Por Juan Andrés Viesca
Nos vamos en esta ocasión de excursión al Valle de Pineta y para acercarnos a la cascada y sucesión de saltos sobre el río Cinca, en el centro del fondo del valle, como excusa para recorrerlo , estrenar botas, y acercarnos a los churros de Marmoré.
La excursión se inicia en el parking del Valle de Pineta situado a la cota 1.280m desde donde tomaremos la pista que en suave ascensión nos llevará en unos 45 minutos hasta el puente sobre el río Cinca situado a la cota 1.420.
Durante este tramo del recorrido de unos 2 kilómetros y un desnivel de 140m, podremos ir contemplando las numerosas cascadas que se precipitan por el Circo de Pineta, la faja de Tormosa y el valle de La Larri.
Este primer tramo recorre el bosque de Pineta, y sin duda es un bosque de cuento de hadas… o de brujas, nos lleva a la senda que recorre circularmente el valle, itinerario circular de unas 4 horas de duración y 680m de desnivel acumulado.
Nosotros iniciamos el ascenso por la parte izquierda del valle y antes de llegar al puente, unos metros antes, tomaremos una senda bien señalizada que sale a la izquierda de la pista.
La senda que discurre al principio entre abundante vegetación va ganando altura de forma constante hasta llegar al cruce de senderos situado a la cota 1.620, que nos indica la dirección a tomar para llegar a las cascadas del Cinca.
Dejamos atrás el bosque y pasamos a un paisaje abierto formado por rocas, praderas y árboles aislados. Inmensas paredes nos rodean, el circo de Pineta en su verdadera magnitud. El sendero discurre ahora entre rocas y cuenta con numerosos mojones de piedra que marcan el camino a seguir, si bien, tenemos la referencia de las cascadas del Cinca hacia las cuales la pedregosa senda se dirige de forma directa.
Tras 2 horas de excursión y habiendo salvado un desnivel de 460 metros llegamos a los pies de las cascadas del Cinca.
Apreciaremos también al otro lado del río la senda que llega hasta este punto por la Faja Tormosa. Desde este lado tenemos la opción de ascender por la senda durante un corto tramo de fuerte pendiente para conseguir nuevas vistas y un mayor acercamiento a los impresionantes saltos de agua. Allí vamos.
Desde aquí la vista del valle es impresionante, un bonito regalo de cumpleaños.
La excursión nosotros la finalizamos aquí, pero perfectamente se puede continuar tomando altura hacia el collado de Añisclo o hacia el collado de Pineta, o seguir recorrido hacia el valle de La Larri, lo contaremos en otra ocasión.
Felices días y que el 2016 sea generoso polleros!
