Por Andrés Sierra
Ahí está el dicho “quieto en la mata”. Un buen día. Un buen día mi compañera y yo decidimos, por curiosidad, en su pueblo, ir con los cazadores.
Sobre todo por saber el movimiento de esa gente que va matando animales.
Afortunadamente (ya no es sólo deporte) al menos en los pueblos, si no que se los comen. Al menos los que yo conozco.
Aquel día tuvimos mala suerte. No vimos ni un solo jabalí. Eso sí, a lo lejos vimos corzos, pero muy a lo lejos, con lo cual ese día de caza no hubo piezas.
Me vuelve a la memoria “quieto en la mata”. No sé si viene a cuento, pero es imprescindible matar para comer… ¡Sí, también hay vegetarianos, veganos, super hiper mega veganos; vaya que no necesitan matar animales o que se los maten. Pero pienso, las plantas también son seres vivos.
Obvio, hay que matar para vivir –algo instintivo, mantener la especie- todas, por lo visto, sobre todo la humana.
En fin, yo sobre todo, quieto en la mata, por si acaso, a ver lo que pasa.
Suelo tener una buena experiencia alguna vez. Pero no me meto en la euforia, yo quieto en la mata, por si acaso…
Muy seguramente al final me moveré.
