Formación del Espíritu Nacional / Manuel Medrano


Por ManuelMedrano
http://manuelmedrano.wordpress.com

    Los que tengáis la sesentena o más recordaréis que en los estudios preuniversitarios había una asignatura llamada FEN, Formación del Espíritu….

…Nacional, que incluso yo llegué a cursar en primero de la carrera. Sus textos tardofranquistas eran un rollo infumable, y no lo digo como crítica ideológica, sino como opinión sobre unos gruesos volúmenes llenos de capítulos alejados de cualquier cosa útil, siquiera para adoctrinar. Recordaréis también que para aprobar esta asignatura (o incluso sacar notable) bastaba con dibujar al final del examen una bandera de España y poner “Arriba España”, “Viva José Antonio” (por Primo de Rivera) y, mejor aún, “Viva Franco”.

   Bueno, pues ahora las decisiones y discursos políticos me recuerdan a la FEN. No todos, pero sí una gran mayoría. Te sueltan rollos vacuos que no te dicen nada, llenos de sinsentido, trufados con algunos términos como “solidaridad”, “responsabilidad”, “necesidad”, “salud”, y les falta hablar de la Paz en el Mundo.

    Bueno, sí, te dicen con obras, no con palabras, que si vives en Aragón y quieres irte a pasar las Navidades a Benidorm, Denia o Calpe, no podrás porque estarás “confinado perimetralmente”, pero si eres británico sí podrás entrar a España por los aeropuertos próximos a esas localidades y disfrutar de su clima y ambiente. También te dicen que si vives en Madrid, o en el País Vasco, no podrás ir a esquiar a las estaciones de Aragón, pero si eres extranjero sí tendrás acceso a ellas. Te condenan como si fuéramos un rebaño y te gobiernan como si fuésemos una cuadrilla de mansos, dictatorial y absurdamente.

    Ahora, nos falta recopilar todas estas brillantes actuaciones represivas (eso sí, son por tu salud) y compilarlas en un nuevo texto de FEN. Pero, ¿quién realizará el trabajo de ordenación de este glorioso material y le dotará de vertebración ideológica? Está claro, los Profetas Sanitarios. Estos son toda una banda nacional e internacional de aprovechados, tahúres y timadores que quieren hacerse famosos predicando su propio Apocalipsis, que en realidad nos matará de hambre, no de epidemia gorda.

    ¿Qué buscan? Pues la respuesta es variada. Como denominador común, dinero. Es decir, que les llamen como asesores, o que rieguen sin medida con subvenciones sus investigaciones (muchas de ellas completamente inútiles para lo que nos interesa ahora), o al menos descollar entre la masa de epidemiólogos, biólogos, virólogos, veterinarios y expertos en Tarot que todos los días nos atiborran la cabeza con mierda desde múltiples medios de comunicación, a cual más alejado de la objetividad informativa y del periodismo de investigación.

   Bueno, con los políticos tomando decisiones arbitrarias como auténticos endemoniados de película, y los Profetas Sanitarios relatando escenas del Jardín de las Delicias del Bosco, ya podemos escribir los textos dogmáticos de la nueva asignatura Formación del Espíritu Nacional, que será obligatoria en todos los niveles educativos, incluidos los universitarios, y se impartirá en castellano, catalán, vasco, gallego, náhuatl y maya.

    Bien, ya hemos puesto las bases de un Nuevo (des)Orden. Aun así, habrá que aclarar en el proceso algunas cuestiones. Por ejemplo, porqué me tengo que fiar de las vacunas desarrolladas en Europa-USA (algunas con participación de empresas Chinas) y no de las de Rusia o China. Hasta ahora, nadie me ha dado razones fiables para ello, salvo que hablemos de macronegocio farmacéutico. También, la gran pregunta, porqué en China ya han alcanzado una normalidad como la anterior al coronavirus antes de tener vacuna disponible; a lo mejor es porque se centraron en las curas, más rápidas de hallar y más útiles a quien está ya enfermo, aunque el gran negocio no sea ese… sino las vacunas. Porqué nos van a tener como esclavos mareados confinados en territorios y con toques de queda de horarios diversos, si luego dicen que, aunque todos estemos vacunados, seguirá habiendo supercontagiadores y habrá que llevar bozal (¡perdón, mascarilla!) hasta 2022 o hasta el Final de los Tiempos (otro gran negocio este, económico y de sumisión abyecta de la población). Porqué se entera uno de que, mientras no puede ir a la provincia de al lado de la suya, hay gente contagiada a la que intencionadamente se deja desplazarse libremente por toda España, hasta que, rara vez, consigue interceptarla la policía. Y así hasta el infinito.

   No, no soy partidario de lo que está pasando. Y menos aún de que machaquen a su albedrío y sin razones (por cojones) mis derechos civiles. Y de que haya un solo euro que vaya a solidaridad o ayuda al desarrollo y bla, bla, bla, para mantener multinacionales de la “solidaridad”, mientras hay cientos de miles de españoles con necesidades urgentes (léase comer) o en la cuerda floja. La democracia del “vota cada cuatro años y olvídate de todo”, amigos y amigas, ha naufragado definitivamente. Lo vais a ver.

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