Por Luis Gareta
Una de las tareas propias de esta época en el Instituto es la de mantenimiento del vallado de las fincas experimentales.
En este caso se procedió a la retirada parcial de una que estaba en una finca situada en paraje denominado “Carrascalejo” y que por defecto de intensidad y crecimiento en la primera plantación se abandonó para posteriores y diferentes usos.
Sánchez, delegado del Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) y Oscar Saura, director de la sección cinegética del mismo, procedieron al desmontaje de 80 mts de valla para posteriormente usarla en la reparación de otras fincas. La técnica es muy sencilla y la clave está en sacar los postes de madera de castaño sin dañar las puntas enterradas en el suelo ni, por supuesto, que se corten los nervios de alambre del vallado al quitar las grapas galvanizadas que los sujetan a los mismos.
El trabajo se desarrolló sin más complicaciones y al término de la tarea se guardo la valla enrollada en uno de los almacenes del Instituto para cuando sea tiempo de reparaciones.
Las vallas cinegéticas, ganaderas o también llamadas anudadas son vallas de tela metálica soportada por postes de madera tratada. Este tipo de cercados se usaba normalmente para vallados de ganado en pastoreo extensivo y en fincas con actividad cinegética. Con los años, su uso se ha extendido al vallado de fincas privadas, parques de animales, cercados de campos de golf, parcelas residenciales o fincas de silvicultura improductiva.
La valla ganadera es un vallado idóneo cuando se requiere limitar el paso de personas y animales, a un bajo coste y una integración paisajística elevada.
