Por Raúl Navarro (Kynos)
12 de octubre,
¡ Fiesta de la Hispanidad ¡
percibís el gran momento:
Madrugadores con sueño,
abarrotados balcones, oferentes…
La luz templada en los rostros.
¡Ay! tradición milenaria… ¡Qué a gusto,
que estamos todos!
Un océano de cabezas, se agita en la calle Alfonso.
Tomados del corazón avanzan hacia la plaza.
Todos… Con el cachirulo. El finlandés y el cubano.
Hoy, el color de las personas no importa.
Humberto Regueros nicaragüense,
porta orgulloso el pendón
de la Agrupación: “Los Pecados”.
Los continentes se acercan para abrazarse,
bajo la carpa de “Toldos Serrano”.
Sonrojadas mejillas. Carcajadas secas.
¡Que corra el vino, pardiez¡
¡ Manolo trae mas jamón, y embutido… !
Y con el buche lleno,
capitanes de barco…
Cabezudos vestidos de baturros,
aseguran el futuro de nuestra especie.
Lagrimas prontas, devoción en los ojos….
Las mujeres soberanas, jalean el bien mandao
y todos, tocan ¡Maño!
Entre la muchedumbre
se ha infiltrado un espontáneo.
Y lleva una pancarta, en la que puede leerse lo siguiente:
¡Quiero vivir por los cuatro costados! ¡Paz, amor, salud y trabajo!
¡Claro! Como todos…
A la virgen aleluyas,
claveles, gladiolos blancos.
Mas gente que va llegando…
¡ Socorro! Se oye en el patio.
Una cartera ha robado,
el ladronzuelo del barrio.
Misa pontificia
toca. Elías Yanes, ilustre arzobispo
y servidor de la Iglesia,
comienza su discurso:
“El matrimonio entre personas
del mismo sexo, es… ¡Vergonzoso!
Estupor entre aludidos
y demás sufridores de polillas.
Nuestra sociedad vive, ¡como si dios no existiera!
¡Por Santo Tomas… ! ¡Un poco mas de dignidad!
Ahí delante, va la corporación principal.
A la cabeza, el alcalde. Trujillo
el teniente, a su izquierda
y detrás, el resto de concejales:
Carcavilla, Uliaque y López Avellano.
Algunos peñistas, reposan cerca de la fuente.
Tras la noche de ronda empinando el codo.
Hacen eses, pa uno y otro lado.
Los más ligeros, improvisadamente se convierten
en enfermero, o camillero.
Y asi poder auxiliar, al paciente-compañero.
Al final, se obra el milagro…
Unos mozos valerosos se arrancan
cantando jotas. Jotas,
de tierra con solera!
Y al gozo acompañan palmas:
Plas, plas, plas…
De Mirambel a Alcorcón,
de Encinacorba a Bescues.
De todos lados, ¡vinieron…!
Ultimos metros.
¡Ya la veo!
¿A quién?
¡ A la Pilarica!
¡ Estoy tan emocionada, Ricardo¡
¡Allí, a la derecha! ¡Depositen sus ramos, rápido!
Miles de ellos, harán bien espesico,
el manto de nuestra madre