Argentina: “Divagues” de familia vía Zoom.


Por Gloria Cohen

    En este fenómeno mundial de la pandemia, en mayo cumplimos un año ininterrumpido de reuniones dominicales vía Zoom con mi familia paterna.


Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina   

   Los reencuentros por Zoom nos emocionaron y volvimos a sentirnos en familia, como en las reuniones dominicales en casa de los abuelos, donde tíos, tías, primas y primos compartíamos comidas y juegos; durante la cuarentena estricta en la Argentina en el largo invierno del 2020, la evocación de los recuerdos de nuestra niñez y de la juventud de nuestros padres estuvo a flor de piel.

   La reclusión forzosa y la irrupción del Zoom facilitaron los encuentros del siglo XXI de primas, primos y tías, más considerando que algunos integrantes de la familia viven fuera de la Ciudad de Buenos Aires y en otros países, como Brasil, EEUU y España; además, para quienes residimos en Buenos Aires, el ajetreo de la vida habitual dificultaba los encuentros.

    Así que el año 2020 fue mayormente evocativo de los recuerdos familiares, incluso tuvimos la intención de escribir un libro con las vicisitudes de la historia de nuestros abuelos en esta parte del mundo, pues la abuela vino  desde Esmirna (Turquía) y el abuelo desde Jerusalén.

    Incluso, como nuestra abuela hablaba “el ladino”, varios nos apuntamos a cursos de idioma “Ladino” vía Zoom, una lengua que forma parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y que fue mantenida durante más de 500 años por los judíos expulsados de España en 1492 que se refugiaron principalmente en territorios del Imperio Otomano

     El 2021 nos encontró con una mayor apertura de actividades, y el Covid, sus nuevas cepas y las vacunas fueron el centro de atención.

    Hubo debates sobre la actitud de los distintos gobiernos frente al manejo de la pandemia: mientras nuestro primo en Brasil critica en forma persistente la actitud de su presidente, la prima americana celebra el giro que dio el presidente Biden a la vacunación en los Estados Unidos de América y lamentablemente nuestra prima en España se quedó sin trabajo por la pandemia y está ahora en “el paro”.

     En la Argentina, mientras muchos integrantes de la familia critican fuerte a nuestro Presidente Alberto Fernández en cuanto al manejo de la pandemia, en algunos momentos otros prefirieron no conectarse y aprovechar los días soleados del verano para pasear o almorzar tranquilos con sus familias, otros movidos por la nostalgia y la alegría del encuentro continuaron y así se fue manteniendo el espacio.

    Respecto a las vacunas, si bien la posición mayoritaria en la familia es vacunarse cuanto antes, todavía quedan dos primas que no pueden anotarse en su distrito de residencia –la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, ni por su edad, ni por su condición física (por no padecer de comorbilidades) y no quieren “hacer la trampita” de anotarse en la Provincia de Buenos Aires, donde la vacunación va más rápido. Ambas primas reciben casi todos los domingos las recriminaciones del primo brasileño que las alienta a anotarse en Provincia de Buenos Aires, pues dice que aquí es el “sálvese quien pueda” y quizás esperar el turno puede costar la vida.

   Ambas primas tampoco tienen la valentía suficiente como para reservar un vuelo a algún lugar de los EEUU, como hacen muchos otros argentinos que pueden costearse ese viaje y vacunarse allí, más teniendo la ventaja de tener otra prima que podría alojarlas.

    Aerolíneas Argentinas aumentó la frecuencia de los viajes a Miami y a Nueva York, pues “los que pueden” se pagan un tour sanitario y allí pueden tener acceso a las vacunas de Pfizer, de Moderna o de Johnson & Johnson, con la ventaja que esta última requiere de una sola dosis y no es necesario esperar 21 ó 28 días en el exterior para recibir la segunda dosis.

    En cambio, en territorio argentino sólo existe la posibilidad de vacunarse con la Sputnik V, la Sinopharm o la AstraZeneca; el porcentaje de vacunados en nuestro territorio supera apenas el 25 %, pero en su gran mayoría con una sola dosis pues se recurrió a la estrategia de retrasar la segunda dosis para vacunar a mayor cantidad de gente.

    A pesar que la farmacéutica Pfizer realizó ensayos en la Argentina con voluntarios, no pudo llegarse un acuerdo con esta empresa, cuestión que no fue debidamente aclarada por el presidente Alberto Fernández, ni por sus Ministros.

    La buena noticia es que están llegando mayor cantidad de vacunas en el mes de junio, y el cronograma de vacunación podría acelerarse, ojalá.

    Un tema que no se habló y en el que no se sabe si habría divergencias o no, tiene la palabra vacuna, pero no se refiere al Coronavirus. Se trata del cierre de las exportaciones de carne vacuna argentina para intentar disminuir los precios del famoso “asado argentino” en el mercado interno.

    La paradoja es que no podemos reunirnos a comer un asado pues, se recurrió a 9 días de “confinamiento estricto” en el que estaban prohibidas las reuniones familiares, por lo tanto la gente no podía reunirse ni en sus casas, ni en restaurantes (que debieron cerrar durante esos días) y, todavía peor pues los precios aumentaron pues hay un paro del campo que afecta la comercialización de carne vacuna. Este tema no llegó a hablarse pues los 40 minutos del Zoom quedan cortos.

      Se debió recurrir a esos 9 días de confinamiento estricto dado los elevados casos de contagios por Coronavirus y la elevada cantidad de muertes.

    Seguramente, el domingo próximo a todos les parecerá muy bien que a último momento, la Argentina decidió no ser la sede de la Copa América, que se pretendía jugar aquí y hubiera comenzado el 13 de junio y terminado el 10 de julio, justo en lo peor del invierno y con las terapias intensiva al borde del colapso debido al Covid.

     Entre los numerosos divagues, además de los comentarios de actualidad, los recuerdos, las vidas familiares de cada uno, entre otros motivos de conversación, está la idea de que, cuando termine esta pandemia, muchos integrantes de la familia por supuesto, ya vacunados, podamos hacer un viaje yendo al encuentro de los otros miembros desparramados por el mundo y poder llegar juntos otra vez a Esmirna y a Jerusalén, lugares desde donde salieron nuestros abuelos para conocerse aquí y formar una gran familia en la Argentina.

Artículos relacionados :