Puesta a punto de la motosegadora BCS del Instituto


Por Marisa Clarisa

En la sede principal que el Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) posee en Hinojosa del Campo, Soria, estamos orgullosos de las máquinas que poseemos para desarrollar los diferentes trabajos.

     Una de ellas, que llegó de segunda mano desde un pueblo de Lugo, es la vieja segadora de peine y automotriz BCS.

     Estas máquinas cuyo diseño inicial, allá por 1942, lo realiza el joven ingeniero Luigi Castoldi dieron origen a la primera motosegadora completamente italiana y a la creación de BCS, ya desde entonces, sinónimo de segadoras y a la vez, de prestigio y fiabilidad.

    Pues bien, está segadora estaba en cola de reparación ya que la sujección de un eje perpendicular de la biela que lleva movimiento (por deslizamiento) al peine cortante, presentaba varios problemas. Por un lado, ya se había advertido de la necesidad de sustituir un tornillo de vaivén por un cojinete que encajara (lo más ajustado posible) en la cazoleta que arrastra todo el peine del corte. Y por otro, fijar correctamente en su alojamiento el eje perpendicular sobre el que balancea la biela que se ajusta con la placa excéntrica que proporciona la fuerza al conjunto.

    Para la primera operación se partió de un tornillo similar pero rematado por una tuerca de mayor grueso que fue debidamente rebajada a mano con un lima.

    La segunda operación, de mayor calado pues exigía el desmontaje de buena parte del eje de transmisión, hubo de realizarse contando con la ayuda de varios expertos que hicieron posible llegar a desmontar completamente el alojamiento del eje perpendicular. Este debía alojarse correctamente con un dos cojinetes de distinto tamaño y separados por un pasador de presión que bajo una chapa redonda, fija su movimiento y cierra el contenido de grasa con el que debe de trabajar la pieza. Una vez realizadas ambos ajuntes, la prueba resulto satisfactoria, disminuyendo ostensiblemente el ruido (ya que el deslizamiento del cazolete ahora era el correcto) y aumentando extraordinariamente la capacidad de aceleración y desaceleración del peine.

    Resuelto estos problemas fundamentales, se atacó otro, no de menor importancia. El parecer, en los tiempos en que estas máquinas se construían la eliminación de los humos del escape, se hacían más pensando en los problemas del entorno (arbolado y ramas) que en la salud del operador. Por este motivo y ya metidos en harina, los técnicos del instituto resolvieron desmontar el tubo de escape y proceder a realizarle un alargamiento que haga que los humos salgan al aire por encima de la cabeza del operador de la máquina.

   Con la ayuda de expertos soldadores en redondo, se culminó el proceso quedando para una intervención posterior, el desarrollo de un sistema de seguridad para las piernas del operador que ya está con el visto bueno del Departamento de I+D del Instituto ¡Enhorabuena a todos los que han participado en la puesta a punto de la segadora BCS!

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