Cabezudos rellenos de foie grass de verdad

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Por D.S.L.

    Esta receta fue transmitida en secreto por el reconocido chef lionés Patrick Astier a su querida hija Christelle Astier. El novio de ésta la robó, vendiéndosela cara y bajo turbias circunstancias al director del Pollo Urbano.

Ingredientes

-De 15 a 20 champiñones de tamaño grande. No seas somarda y engancha los más grandes que luego habrá que rellenarlos.

-60 gramos de mantequilla.

-1 limón

-2 cebolletas

-3 yemas de huevo

-50 gramos de mousse de foi grass. ¡Aibadeai! Guarda esa lata de La piara cobarde, aquí estamos hablando del foi de verdad, es decir, de oca o de pato.

Al lío

   Descabeza sin piedad los champiñones. No temas: ni lloran ni sangran. Reserva los cabezudos por un lado, y los troncos desmembrados por el otro. Pon en una cacerola o sartén –a saber qué cocina tienes, rediós– 30 gramos de mantequilla y el zumo de limón. Y sí, esta es la típica guarrada francesa que te va a encantar.

    Ahora, haz el favor de pasar los cabezudos de los champiñones por la guarrada francesa que te conté y déjalos cocer a fuego medio durante 10 minutos. Ojo, no se te empastucen por no tener reloj.

   Ahora ya puedes retirar los cabezudos y colocarlos, cavidad hacia arriba, en una plancha para horno. Si no sabes lo que es eso, abre el horno, somardón, y mira dentro

   Vamos con el relleno que, aunque no te lo creas, toda cabecica por grande o pequeña que sea tiene su aquel. Pica los troncos de los champiñones y las cebollas. Pícalos más. Mézclalo todo en una cacerola con la mantequilla que debería quedarte tras el resultado de una simple resta. A saber a qué escuela fuiste. 5 minutos al fuego, no más.

   Una vez retirado el mejunje del fuego, añade las yemas de huevo y el foi bien chafadico con un tenedor, si es que todavía no te lo has zampado. Añade sal y pimienta al punto. Y si a estas alturas todavía no sabes lo que significa ‘al punto’, puede que la tuya sea una de esas raras cabezas que se encuentran por el mundo sin ningún ‘aquel’. Haberlas haylas. Mezclar ¿sabrás, no? ¡Pues mézclalo bien, copón!

   Rellena los cabezudos con la pasta resultante y mételos en el horno 5 minutos a la máxima potencia. Entre tú y yo: 220 /250 grados.

   ¿Verdad que huelen bien? Pues ahora o te los comes todos de una sentada, o te marcas un farol con tus invitados -a saber qué invitados tienes- explicándoles “que ni oca, que ni pato / que ni foi, que ni paté / que el secreto me lo guardo / ya que todo cabezudo /para que no quede en plato / habrá de tener su aquel”.