Por Juan Andrés Viesca
En esta ocasión nos desplazamos en ruta a uno de los pueblos más bonitos de Aragón, su nombre es Anento y vamos a realizar una excursión para todo el mundo, que sin duda no os dejará defraudados. Anento es un pequeño municipio al sur de la provincia de Zaragoza.
Con tan apenas 105 habitantes, está ubicado en el fondo de un valle, a 919 metros sobre el nivel del mar. Valle coronado por piedra caliza asentada sobre margas arcillosas, adornadas por diferentes colores según la época del año; sus rincones y caminos permanecen floridos durante casi todo el año.
Protegido a los pies de lo que queda de su castillo, la localidad se encuentra observada por su torreón celtibero, al este del valle. A los pies del pueblo, esta su huerta, regada por las aguas continuas, cristalinas y puras de su manantial Aguallueve.
El pueblo, cuidado, limpio y arreglado; las casas, típicas de pueblo, homogéneas estructuralmente, adornadas con los colores de las tierras del paisaje que las contempla, con sus callejuelas de un marcado estilo medieval. No pasa desapercibida su iglesia parroquial del siglo XII, en su interior, además de sus pinturas murales, su retablo mayor del siglo XV, posiblemente, el retablo gótico, mas grande y mejor conservado de lo que fue la antigua Corona de Aragón.
Nosotros vamos a realizar una ruta que nos lleva al castillo y después al paraje de Aguallueve o Arguilay.
Tras pasar por la Iglesia y salir del pueblo se toma la senda que lleva hacia el castillo medieval, situado en lo alto de un pequeño escarpe. Pasando éste y varios desvíos más, se llega al entorno del Aguallueve, un estrechamiento de los cerros y farallones que nos han acompañado todo el camino.
Se pasa junto a las pequeñas galerías formadas por el deslizamiento del agua sobre la roca toba, y tras pasar junto a una balsa se empieza el ascenso, facilitado en parte por un tramo de escaleras. En poco rato se llega a lo alto del escarpe, donde se encuentran los restos de la planta de un antiguo torreón y desde donde se tienen unas magníficas vistas de la extensa llanura cultivada y de los barrancos, ramblas y afluentes que forman el paisaje característico
La segunda parte de la ruta se puede hacer en coche o andando y lleva hasta el paraje de Arguilay. Tras caminar unos tres kilómetros se toma el desvío que indica Arguilay, y en un kilómetro más se llega al área recreativa y al aguallueve de Arguilay.
La excursión es recomendable en cualquier época del año.
El desnivel que se salva es de 220 ms en 7.2 Km
El horario: alrededor de dos horas.
Un abrazo, polleros montañeros!