todas las setas y a ésta, a la que llaman lengua de vaca, le tengo un cariño especial pues su presencia le separa de mi apenas unos pasos. Dicen que no es de las mejores, pero es muy buena con legumbres y en empanada o con escalibada, horneada. Las que encontré exigieron de una buena limpieza pues su compactas formas reunían varios ejemplares que me recuerdan un poco a las pellas de la coliflor. Después de la puesta a punto, un hervor de 10 minutos y listas para, una vez sofritas, acompañar en su chapoteo a unas austeras lentejas con chorizo. Lo mejor para un día de lluvia.

      Por seguir con la comida, hablemos de la crema de negrillas. Una vez inspeccionadas de su carga insectívora, las que han obtenido el certificado de lozanía pasan por el aceite. Antes habíamos caramelizado mucha cebolla y agregado patata, con lo que el agua que sueltan las negrillas más una poca que se le añade hasta cubrir, cuece a los tres ingredientes que después del punto pasan por el frenesí del batido hasta hacerse crema. Un chorro de nata liquida le aportará la untuosidad y unas pizcas de pimienta negra y nuez moscada el toque mágico. En la que me cociné ayer, incluí por error unos daditos de jamón serrano pero no me arrepiento.

     Para aquellos que se comen todo, os traigo una foto que envié a un concurso y en el que en su conveniente manipulación destaco el verde que porta con donaire la preciosa dama venenosa, la Amaita Phaloides, la engañosa asesina que aún, a pesar de todo, sigue llevando a la muerte a todos los que creen en sirenas.

Fuente: http://eugeniomateo.blogspot.com.es/2013/11/hydnum-albidum-lengua-de-vaca.html

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