Por Emilio Mendoza
Amigos, les quiero hablar de Zacatlán, una pequeña ciudad en el Estado de Puebla que forma parte de la lista de «Pueblos Mágicos de México», programa turístico desarrollado bajo iniciativa del gobierno mexicano para catalogar lugares especiales a nivel cultural, social, histórico y paisajístico.
Emilio Mendoza
Corresponsal del Pollo en México
www.emimendoza.com
Planeábamos unos días de descanso. Buscábamos una ciudad tranquila donde predominaran sus bellas tradiciones y que no estuviera muy lejos. Tomamos el autobús en la terminal TAPO que se ubica al oriente de la ciudad de México y en menos de 4 horas ya estábamos disfrutando los encantos arquitectónicos de Zacatlán, una pequeña ciudad ubicada en la Sierra Norte de Puebla, en el centro de México. El nombre Zacatlán proviene del náhuatl y significa «lugar de zacate». La región es conocida por su gran producción de manzanas, entre otras frutas, y por la elaboración de sidra y vinos derivados de frutas. Es por eso que comúnmente se le conoce como “Zacatlán de las Manzanas”. Esta ciudad es también la sede de la compañía de Relojes Centenario, la primera fábrica de relojes que se fundó en América Latina y fue la empresa que fabricó el enorme reloj de doble cara que se encuentra en la plaza principal y que está decorado con flores. El centro histórico de la ciudad está lleno de casas tradicionales con techos de tejas rojas, así como calles empedradas, lo que lo hace fascinante. En los alrededores de la ciudad se encuentran varios atractivos como el Valle de Piedras Encimadas y varias cascadas y paisajes montañosos.
Plaza Central
La plaza principal tiene un quiosco en el centro donde se ofrece música en vivo los días festivos. También en el centro de la plaza, junto al quiosco se encuentra el monumento a la manzana. Se trata de una manzana gigante que honora la destacada producción de manzana y sus derivados como vinos y sidra de manzana. Sin embargo, lo más atractivo de la plaza es su enorme Reloj Floral donado durante la remodelación de la plaza en 1986 por la fábrica de relojes Centenario en memoria de su fundador Alberto Olvera. El mecanismo del aparato es único en su género en todo el mundo, ya que cuenta con dos caras de aproximadamente 5 metros de diámetro y que son accionadas mediante un solo mecanismo central.
Edificios históricos
A un costado de la plaza principal se encuentra el palacio de gobierno que data de 1876. Este edificio cuenta con un largo portal hecho de diecisiete arcos y que tienen los nombres de las comunidades que contribuyeron a la construcción del inmueble. Al otro lado de la plaza se encuentra el ex convento Franciscano de Zacatlán. Se trata de un templo católico dedicado a san Francisco de Asís cuya construcción fue terminada en 1567. Fue el centro de evangelización de la región durante muchos años. Una de las torres fue anexada a la estructura en el siglo XX y cuya particularidad es que tiene un reloj en la parte de arriba. Al otro costado de la plaza se encuentra la Parroquia de San Pedro y San Pablo dedicada a los patronos de la ciudad. Fue construida a mediados del siglo XVII utilizando motivos ornamentales estilo barroco indígena para apoyar la labor evangelizadora de la población indígena. La fachada tiene una escultura de Santiago el Mayor flanqueada por ángeles que visten taparrabos.
Danzón Zacatlán
En una de las esquinas de la plaza nos llamó la atención una escultura con un personaje sentado en una banca. Ahí nos enteramos que se trataba de un monumento en honor a don Pedro Escobedo Hernández, compositor zacateco autor del “Danzón Zacatlán”, una de las piezas musicales de este género más conocidas en todo el país. El monumento cuenta con una “rocola” que mediante una moneda complace con melodías a ritmo de danzón.
