Por Don Quiterio
El término Ecozine se refiere al festival internacional de temática medioambiental celebrado en Zaragoza, una ventana de realidades que están presentes en el mundo de hoy, en una plataforma para mostrar los trabajos de muchos cineastas comprometidos con el planeta.
Es extremadamente probable que la influencia humana haya sido la causa dominante del calentamiento observado desde mediados del siglo veinte. La huella humana en el clima es cierta y visible en el calentamiento inherente al aumento de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. ¿Cuándo llegarán los políticos a acuerdos internacionales vinculantes y lo suficientemente efectivos como para reducir las emisiones contaminantes de forma drástica? Es urgente un cambio de rumbo sobre las políticas globales en torno al cambio climático. Está en juego, siendo egoístas, el futuro de más de siete mil millones de humanos y de billones y billones de seres vivos. ¿Somos una generación egoísta? La lucha contra el cambio climático es una carrera contrarreloj en la que estamos perdiendo un tiempo precioso. Estamos a tiempo de actuar, desde luego, pero se necesita que esta discusión no esté distorsionada por los intereses a corto plazo de unos pocos países y empresas. Hay que gestionar riesgos. Una manera de hacerlo es tener miedo después de un desastre. Una manera distinta es adoptar medidas preventivas antes de que ocurra el desastre, lo que equivale a hacerse una póliza de seguros. En ambos casos, claro, el estímulo para actuar es la preocupación por el futuro. Si no nos preocupa el futuro, será muy difícil que hagamos nada.
Más de cuarenta películas compitieron en este festival de Ecozine en su séptima edición, donde se llevaron a cabo debates y actividades paralelas en los que la fusión entre el cine, la cultura y la sostenibilidad medioambiental tomaron el protagonismo. En la gala de clausura se repartieron los premios. La andaluza Norem Collado se llevó la categoría de mejor documental nacional con ‘La mujer y el agua’. La mexicana ‘No hay lugar lejano’, de Michelle Ibaven, fue reconocido como el mejor documental internacional. Dentro del capítulo de los cortometrajes, bastante buenos en conjunto, se llevaron premios los cineastas Antonio Baseiro, Simone Giampaolo, Salvo Manzone, Xènia Solé, Alan Fábregas, Sèbastian Pins, Virginia Curiá o Tomas Conde. Ángel Guinda, padrino de esta edición del festival que dirige Pedro Piñeiro, tuvo su protagonismo con la lectura de su poema ‘Con destino’, en boca de Mónica Ibáñez. La gala se cerró con la proyección de ‘Réquiem nuclear’, de Sonia Llera, producida por el propio Ecozine.
El séptimo arte invadió las calles de La Almunia el pasado mes de mayo, gracias a la asociación Florián Rey, que es la encargada de organizar las jornadas de cine ininterrumpidamente desde 1996. Las jornadas surgen con la idea de fomentar la cultura cinematográfica local, porque la villa es la cuna de grandes cineastas como el que da nombre a la asociación, Floríán Rey, u otros como Adolfo Aznar. En este momento se ha convertido en uno de los referentes de los concursos de guiones y de cortos no solo a nivel de Aragón. En la gala de clausura de este año, el actor Luis Tosar recogió el premio Florián Rey, como reconocimiento a toda su carrera, en la que ha protagonizados filmes aplaudidos por llamar la atención sobre problemas de nuestra sociedad y sus víctimas (‘Flores de otro mundo’, ‘Los lunes al sol’, ‘También la lluvia’, ‘Te doy mis ojos’) y Ana Marquesán, directora de investigación y archivo de la filmoteca de Zaragoza, fue nombrada socia de honor de la asociación por su colaboración desinteresada con el festival. La gala de clausura también sirvió para la entrega de los trabajos a concurso: ‘Subterráneo’, de Miguel Ángel Carmona, premio del jurado; ‘Te escucho’, de Jorge Blas, mejor corto aragonés; ‘Cuerdas’, de Pedro Solís, mejor corto de animación y premio del público; ‘Bicitown’, de Sendoa Cardoso, mejor corto documental; y ‘Recuerdos’, de Anchel Pablo, mejor corto comarcal. También fueron galardonados los guiones de los cortometrajes ‘Contrarreloj’, ‘El abrazo’, ‘La recaída’, ‘Nocturnos desde la ventana’, ‘Y ahora, ¿qué?’ y ‘Amén’.
La novena edición de la muestra internacional Zinentiendo de Zaragoza programó una treintena de filmes dedicados a las distintas sexualidades: lésbico, gay, transexual, bisexual, queer, intersexual… Entre todo lo proyectado destacó ‘Shopping’, un trabajo de temática lésbica de dos niñas que se encuentran en el pasillo del supermercado, momento a partir del cual se establece entre ellas una conexión a lo largo de los años. Por su parte, el canadiense Bruce Labruce se adentra en el mundo gay con ‘Gerontophilia’, una película que se centra en la vida de un adolescente y su atracción sexual hacia los cuerpos ancianos. Entre los cortos, merece la pena mencionar ‘Dating sucks’, del animador norteamericano Sam Berliner, en el que, de forma autobiográfica, su protagonista cuenta los éxitos, los fracasos, las preocupaciones y la confusión de un adolescente intersexual a la hora de tener su primera cita.
Y como aperitivo al festival internacional de cine de Huesca, la capital oscense calentó motores con una programación de filmes eróticos en colaboración con el club ‘La boca del lobo’ de Madrid, siete cortometrajes en los que el objetivo ha sido mostrar, de una manera desenfadada y comprometida, arriesgada y valiente, temáticas como la sensualidad, el amor, la seducción, el deseo, la pasión, la lujuria, los celos, los conflictos y todo aquello que tiene que ver con el acercamiento y la comunicación entre los sexos. Entre los trabajos, bastante desiguales, se vieron el alemán ‘Bunny heaven’, de Oly Wood; la francesa ‘Assis debout, couché’, de Edgard Grima, o la hispana ‘Hipoteca basura’, de Francisco Javier Rodríguez de Fonseca. Lo que está claro es que el interés del público por el erotismo continúa siendo el de siempre. Y eso es bueno.
