Director: Dionisio Sánchez Rodríguez. El Pollo Urbano. Desde 1977 la primera revista de sátira política, información, ocio y cultura . Zaragoza. España. Nº 243. Mayo 2025.
El espectador que quiera asistir a una sesión de cine, para disfrutar de la última película de superhéroes o de las nuevas comedias románticas, debe rascarse el bolsillo y gastarse de media ocho euros (céntimo arriba, céntimo abajo), sin incluir películas en el formato de las tres dimensiones y demás zarandajas.
El término Ecozine se refiere al festival internacional de temática medioambiental celebrado en Zaragoza, una ventana de realidades que están presentes en el mundo de hoy, en una plataforma para mostrar los trabajos de muchos cineastas comprometidos con el planeta.
Cuando muere una celebridad se desata un aluvión de elogios y exageraciones sobre su figura hasta el extremo de confundir fantasías literarias con tremendas realidades, difuminadas u olvidades por el paso del tiempo.
Dicen, y probablemente tengan razón, que el amor es uno de los principales motores de la vida. De lo que no cabe duda es que resulta combustible de primera para la sala de máquinas de cualquier película, tanto que cuando un filme carece de este “love interest” casi se le tacha directamente de experimental.
Cuentan las crónicas que algunos de los asistentes a una primitiva proyección, al ver las imágenes, en blanco y negro y sin sonido, de una locomotora llegando a la estación de La Ciorat, en 1895, se retiraron hacia atrás por temor a ser atropellados.
Gregorio Samsa se despierta una mañana dispuesto como todos los días a ir a la oficina. Pero se lo impide un hecho incuestionable, se ha convertido en una asquerosa cucaracha.
Poca repercusión –por no decir ninguna- ha tenido la proyeccion en la filmoteca de Zaragoza de ‘Algol, tragedia de poder’, un filme alemán dirigido en 1920 por Hans Werckmeister e interpretado por Emil Jannings y John Gottowt, con decorados diseñados por Walter Reimann, el de ‘El gabinete del doctor Caligari’.
Los profesionales de la crítica tienden a subestimar el humor, considerándolo superficial. A mí me gusta un tipo de humor en el que predominen la ironía, la creación fílmica, la crítica social. Un humor que obligue a usar la inteligencia y que no esté aislado de otros contenidos.