Mirador de la Barranca y murales
De la plaza central caminamos unas cuantas cuadras y llegamos a la barranca de los Jilgueros; uno de los lugares más visitados del poblado. Se trata de un corte profundo del terreno que crea una cañada con una espectacular vista. Recientemente, a la barranca se le ha construido un paseo de aproximadamente un kilómetro que bordea el precipicio. La estructura forma un largo mirador que permite disfrutar del paisaje maravilloso con toda seguridad. Tiene una terraza hecha de piso y barandal de cristal lo que hace más sugestivo el panorama.
Paralelamente al paseo del mirador se encuentra el largo muro del cementerio convertido en su totalidad en un conjunto de murales realizado con piedras de colores. Los temas de los murales son alusivos a las costumbres y tradiciones de la ciudad de Zacatlán. En la parte final del muro fue realizado un mural llamado “Vivir en el Universo Náhuatl” con la participación de artistas locales.
Valle de las Piedras Encimadas
Fuimos a visitar el parque Valle de las Piedras Encimadas a unos kilómetros fuera de la ciudad. Son rocas de hasta 20 metros de altura que se han creado con formas caprichosas por efecto de los agentes naturales externos, en especial el agua y el viento. Durante millones de años, la actividad volcánica, las reacciones químicas y los agentes atmosféricos como la lluvia, el viento y la humedad han dejado las condiciones que esculpieron el conjunto de esculturas naturales de este sitio. Con un poco de imaginación, las piedras encimadas sugieren diferentes formas con las cuales los visitantes se divierten tratando de descubrir o identificar las supuestas imágenes creativas. Bajo iniciativa del gobierno de Puebla, en el área se ha creado un parque ecoturístico con actividades de entretenimiento incluyendo paseos a caballo.
Vista a la fábrica de relojes Centenario
Durante nuestra visita a esta hermosa ciudad, no vi ningún reloj al pulso en la gente. No hay necesidad de tener uno, pues la ciudad está “tapizada” por relojes públicos de variados tamaños y estilos. Comenzando por relojes monumentales, como el gran Reloj Floral de la plaza principal, hasta una serie de relojes instalados sobre varias calles y negocios. Zacatlán goza de una reputación en la fabricación de mecanismos para relojes, gracias a la gran iniciativa del Sr. Alberto Olvera Hernández, quien fundó la fábrica de relojes Centenario hace 100 años. Alberto Olvera fue autodidacta interesándose por los relojes después de haber desarmado un reloj roto en su casa para tratar de repararlo. En 1909, a los 17 años de edad, comenzó a fabricar y a vender relojes utilizando herramienta rudimentaria que pertenecía al taller de carpintería de su padre. Construyó su primer reloj monumental en 1918. Esto llevó a la fundación de la primera fábrica de relojes en América Latina, que se especializó en relojes monumentales. Sus relojes monumentales han sido instalados en edificios, parques, plazas y centros comerciales en México y otros países. Actualmente, la fábrica Centenario emplea a unas cincuenta personas y está abierta a visitas del público. Tiene un museo del reloj inaugurado en 1993 y dedicado al fundador. El museo contiene relojes originales y de reproducción a lo largo de la historia en el mundo.
En una de las tiendas comerciales de Relojes Olvera en la ciudad se tiene en muestra un enorme reloj de piso. El reloj de piso permite observar bajo los pies el funcionamiento de un reloj monumental, su interesante y cautivante mecanismo a través de majestuosos engranes y su péndulo, el tic-tac de los segundos en movimiento síncrono y armónico.
Feria de la manzana
El principal festival anual de la ciudad es la Feria de la Manzana, que se celebra cada mes de agosto desde 1941. Este evento atrae a más de 300,000 visitantes en el transcurso de una semana y ofrece muchas actividades diferentes. Entre los eventos más significativos están la coronación de una “Reina de la Manzana”, exposición de relojes, gastronomía, otras exhibiciones y conciertos por orquestas sinfónicas y artistas populares.