Desde el diván: ‘la mujer pantera’ de Jacques Tourneur


Por José María Bardavío

    El primerísimo plano la muestra coronada con motivos florales, para luego ascender la cámara lentamente para mostrar…

Título original: Cat People
Año:1942
Duración: 73 min.
País: Estados Unidos Estados Unidos
Dirección: Jacques Tourneur
Guion: DeWitt Bodeen
Música: Roy Webb
Fotografía: Nicholas Musuraca (B&W)
Reparto: Simone Simon, Kent Smith, Tom Conway, Jane Randolph, Jack Holt, Alan Napier, Elizabeth Dunne, Mary Halsey
Productora: RKO Radio Pictures


La bañera en donde Irena (Simone Simon) se baña, tiene las patas en forma de garra.

 

…sucesivamente la pared frontal de la bañera, el borde doblado del pretil y, por fin, el cuerpo de Irena con la melena ocultándole el rostro, la espalda salpicada por gotas de agua, profundamente concentrada, acurrucada, las rodillas levantadas los brazos abrazados al cuerpo, toda ella en posición fetal. 

      Esta descripción visual que arranca en la pata garruda y terrible de la bañera y ese terminar la ascensión mostrando el cuerpo de la mujer, determina en el imaginario simbólico, y en el inconsciente, la  personalidad metamórfica de la mujer pantera. Su conversión  desde la bestialidad  (la pata con forma de garra es aquella pata real de Irena cuando la  vimos transformada en bestia) a la humanidad, (la bañista), en suma, las dos dimensiones de su fantástica personalidad que vivían antes perfectamente separadas hasta que los celos -el marido de Irena se interesa por Alice- hacen emerger justo entonces  la violencia  que supone su transformación en pantera, para matar a Alice.


    La bañera muestra en sí misma, a través de  las patas bestiformes que sostienen el receptáculo, el inconsciente de la bañista. Mientras que, (1) el ocupar la bañera y (2) el baño mismo, refuerzan la idea de tránsito, de re-nacimiento de una Irena que acaba de dejar de ser pantera y atacar un rebaño de ovejas frustrada por no haber podido asesinar a Alice, a la que ha seguido de cerca pero la aparición de un taxi, que se detiene a su lado, hace imposible el crimen. La Irena pantera del episodio anterior se acaba de convertir en humana y la fantasía es evocada a través del tránsito de la cámara desde la pata al cuerpo de Irena. Y de ahí la  posición fetal de la mujer en la bañera,  mostrando en su recogimiento e  inmovilidad el estado final de la transformación desde la categoría de bestia a la del linaje humano.

    El interés de la fantasía consiste también en el evaluar el por qué  la bañera se ha convertido en el puente, en el de espacio de tránsito, de transformación, de renacimiento, del proceso que va desde lo animal a la persona. Como si la bañera, y así lo hemos constatado en otras películas, fuera un espacio idóneo para evocar de nacimiento; un símbolo, una opción alegórica del útero, del origen mismo de la vida. 

     Y es asombroso descubrir cómo en la masa de pelo que oculta el rostro de Irena ( insistiendo en lo que descubre el verbo ocultar), se organiza el paso y el eje del sentido de la, por otro lado, imposible transformación: La supuesta cercanía del pelo de la pantera y el cabello femenino; porque es el pelo/cabello y no el rostro/alma) lo que aquí apela a nuestro inconsciente para de esta forma otorgarle nosotros, espectadores, la inquietud fatal – fatal por fetal– que  demanda la propuesta artística del gran Tourneur.

El blog del autor: http://bathtubsinfilms.blogspot.com/

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