Masbaratillas / Max Alonso

Por Max Alonso

    En la vida pública de la pseudopolítica -la política es buscar la solución a los problemas mediante el diálogo con acuerdos y pactos- se va de pelea en pelea, tal como impone la estrategia…

…de la confrontación aznariana y miguelangelrodricivilista en la Comunidad que antes se llamaba de Madrid y ahora es España, Ayuso dixit. Grescas con piedras de arrojar, como se llevan, a falta de argumentos para debatir y así nos vamos acostumbrando a contemplar lo que antes se llamaba política a secas. Modélica, en este sentido ha sido la batalla del precio de las mascarillas a cuenta del IVA. En la contienda se tiraba una piedra para exigir su rebaja. El gobierno contestaba parapetándose tras un escudo de los antidisturbios y, por lo tanto con cerrazón para ver las cosas con objetividad. Se argumentaba que en Europa, confusa nebulosa desgajada y perdida, varios países se habían saltado con impunidad la norma. Cuando con lógica, pues en verdad son las mascarillas producto de consumo esencial, se bajó el IVA, se reclamaba por el sistema de las pedradas que el coste de su IVA debía ser 0, como corresponde solicitar cuando uno es echado del gobierno a la oposición y dejan de utilizarse los argumentos para usar adoquines arrojadizos.

      Ocurrió así que las mascarillas con un coste por unidad de 0,96 euros, por limitación gubernamental, pasaron a costar 0,72, que podrían bajar de 0,70 si el IVA fuera 0. Cuando esta bronca de pedradas en vez de propuestas y debate se efectuaba, no hacía falta ir muy lejos, simplemente a un comercio no del ramo, por ejemplo, una ferretería y no una farmacia, y adquirir una caja de 50 mascarillas homologadas por 0,24 euros la unidad, con el IVA incluido.

   Las mismas mascarillas con la denominación de masbaratillas, pero igualmente homologadas, se podían adquirir en muchos tenderetes del mercado de los martes astorganos a precios similares a los de la ferretería. Es decir, el debate no debía haber estado en el IVA, sino en el precio de las cosas. Si una ferretería daba las mascarillas con IVA y su lógico beneficio del margen comercial, que para eso las vendía, a 0.26, frente a 0,72 por limitación ¿Cómo era posible que lo hiciera sin arruinarse? Si el ferretero ganaba –como los del mercado- ¿Quién se lleva el beneficio desmesurado? Ni los chinos, ni quienes las fabriquen. Una vez más la cola del león se aprovecha de la mejor tajada de lo que cazan las leonas. A eso le dicen ellos ser más listos. Es ser menos ético o simplemente ladrones, aunque lo hagan legalmente.

   Eso es lo que hay que debatir –de acuerdo con el liberalismo y no con los tramposos neoliberalismos-, para empezar a llamar a las cosas por su nombre y dejarse de tirarse pedruscos. Este es el verdadero problema. Los que ahora gritan ‘libertad’ son los hijos y herederos de los que durante tantos años se la negaron a los demás. La reclaman gritando con tal fuerza como los neófitos que acaban de descubrir una nueva religión y la quieren, sobre todas las cosas para sí. Sin advertir, en este caso, que si la acaparan se la niegan a los otros.

    Es el peligro de los conversos, aunque hay que asumirlo con paciencia. Si la han descubierto peor lo tendrán para negarla. Bienvenidos, por tanto, a este nuevo paraíso. Cabe hacer una consideración. ¿Por qué esos neófitos para defender sus intereses se refugian en las mentiras y utilizan los bulos? ¿Es que no tienen ni ideas ni argumentos? Si en verdad no peligra más el uso del español, ni los colegios especiales, ni la enseñanza concertada, digan la verdad. Lo que peligra es el negocio a través de la enseñanza, que junto a la sanidad son las dos áreas que nunca deberían verse como negocio y quienes los vean son tan obscenos como quienes venden viviendas sociales, que escasean, a fondos buitres. Como tampoco en el tema de las mascarillas era el tema el IVA, sino que en verdad sean masbaratillas. Sin discusiones ni agresiones a pedradas. Simplemente razonando.

Publicado en: http://astorgaredaccion.com/art/26544/masbaratillas

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