Por Gloria Cohen
Ya en abril y con los Campeones Mundiales de Fútbol jugando en sus respectivos clubes en el exterior, la Argentina volvió a entrar en una de sus crisis económicas recurrentes.
Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina
Quizás ésta podría haber ocurrido antes, pero la algarabía por la Copa creó un ambiente festivo que alejó un poco las preocupaciones en lo económico.
Las dificultades se fueron acentuando por ser este un año electoral presidencial, por el menor ingreso de divisas por las exportaciones de los principales productos agrarios (soja, maíz, trigo) debido a una fuerte sequía, por la inflación que ronda en un 7 % mensual, por la inseguridad, por las protestas y cortes de calles y rutas, entre otras causas.
Pero en abril hubo una importante “corrida cambiaria”, es decir que el peso argentino se devaluó en cuestión de días y de horas frente al dólar americano (la moneda de referencia en las transacciones), por lo que nuestros salarios se depreciaron y los precios subieron; si bien todavía no hay estadísticas oficiales, seríamos ahora más pobres aún que el 40 % de pobreza registrado en marzo.
Los más mayores recuerdan al lejano “Rodrigazo”, llamado así por el nombre del Ministro de Economía de entonces: Celestino Rodrigo, que anunció su plan económico el 4 de junio de 1975 y produjo una fuerte devaluación de la moneda nacional.
Otro proceso muy traumático de pérdida de valor de nuestra moneda fue la “hiperinflación” de 1989, durante la Presidencia de Raúl Alfonsín, que obligó a anticipar las elecciones y a acelerar la entrega del mando al siguiente Presidente, el opositor Carlos Menem. En aquel momento, la “hiperinflación” fue acompañada de saqueos, ollas populares, disturbios y hasta llegó a establecerse el “estado de sitio”. Antes de llegar a esta instancia, el gobierno radical de Raúl Alfonsín, había logrado estabilizar medianamente la economía mediante el “Plan Austral” y luego el “Plan Primavera”.
Carlos Menem tuvo episodios de hiperinflación al comienzo de su mandato, pero logró estabilizar la moneda con el “Plan de Convertibilidad” diseñado por su Ministro de Economía -Domingo Cavallo-, que fijó la paridad cambiaria en 1 peso argentino= 1 dólar americano y que se mantuvo durante 10 años, desde 1991 hasta fines del 2001.
En marzo de 2001, Fernando De la Rúa el siguiente presidente radical, tuvo que volver a poner en funciones al ex Ministro de Economía Domingo Cavallo para que intente reavivar a la criatura por él creada, la ya agonizante Convertibilidad, cosa que no logró y diciembre del 2001 terminó con la salida anticipada en helicóptero del Presidente De la Rúa, saqueos, cacerolazos, incertidumbre y una sucesión de cinco mandatarios en el lapso de diez días, hasta que el siguiente Presidente peronista logró estabilizar la economía argentina a costa de la “pesificación” de los depósitos bancarios en dólares y una serie de medidas traumáticas.
El actual Ministro de Economía, Sergio Massa, está aplicando ahora una serie de medidas coyunturales en lo que coloquialmente se denomina el “Plan Llegar”, es decir poder llegar a las elecciones previstas para el 22 de octubre del 2023.
Las candidaturas presidenciales de las principales coaliciones electorales no están definidas hasta el momento, pues falta una instancia anterior de votación que son las PASO – Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias- previstas para el 13 de agosto, otro hito que el actual gobierno deberá sortear para “llegar” al final de su mandato y entregar el poder sin dificultades al siguiente Presidente el 10 de diciembre.
Sin duda se trata de un año largo y difícil para todos los habitantes de este país, quienes lo conducen ahora y quienes tienen la aspiración de gobernarlo en un futuro próximo.
Así saltando de “plan” en “plan”, se está tratando de calmar a la caliente Economía, por más que ya entramos en el otoño y que somos Campeones Mundiales de Futbol.
Ojalá el Mundial de Futbol Sub-20 pueda servir otra vez como distracción, pero esta vez no estarán Messi y sus “muchachos”. Si como consejo a quienes vengan a visitarnos por esta competencia que se jugará en Argentina entre el 20 de mayo y el 11 de junio, es que los precios estarán muy accesibles para los turistas, dada la depreciación del peso argentino ante las monedas fuertes como el dólar o el euro.
La “Fiesta” por haber ganado el Mundial de Futbol de Qatar llegó a su fin y ahora “vamos bajando la cuesta”, como diría Serrat en su memorable canción.
Va la letra de “Fiesta” y que Dios nos ayude.
Gloria a Dios en las alturas,
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas.
Y colgaron de un cordel
de esquina a esquina un cartel
y banderas de papel
verdes, rojas y amarillas.
Y al darles el sol la espalda
revolotean las faldas
bajo un manto de guirnaldas
para que el cielo no vea,
en la noche de San Juan,
cómo comparten su pan,
su tortilla y su gabán,
gentes de cien mil raleas.
Apurad
que allí os espero si queréis venir
pues cae la noche y ya se van
nuestras miserias a dormir.
Vamos subiendo la cuesta
que arriba mi calle
se vistió de fiesta.
Hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
abrazando a una muchacha.
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal
la pobre vuelve al portal,
la rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas.
Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.
