Por Juan Andrés Viesca
Ocurrió hace ya mucho tiempo…Estamos en el camping “la mer de glace “en Chamonix (France). Este verano hemos coincidido con muchos amigos alpinistas en este camping mítico en los Alpes franceses. Y la cordada está compuesta por Julián Bravo, Esteban de Pablo y yo mismo.
El macizo del Mont Blanc consta de tres cimas principales: Mont blanc, Mont Maudit y Mont blanc du Tacul.
Nuestro plan es ascender al de Tacul (4.248 mts) por la ruta de l’Aiguille du Midi.
La primera ascensión se remonta al 8 de Agosto de 1.855, un grupo de alpinistas al mando de Charles Hudson conquistó esta mítica cima por primera vez, aunque corre el rumor que guías franceses e italianos habían hecho cima un año antes.
La ruta empieza, propiamente dicha, desde la cima de l’aiguille du midi. Hasta allí se llega con un telesférico, que remonta desde Chamonix (1.100 mts) hasta prácticamente la cima (3.842 mts).Desde allí se puede uno dirigir al refugio de los cósmicos, hacer noche y atacar de madrugada el ascenso. En el camping, hablamos con compañeros que han hecho cima el día anterior, nos comentan que se puede dormir en la sala de máquinas del telesférico, cuando cierran. Esta caliente y seco, pero que tengamos cuidado de ser discretos.
Nos parece un buen plan, discreto es nuestro segundo nombre, tres tíos, tres mochilones, material, cuerdas,…. A por ello!
Al día siguiente hicimos tiempo durante el día por Chamonix, y a primera hora de la tarde cogimos el telesférico. La subida es espectacular 2.700 mts de desnivel en dos tramos y una vez arriba el panorama nos dejo la boca abierta. El Mont blanc, las grandes Jorases, los Alpes en su máxima expresión. Como teníamos tiempo pudimos estar mucho rato analizando la ruta que íbamos a tomar al día siguiente. Cuando anunciaron el último viaje de regreso, como quien no quiere la cosa, nos fuimos medio escondiendo… por el edificio y empezamos a escuchar voces, cada vez más fuertes. Pensando que nos iban a echar aceleramos el paso y de repente nos encontramos en una sala enorme donde estaban preparándose para dormir otros 50 más. Protegidos por la multitud, cenamos algo y a dormir.
A las tres de la madrugada nos pusimos en marcha. Primero hay que hacer un descenso de unos trescientos metros para acceder al plato del glaciar, un descenso a oscuras por hielo sin ningún problema. La ruta sigue por el vallé blanc , durante 45´ para cruzar una rimaya y girar a la izquierda para subir por unas pendientes de unos 50 grados que van esquivando una serie de seracs amenazantes… justo antes de llegar al denominado hombro hay que cruzar el punto más delicado: una rimaya. El flanqueo lo hacemos rápido y sin problemas. Ya solo queda ascender por el hombro y llegar a la chimenea de roca y hielo que da acceso a la cima.
Llegamos y esta amaneciendo, el espectáculo es sobrecogedor. Todos los Alpes a nuestra altura encendiéndose con el día y abajo Chamonix y el valle en la oscuridad.
La ruta esta toda perfectamente marcada por la huella , de subida y por la hora temprana , se hace toda en hielo y el descenso , debido a la pendiente , es muy delicado por la transformación del hielo en nieve primavera. Sólo queda el tramo final de vuelta a L’Aiguille du Midi, que se hace mortal por el desnivel y el calor.
MATERIAL: cuerda, crampones, piolet, algún tornillo de hielo para asegurar los pasos de rimaya, ropa de abrigo.
TIEMPO: 6 – 7 HORAS (ida y vuelta desde L’Aiguille du Midi)
