Un manjar de dioses: huevo frito con láminas de “marzuelo”

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Por Francisco Romero Altavilla

    Para los buenos aficionados a  la recolección de setas, pocos placeres comparables al encuentro emocionado con la primera seta de la temporada: el marzuelo.

    Por lo mismo, nada mejor que prepararse con sus láminas un majestuoso huevo frito para dar las gracias a Dios.

    El hygrophorus marzuolus, conocido como seta de marzo, marcera, seta durmiente, seta de las ardillas o marzuelo es, sin duda, la seta “del momento”. Dicen los expertos que no eres un setero “profesional ” hasta que no la encuentras. Se trata de una seta que se encuentra casi siempre sana, muy carnosa, de textura agradable y con un sabor suave y dulzón.

    La recolección del marzuelo se está generalizando en estos últimos años. Dificultad en su localización, su condición de “primera de la temporada” (compartida con los todavía más exclusivos gurumelos) o su, hasta ahora,  poca utilización en la gastronomía tradicional… sea una o varias las razones, el hecho es que este desconocido hongo está empezando a tener mucha demanda entre muchos gastrónomos.  

Modo de prepararlo: 

  Una vez limpios los marzuelos, se cortan en láminas para favorecer la posterior  congelación de los que no usemos para este almuerzo de reyes.

   Con un chorreónn de aceite de oliva al punto dejaremos que se pochen un poco las láminas de la seta con unos cortes de ajo. Añadiremos una punta de sal y con una rasera sacaremos las láminas a un plato.

    En ese mismo aceite, freiremos un huevo de gallina de puesta reciente y cuando esté en su punto lo colocaremos en un plato y volcaremos sobre él las láminas de los marzuelos. Si está de saborear al máximo la seta, no estará de más añadir al huevo una punta de pimienta negra. El manjar está servido y se comprenderá porqué los dioses almuerzan con este hongo. Naturalmente, hay que abrirse un «Pago de Carraovejas» para comprender mejor el Paraíso. ¡Buen provecho!

   Si no la has probado nunca, nuestra recomendación es que cocines unas cuantas láminas gorditas a la plancha, con una pizca de sal gorda. De esta forma apreciarás mejor sus suaves matices y textura. En crudo, tipo carpaccio o en ensaladas, también es excelente. Finalmente, gracias a su tamaño medio y cuerpo carnoso, se puede cocinar de muy diversas maneras.

Más información: http://www.cocinasincarne.es/marzuelo-la-seta-de-moda/

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