Quebec contra Quebec

 PMuñozAntonio
Por Antonio Muñoz-Casayús
Abogado Master CEE
Miembro del Foro de Estudios España-Canadá

     El pasado día 30 de octubre el ilustre  Profesor de Derecho, Ángel Cristóbal Montes, publicó en Heraldo de Aragón un magnífico artículo titulado “Quebec, Escocia y Cataluña” en el que desgranaba lo sucedido en los dos primeros territorios tras los referendos producidos en ambos y el estrambote que está sucediendo en el tercero, Cataluña, todo ello bajo el prisma jurídico-constitucional.   Del primer párrafo de dicho artículo transcribo lo siguiente: “En las democracias occidentales, Quebec ha sido territorio pionero en reclamar la independencia frente a Canadá”…” “hasta tres veces ha asumido el reto y en las tres ha triunfado el no.  Después no ha ocurrido nada extraordinario, no se ha alterado la normalidad y todo ha continuado funcionando bajo las pautas racionales y serenas de una de las mejores democracias del planeta.”

   Pues no, mi admirado profesor. Lo que ha sucedido en Canadá, tras los plebiscitos quebequenses, es que la democracia ha continuado funcionando racional y serenamente, tal como usted pone de manifiesto, pero la economía en la Provincia de Quebec se ha hundido cual Titanic norteamericano.   El casco del buque quebequés no ha soportado el impacto de las consultas soberanistas. Para ilustrar este declive citaremos siete hitos económicos y sociales representativos de tal debacle:

1º.- Quebec pasó de ser la primera economía de Canadá a ser la novena de las diez provincias canadienses.  En Montreal los inmuebles perdieron el 50% de su valor.

2º.- Casi todas las compañías multinacionales de Montreal (Quebec), se trasladaron a Toronto (Ontario).

3º.- Las grandes fortunas familiares de Quebec en los sectores de minería, forestal, químico y otros huyeron a Toronto diez años antes del primer referendum independentista de 1980.

4º.- El banco de referencia de Quebec, Banque de Montreal, fundado en 1817 y que fue Banco Central de Canadá hasta 1935, trasladó su Sede Central a Toronto (Ontario).

5º.- En las décadas de 1960 y 70, en plena euforia soberanista, se calculó que la población de Montreal se triplicaría en los siguientes 25 años (pasaría de 1,250 millones de habitantes a  3,750 millones) cuando realmente en 1991 la población de Montreal era 1,017 millones.   Decenas de miles de habitantes  fueron abandonando Montreal en beneficio de otras provincias  canadienses, especialmente Ontario.

6º.- Como consecuencia de aquellos estudios demográficos, se diseñó el gran Aeropuerto Montreal-Mirabel proyectado para ser el Aeropuerto de referencia de Canadá con casi 40.000 hectáreas de superficie; sin embargo este proyecto cedió el cetro al de Toronto, quedando el de Montreal-Mirabel como Aeropuerto de carga. En  ocasiones se utiliza como plató de películas de cine y pista para pruebas automovilísticas

7º.- Y en el terreno deportivo,  el Hockey sobre hielo, deporte Nacional de Canadá, el equipo de Montreal ‘Les Canadiens’ pasó de ser el Club con más títulos y ocupar siempre los primeros puestos de la Liga NHL (Canadá y EEUU) a situarse en la cola de la clasificación.  Desde hace 45 años se ha convertido en el vivero de jugadores para  los veintinueve equipos restantes de la Liga más importante del mundo.

    Los datos aportados no son los únicos que sufre Quebec en su economía, pero si los más representativos de lo que ha sucedido en Canadá después de la deriva soberanista de una Provinciainmensamente rica y poderosa.Toda la riqueza que se fue de Montreal a Toronto no ha vuelto.

   Después de los  referendos soberanistas  perdidos por los independentistas  y la aprobación de la Ley de la Claridad en junio de 2000, ideada e impulsada por el eminente jurista quebequa,  Stephane   Dion,  la soberanía no parece que sea hoy día una prioridad para los quebequenses. La lenta y débil salida de una crisis económica y financiera que comenzó en los años 70 del pasado siglo y el temor a la fragilidad en que se encontraría Quebec si se independizara, unidas al hartazgo que ha producido el debate soberanista interminable, son las causas de esa desafección por volver a las urnas de la secesión.

Publicado en Heraldo.es

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