Sanidad pública y sanidad privada / Manuel Medrano


Por Manuel Medrano
https://demareteion.wordpress.com/

      En realidad, la teórica oposición entre los dos modelos se diluye, más aún cuando un volumen elevado de funcionarios públicos…

…utiliza la sanidad privada con todas las bendiciones de los gobiernos, al menos hasta ahora, pagándolo el erario público. Pero ninguno de los dos modelos, o modos de prestar servicio, son ideales, ni mucho menos.

     Citaré casos que conozco personalmente, aunque ninguno me afecta a mí. Va uno de sanidad privada. Una persona tiene problemas respiratorios, que va tratando con medicinas que atenúan los síntomas. Tiene un seguro de salud con una de las principales aseguradoras del país, y además una póliza por la que paga bastante dinero, con amplia cobertura. Pero cuando pide cita con el neumólogo, se la dan para dentro de 6 meses. Sí, señoras y señores, porque en una región con casi un millón cuatrocientos mil habitantes, azotada por los virus respiratorios, solo tiene dos neumólogos. ¡Eso es servicio!

    Otra de la pública (esta que voy a contar la conoce mucha gente). Tienes un problema grave de salud. Llamas a urgencias. La ambulancia tarda más de una hora. Con mucha calma, llevan al paciente al hospital pero, ¡horror! Ya es tarde noche. Así que ya no hay médicos titulares allí. Te sientan en una silla de ruedas y de aparcan en un hueco o un pasillo con otro montón de pacientes (algunos con afecciones contagiosas). Los MIR, que están en formación, se limitan a lo mínimo, y así llega bien entrada la madrugada, las 7 o las 8, en que un médico titular te hace las pruebas, te mete o no en boxes, te da el diagnóstico y te receta la medicación. Paciente de riesgo, 12 horas muerto de asco en una silla de ruedas.

     Y como esto, mil. Excusas habituales: que la sanidad pública carece de personal sanitario y presupuesto suficiente, que la sanidad privada se llenó de asegurados a raíz de la pandemia y no da abasto, que si tal o cual. Miren, que sí. Pero cuando hay que hacerte una ecografía para ver si tus órganos internos están deteriorándose por una enfermedad general de otro tipo, y en 8 meses nadie te da cita en la pública, sin que tengas seguro de salud privado, es un respiro que tu médica de cabecera de la pública te derive a un laboratorio privado concertado urgentemente.

     En resumen, y escrito por alguien que no tiene queja personal, no me gusta nada el panorama sanitario en España. Tiene demasiados elementos de ineficacia, públicos y privados. Algunos se evitan con la colaboración público-privada. Al paciente le dan igual las ideologías: está sufriendo y quiere que le atiendan, que para eso lo paga.

    Y, a ser posible, que se ofrezcan las vacunas que previenen las afecciones contagiosas que más afectan a la población, no las más baratas o las que tienen en oferta los laboratorios farmacéuticos. Que ya vale.

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