Guerra en Europa


Por Agustín Gavín

     Rusia se anexionó Crimea en 2014 saltándose las reglas establecidas por Naciones Unidas en procesos de autodeterminación, después de un referéndum escasamente legitimado en una península con antecedentes geoestratégicos. Alguien tenía que haber visto que podía ser una punta de iceberg de una táctica por parte de Rusia para ampliar la militarización…

 


Agustín Gavin

Corresponsal Internacional del Pollo Urbano y Presidente de www.arapaz.org    

…de sus fronteras que iba a afectar a toda la región próxima al Mar Negro.

    Por supuesto hubo leves sanciones diplomáticas y empresariales, casi simultáneamente nacieron en el entorno de dicho mar dos autoproclamadas repúblicas Populares, las de Donetsk y Luhansk en la región ucraniana de Donbass. Moscú estaba detrás para amortizar políticamente la mayoría prorrusa en la región para ponerla como excusa para el futuro cuando la situación se radicalizase. Han sido ocho años de una guerra de media-baja intensidad entre los soberanistas ucranianos y los independentistas apoyados por voluntarios armados, antiguamente llamados mercenarios, de empresas militares rusas.

   Durante este tiempo ha debido de haber muchísimas reuniones, públicas o clandestinas, entre los actores internacionales que lógicamente y como demuestran los hechos, no han tenido en cuenta lo que la sociedad civil internacional viene reclamando desde el origen de los tiempos de la ONU: LA APLICACIÓN DE LA DIPLOMACIA DE PREVENCION DE CONFLICTOS.

     Como ha reconocido su actual secretario general, el portugués Antonio Guterres, la invasión de Ucrania le ha cogido por sorpresa, no se la esperaba, muchos no nos la esperábamos o simplemente es que no la deseábamos y pensábamos que quedaba mucha diplomacia por agotar a pesar de las advertencias del contraespionaje de EEUU. Lo cierto es que movilizar a trescientos mil militares, carros de combate, misiles y retaguardia para luego hacerlos regresar a sus bases con el gasto económico que supone, sería una de las pocas ocasiones en que la historia del belicismo ha contemplado semejante despilfarro, además de ser una buena ocasión para una gran potencia militar como es Rusia de sacar estocaje de los arsenales y fabricar armamento más moderno.

    También en esta ocasión se ha hecho patente la necesidad de una reestructuración de la ONU, su consejo de seguridad actualmente presidido por Rusia, buen anacronismo, los derechos a vetos de cinco privilegiadas  potencias etc. La vieja ONU ya no puede proteger a la sociedad civil internacional y eso que es su única organización y que da sentido a sus planteamientos pacifistas.

   Las amenazas durante los meses pasados y ya las puestas en marcha sanciones económicas por parte del resto de la comunidad internacional deben de estar haciendo reír al sátrapa paranoide de turno como a otros dictadores en el pasado en los conflictos bélicos del siglo pasado.

    A Putin parece que le ha dado tiempo de encontrar una despensa en China para una posible emergencia económica, China también tiene problemas fronterizos históricos en Taiwán que esperemos no resuelva como Rusia. Los embargos son utilizados por los gerifaltes a través de sus medios de comunicación controlados para pegarse más a la población civil. Los argumentarios son ya clásicos en estas situaciones, que la escasez es culpa del enemigo y que sus planteamientos bélicos eran correctos amparándose en la historia reciente para hacerse con el control de su opinión pública. En este caso se ha resucitado el nazismo todavía vivo en la memoria colectiva rusa y la imaginaria limpieza étnica en Donbass. En la guerra de los Balcanes de los ochenta el embargo de la comunidad internacional a Milosevic, otro oscuro funcionario convertido en un sátrapa ultranacionalista sirvió para que sufriera la población civil por culpa de Alemania, eso decían los noticiarios y que burócratas reciclados en mafiosos se hicieran multimillonarios con el mercado negro.

    Muchos observadores coinciden con la oportunidad del momento por la debilidad de occidente coincidiendo con problemas internos en la propia Rusia. Es posible que Putin haya comenzado una huida hacia adelante. En poco tiempo se concatenan hechos que tensionan el equilibrio mundial entre grandes potencias. Moscú tiene que apuntalar a Lukashenco el superviviente de la URSS en Bielorrusia porque el pueblo estaba despertando. La salida precipitada de la OTAN en Afganistán dejando un problema fronterizo entre China y la Propia Rusia, misteriosas revueltas sociales, al menos en su origen, obligan al ejército ruso a atravesar Uzbekistán y poner orden en Kazajistán apartando del poder al histórico líder Nazarbayeb.  Biden tiene un problema que no se soluciona, Trump. Putin tiene que hacer un gesto interno por la subida de las pensiones en Rusia, la falta de infraestructuras y una oposición perseguida penalmente y se le ocurre lo de Ucrania es nuestro y acabemos con el nazismo.

   Hay quien opina que hace tiempo se tenía que haber creado una zona desmilitarizada entre Europa y Rusia negociada en Naciones Unidas desde el Mar Negro en Turquía hasta Finlandia, pero entraba en colisión con los intereses económicos sobre todo con la construcción de oleoductos y el reparto de combustible con clara competencia con Oriente Medio y el Norte de África.

   Tampoco es de descartar que la fase dos del conflicto en Ucrania sea en Moldavia, un país sin salida al Mar Negro como castigo al parecer por sus veleidades nacionalistas por el propio Stalin, con varias comunidades diferenciadas. El rio Dniéper fue testigo en los años noventa de un enfrentamiento armado de semanas y en su zona oriental se autoproclamó la Republica de Trasnitria, que ya en el 2014 pidió su anexión a Rusia. aquí el problema se agravaría porque Rumania es miembro de la OTAN.

   Cuando esto se manda a la redacción del Pollo Urbano los enfrentamientos continúan en las calles de Kiev una guerra seguida día a día informativamente y donde nuevamente los más desprotegidos son los que sufren las consecuencias de la sinrazón paranoica de un sistema sustentado por lo peor del ser humano, el odio.

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